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Mascot Label Group / 2017
Existe una teoría que plantea que hace aproximadamente 10.000 o 20.000 millones de años, una onda expansiva masiva permitió que toda la energía y materia conocidas del universo —incluso el espacio y el tiempo— surgieran a partir de algún tipo de energía desconocida; una energía que permitió que hoy en día existiera todo lo que podemos ver y tocar, y se hizo la luz.
La evolución de la vida en este planeta es una de las cosas más fascinantes que existen. Mientras más estudios e investigaciones se realizan acerca de los factores y reacciones químicas y físicas que estuvieron implícitas, este conocimiento se vuelve más enigmático para mi cerebro mortal y poco teórico, comprendiendo que somos una parte muy pequeña del todo.
Los ciclos forman parte de la historia de la humanidad, y aunque creo fervientemente que los humanos somos un cúmulo de aprendizajes, conocimiento y lecciones, volvemos una y otra vez a cometer los mismos errores; probablemente como muestra de nuestra fragilidad y mortalidad. Al final, así como se extinguieron otras especies, también nosotros lo haremos en algún momento aunque conquistemos la luna. Los ciclos siempre se cumplen, o bueno, eso creo yo.
The Source es el noveno álbum de estudio de Ayreon, proyecto del holandés Arjen Antony Lucassen, y como en el pasado, este material es una producción teatral conceptual de metal progresivo que te hace viajar a través de una historia de ciencia ficción la cual está conectada con su álbum 01011001, narrando los hechos que lo anteceden. Sin embargo, la historia tiene vida propia y narra cómo en un pasado distante The Frame, una computadora central encargada de mantener el orden en el planeta Alpha, llega a la conclusión de que los habitantes son los causantes de todos los problemas ecológicos y políticos, y toma la decisión de extinguir la vida humana. Ante esto, la única alternativa que encuentran los Alphans, ancestros de los humanos, es huir a un planeta para propagar la especie.
El álbum está dividido en dos discos y es narrado en cuatro “crónicas” o partes: Crónica 1. The Frame, Crónica 2. The Aligning of the Ten, Crónica 3. The Transmigration y Crónica 4. The Rebirth. Mientras que cada uno de los vocalistas invitados representan a un personaje importante de la historia: James LaBrie (Dream Theater) es “El Historiador”, Simone Simons (Epica) como “La Consejera”, Michael Mills (Toehider) es “TH-I”, Tommy Rogers (Between The Buried And Me) “El Químico”, Floor Jansen (Nightwish) como “La Bióloga”, Hansi Kürsch (Blind Guardian) como “El Astrónomo”, Michael Eriksen (Circus Maximus) “El Diplomático”, Nils K. Rue (Pagan’s Mind) “El Profeta”, Tobias Sammet (Edguy, Avantasia) es “El Capitán”, Tommy Karevik (Kamelot) es “El Líder de la Oposición”, Russell Allen (Symphony X) es “El Presidente” y Zaher Zorgati (Myrath) “El Predicador”.
Una vez más, el álbum cuenta con el sonido característico de Ayreon, pero orientado más a la guitarra y a la textura de las voces. Ed Warby, viejo amigo de Arjen y colaborador del proyecto, lidera con potencia las percusiones a través de un álbum lleno de sonidos influyentes de mediados de los años 70, 80, heavy metal, hard rock, blues, progresivo, AOR (Adult Oriented Rock), y por supuesto, del propio estilo de Lucassen. Por otro lado, los arreglos logran hacer una mezcla increíble entre las 13 voces que conforman este álbum, y la plétora instrumental que emerge de tal manera que todo suena exactamente en su lugar.
El inicio está a cargo de “The Day That The World Breaks Down”; una mezcla de sentimientos, sonidos, instrumentos y géneros. La voz silenciosa de James Labrie brinda el preámbulo de lo que se avecina en la historia y el sonido de una flauta explota ante el peligro inminente de la destrucción y el miedo. Los personajes se presentan uno a uno a través de la teatralidad, los sintetizadores y sonidos espaciales que hacen eco de lo que se narra.
“Sea of Machines” empieza trágica, moribunda. El caos ha comenzado y los sonidos de ambulancias, gritos y sirenas se hacen presentes mientras que instrumentos de cuerda guían las voces a través de la desolación, pero con un dejo de esperanza. Escapar es la mejor opción.
Las voces se hacen presentes y el peligro se intensifica con el rasgueo de las cuerdas de la guitarra furiosa de Arjen. “Everybody Dies” transpira urgencia a través de los matices de los diálogos y el timing de la canción, y Michael Mills, quién interpreta a “TH1” — la inteligencia artificial — dicta sentencia de muerte para todos en medio del caos.
“This fateful day, we are gathered here inside this hall. To find a way to escape our pending fate”, exclama el historiador ante la situación y explota la batería de “Star Of Sirrah”, una de las obras maestras de este álbum. La inminencia del suceso hace sarpar a un grupo en búsqueda de un futuro a través del canto de una guitarra frenética, una batería, sintetizadores y explosiones.
Floor Jansen, “la bióloga”, protagoniza el adiós en “All That Was” con su inconfundible voz entre sonidos celtas. “Run! Apocalypse! Run!” corre rápidamente y la guitarra sigue su ritmo para darle paso a Tommy Karevik, el Líder de la Oposición, y Hansi Kürsch, el Astrónomo, a plantear las condiciones críticas de la situación.
El sonido del viento lúgubre recorre y envuelve todos los sentidos, los instrumentos de viento toman posesión de los sentimientos más profundos haciendo eco de “The Sixth Extintion” del álbum 01011001 y “Condemned To Live” se apodera del momento a través de bajos y consternación.
El disco dos comienza entre tonos altos y el riff de una guitarra empoderada. Los diálogos intensos siguen y “Aquatic Race” se desarrolla entre el pasado y el futuro de una raza de seres vivos que buscan encontrarse. “The Dream Solves” te atrapa en la oscuridad de sus notas con la esperanza en forma de las notas de una flauta, sonidos espaciales y la voz de Simone Simons, “La Consejera”.
“Deathcry Of A Race” se hace presente entre una flauta frenética, una guitarra acústica, la voz de Russell Allen, “El Presidente”, y explota con la influencia de ritmos de medio oriente y ópera. Sin duda una gran sorpresa para los oídos que aprecian el arte de contar diferentes historias. “Into The Ocean” es un tributo al rock clásico que combina el órgano distintivo de Deep Purple y las voces de Dio, pero termina rindiendo culto a un power metal virtuoso.
Los sonidos espaciales, el aire de la nada y una guitarra dan la bienvenida a “Bay Of dreams”. “Planet Y Is Alive” estalla en un power metal, un riff colérico y la esperanza de un mañana que declara Tobbias Sammet, “El Capitán”: “I see her shine, faintly in the distance. Our new sun... reminding me of home. Conjuring up, all we will be missing. Planet Y is alive!”.
El sonido de las olas calma el corazón de que busca paz y “The Source Will Flow” toma su lugar entre nostalgia y esperanza. Las voces resuenan al unísono en la eternidad y Tobbias Sammet, “El Capitán”, y Michael Eriksen, “El Diplomático”, se convierten en los narradores del porvenir en “Journey To Forever”. “The Human Compulsion” con referencias a “Liquid Eternity” preparan el final del futuro.
La voz de una mujer repite 01011001 con un mensaje para todos los que saben escuchar; los pasos mecánicos son definitivos, la era de las sombras comenzará y “March Of The Machines” comienza el ciclo otra vez. Un final inverosímil que congela la historia para quien ha sabido escuchar en el pasado a Arjen. ¡Magnificente!