7
AraabMuzik Label Group / 2016
20/Jul/2016
En 2010 el sonido de AraabMuzik llegó como una bocanada de aire fresco al hip hop, la electrónica y el trance que el pop había ahogado en sus melodías pegajosas. Ahora, cinco años después, su sonido recuerda a algo familiar.
Productor de artistas del hip hop y rap como Cam’ron, The Diplomats y Hell Rell, Abraham Orellana –su nombre real–, originario de Rhode Island, quiere convencerte del mundo de sueños en el que vivimos con su más reciente producción, Dream World.
Este, su segundo LP que llega con un año de retraso, tiene un sonido que mezcla el hip hop con beats electrónicos, por momentos muy parecido al sello de Skrillex, para crear un ambiente efímero, el cual es contrarrestado por secuencias de dub disruptivas a lo largo del disco.
Dream World abre con “Adonis”, un recordatorio de lo bueno que es AraabMuzik con el MPC (Music Production Controller por sus siglas en inglés), un tipo de caja de ritmos que permite hacer una amplia variedad de sampleos, y que combina con un coro para crear un ambiente sombrío y hacernos pensar, por un momento, que estamos a punto de presenciar –sonoramente– el rito de iniciación de algún culto.
Sin embargo, esta atmósfera se vuelve mucho más relajada con “50 Box of Swishers”, segundo track de Dream World, en el que mezcla los beats del hip hop con una melodía un tanto infantil y vocales, y “Take Me Higher”, cuyo sonido electrónico es ideal para amenizar cualquier fiesta.
Ese es el recorrido sonoro que ofrece Dream World, altas y bajadas con diferentes intensidades dictadas por los beats y vocales que mezcla AraabMuzik.
Los tracks “Mind Trip”, “Faded” –probablemente la que más guiños hace al hip hop– y “Dream”, esta última en colaboración con !llmind y vChenay, representan las bajadas guiadas por el cloud rap de Orellana, un sonido mucho más profundo e hipnótico. Por su parte, las subidas están en “Train Wreck”, “A.M”, “Senor Breakfast” y “War Cry” que combinan elementos por momento tribales y recuerdan a Die Antwoord.
Dream World cierra con “Waiting For”, un track electrónico que nos deja con la sensación de que la fiesta no ha terminado, que AraabMuzik tiene algo más que darnos.
9
Reflections Records / 2016
19/Jul/2016
En una escena musical saturada de propuestas similares, es normal que por falta de difusión no lleguen a nuestros oídos bandas o artistas con proyectos nuevos. La música está en constante evolución creando nuevos estilos, dando joyas ocultas que esperan ser descubiertas y entre esas joyas se encuentra Devil Is Fine de Zeal And Ardor, proyecto del músico afroamericano de Nueva York, Manuel Gagneux, en el cual se mezclan géneros como el black metal, blues, la electrónica y un poco de jazz, para darle vida a uno de los proyectos más innovadores de 2016.
Devil Is Fine es en esencia un álbum de black metal que se fusiona de manera brillante con otros géneros que parecería imposible que pudieran coexistir armónicamente dentro de un álbum, pero Gagneux los mezcla de manera magistral en los 24 minutos que dura el LP. El resultado es una pieza única e innovadora, con una libertad creativa inmensa que nos introduce en una atmósfera oscura, donde el black metal logra fusionarse con el blues, negro spirituals—adaptaciones populares de himnos religiosos, hechas por trabajadores afroamericanos esclavizados— y la electrónica de una manera fluida y natural.
Inicia con “Devil Is Fine”, una pieza con coros espirituales, cadenas y un piano que nos lleva a imaginarnos a unos esclavos afroamericanos en su camino al trabajo. Le sigue “In Ashes”, que junto a canciones como “Come On Down” y “Blood On The River”, es donde Devil Is Fine empieza a mostrar su esencia con canciones donde el gancho principal es el blues, que atrapa sutilmente al espectador desde el inicio con melodías pegajosas, para luego introducir riffs de guitarra con trémolo, batería de doble bombo y el sonido de cadenas. El resultado es plausible, puesto que logra expandir los límites del metal al ampliar el horizonte creativo, abriendo puertas para nuevas posibilidades sonoras.
El trayecto continua con “Children’s Summon”, la canción más rápida del disco, y la cual deja de lado el blues y se centra rápidos riffs de guitarra. Le sigue “What Is a Killer Like You Gonna Do Here” con un poco de jazz para bajar las revoluciones en la recta final y a lo largo del álbum la trilogía “Sacrilegium”: tres canciones que se adentran en la electrónica y en cuya primera parte escucharemos drum and bass; en la segunda, una especie de canción de cuna y la tercera—cerrando el álbum—una canción parsimoniosa gracias al uso de sintetizadores. Aunque son completamente distintas a la propuesta central, no suenan fuera de lugar y se acomodan de una manera extraña, pero convincente en la secuencia del álbum.
Devil Is Fine es como un balde de agua fría que te toma por sorpresa y te deja en shock la primera vez que lo escuchas. No es fácil de digerir, debido a su naturaleza oscura y surreal, pero poco a poco te podrás dar cuenta de su brillantez. Es una mezcla de espiritualidad y dolor que, junto con el blues y el metal, resultan en una experiencia sonora innovadora, ecléctica y emocional única en su tipo.
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