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Amon Amarth – Jomsviking

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Amon Amarth – Jomsviking
Amon Amarth – Jomsviking

Sony Music / 2016

Artista(s)

Amon Amarth

Jomsviking: el grito de guerra vikingo.

El eco del pasado habla y nos relata hazañas extraordinarias acerca de hombres sanguinarios llenos de poder, oscuridad y sed de venganza, que vivieron en un mundo listo para morir en manos de vikingos que rendían culto a Odín —dios de la cultura nórdica—. Jomsviking, décimo álbum de la banda sueca de metal Amon Amarth, transporta, después de tres años de ausencia en nuestros oídos, al mundo épico de una legendaria orden de mercenarios con riffs potentes, bajos contundentes, doble pedal y los guturales ya conocidos a cargo del vocalista Johan Hegg.

El primer disco conceptual de la banda, producido y mezclado por Andy SneapMegadeth, Testament, Accept —, nos narra la historia de amor y venganza de un guerrero en un mundo lleno de resentimiento.

“Su código era simple: no muestres miedo. Nunca te retires. Defiende a tus hermanos,  y cuando seas convocado, venga su muerte. Sentí que finalmente estábamos listos para usar una historia como punto de partida en un disco de Amon Amarth”, comentó Hegg en una entrevista reciente.

Las puertas del Helheim —el infierno se abren. “First kill” suena como declaración de muerte y destino sobre la gran apuesta de la banda por hacer algo diferente; “Wanderer” y la soledad se transformó en un solo de guitarra sin tierra; la repetición del riff potente de “On The Sea of Blood” y lírica de “One Against All” para enfrentar tu destino con valentía, y la victoria de ser uno solo con “Raise your Horns”.

El paso lejano de nuestros ancestros se marca por la batería de Tobias GustafssonVomitory— y guitarra de “The Way of Viking”, mientras que el solo es prueba de la fuerza de un pueblo que conoció la gloria. El ataque del enemigo tan contundente como los acordes de “At Dawn's First Light”; “One Thousand Burning Arrows” para recordar que la muerte es infinita desde tiempos inmemorables, al mismo tiempo que el metal suena a “Vengance is my Name” evocando a los genios creadores de esta gran pasión.

La voz icónica del heavy, Doro Pesch, canta libertad ante una obsesión en “A Dream that Cannot Be” para que finalmente las puertas del infierno se cierren con “Back on Northern Shores” en un disco que cumplió lo que prometió: sangre, muerte, traición y metal, mucho metal.