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Sonic Cathedral / 2022
A pesar de que el mundo se ha detenido estos últimos años, Andy Bell ha sido un hombre ocupado después de haber hecho un debut exitoso como solista en 2020 con The View From Halfway Down y realizar conciertos instrumentales en vivo como Andy Bell Space. Ahora regresa con su segundo álbum en solitario titulado, Flicker
Este nuevo material es casi como una conversación con su yo adolescente, con letras que son inspiradoras y nacidas de la introspección, en un trasfondo musical que se basa en su experiencia como miembro de Ride, Oasis, Beady Eye y su trabajo en el género electrónica.
Flicker, es un gran álbum doble de 18 pistas escritas por Bell, mismo que grabó con Oasis y su compañero de banda Beady Eye, Gem Archer en el estudio de este último en el norte de Londres, con la masterización de Heba Kadry. Se identifica el estado de ánimo reflexivo, la carátula del disco reconoce el pasado, ya que se basa en una de sus fotos antiguas tomada por Joe Dilworth.
Esta retrospección es evidente durante las primeras etapas de la producción. En “It Gets Easier”, la segunda pista optimista impulsada por el bajo, Bell reconoce el presente; "Estoy viviendo mi mejor vida", pero también advierte: "La vida es demasiado corta, así que no pierdas el tiempo". El estado de ánimo contemplativo continúa a través del “World Of Echo” con un acústico armonioso. Lo más destacado del disco es el himno “Something Like Love”, que presenta una introducción y contenido lírico con el concepto de tiempo, en donde advierte que “Nunca debes desear que tu tiempo se vaya" y "Usa un espejo para recordar, y mira hacia atrás con algo como el amor".
Aunque hay muchos guiños al pasado, a menudo melancólicos, hay un equilibrio con temas que ofrecen positividad y brindan muchas instancias con visión de futuro. “No Getting Out Alive” recuerda la importancia de vivir el momento, mientras que “When The Lights Go Down”, es un instrumental cautivador y edificante que se beneficia por el uso del saxofón.
Este segundo álbum de Andy Bell es un viaje en el tiempo sonoro. Las canciones tienen una energía juvenil, con un estilo melódico que se siente muy de los 90, pero aportándoles madurez, y su éxito se basa en la forma en la que logró juntar la amplia gama de estilos musicales empleados para hacer un álbum cohesivo y fluido. En conclusión, qué delicia es Flicker.