10
Nacional Records / 2018
15/Oct/2018
Para entender el presente, hay que conocer el pasado. Cuando se trata específicamente de Latinoamérica, una parte fundamental de nuestro contexto es la conquista española. Y esto, quizá no hubiera sido posible sin la participación de la Malinche. Una india que se convirtió en la traductora y acompañante fiel de Hernán Cortés, facilitando la caída del imperio mexica. A partir de eso, su nombre se transformó en el despectivo término “malinchista”, utilizado para referirse a alguien que rechaza lo propio por preferir lo extranjero. Durante décadas, la Malinche ha sido vista como una villana que vendió a la patria, una traidora. Pero como toda historia, siempre hay otro lado de la moneda.
Para tener un entendimiento profundo de las acciones de esta mujer, hay que conocer sus orígenes. Su madre se deshizo de ella y cayó en manos de mercaderes que la vendieron como esclava. Fue ofrecida a Hernán Cortés, junto con otras indias para que lo acompañaran a él y a sus hombres en el trayecto. Una vez que buscaron acercarse a Moctezuma, debido a que el traductor no sabía hablar náhuatl, Malinche se ofreció a ser su intérprete y Hernán Cortés le propuso libertad a cambio de sus servicios. Es a partir de esta alianza, que Malinche se ganó el título de traidora. Sin embargo, hay que entender que en ese momento, los indios también buscaban quitar del poder a quien los estaba oprimiendo. Después de todo, fueron los mercaderes mayas quienes esclavizaron y vendieron a Malinche. Antes de hablar de ella como traidora, habría que entender su pasado como mujer violada, ultrajada y esclavizada. Y entender que más allá de traicionar a su “patria”, en medio de las circunstancias, hizo lo que pudo para sobrevivir.
Con este contexto en mente, Alex Anwandter recrea su propia versión de Malinche. El chileno abre su tercer disco de estudio, Latinoamericana, con una canción que habla de una mujer seductora pero traicionera a la vez, retratada por los demás como “la peor”. De esta manera, Alex profundiza en la historia de nuestro continente y la narra de manera moderna, en donde yuxtapone el pasado con la actualidad. Bajo esta misma premisa, surge la canción que le da nombre al álbum. En “Latinoamericana” , el chileno hace guiños hacia la conquista española y la mezcla de razas, contrastando a ojiazules con negros, y los juicios que esta marcada diferencia genera.
Después de este par de canciones prehispánicas, Anwandter prosigue a decirnos, básicamente, que el mundo se está yendo a la mierda. “Locura” es la canción con la que dio a conocer este nuevo material hace un par de meses. Como lo dijo en entrevista para Indie Rocks!, es una respuesta a lo difícil que es relacionarse con todo lo que sucede en el mundo, ya que lidiar con el estrés, la exigencia de los sistemas ideológicos y ponerse en los zapatos de las minorías, eventualmente te puede llevar a la locura. Además, el chileno canta con pronombre femenino como un desafío hacia la intolerancia de la expresión sexual.
No es sorpresa que Alex Anwandter utilice su plataforma como artista para expresar un descontento con el mundo, y Latinoamericana no es la excepción. En cada canción del álbum canta sobre un tema distinto: la sexualidad, el racismo, los sistemas ideológicos, la locura… hasta la declaración literal de que odia a todo el mundo y el mundo lo odia a él.
Esta negatividad es el resultado de una reflexión exhaustiva que el chileno ha hecho de su entorno, y dentro de esa misma reflexión, parecería que Anwandter también se encontró a sí mismo. En este álbum, el cantante retoma sus raíces, no solo culturales, sino también personales. Sus antecedentes brasileños lo encaminaron finalmente a explorar la música en portugués y el resultado son las bellísimas canciones “Um Girassol da Cor de Seu Cabelo” y “Olha Maria”, que resultan como un respiro romántico dentro del caos sociopolítico.
La combinación de música disco, synth pop y sutiles sonidos tribales, así como los guiños prehispánicos en las letras, sitúan a Latinoamericana justo en medio del pasado y del presente. Para el chileno, es importante entender de dónde venimos para saber hacia dónde vamos. En su tercer álbum de estudio, Alex Anwandter hace una reflexión sobre sus orígenes, su identidad y la de aquellos que lo rodean. A través de performances contraculturales, el cantante alza la voz para contraatacar a un sistema opresor y desafía a las críticas, como una Malinche rebelde.
8
Merge Records / 2018
12/Oct/2018
Desde hace algunos años Katie Crutchfield, líder de Waxahatchee, nos ha regalado cuatro discos (American Weekend, Cerulean Salt, Ivy Tripp y Out in the Storm), con los que ha establecido un estilo crudo, intenso, pero dulce a la vez, que envuelve géneros como el rock, lo-fi, punk, country y folk complementados por poéticas e íntimas letras sobre los distintos colores y sabores del amor. Great Thunder es un compilado de seis canciones originalmente escritas en 2012, que musicalmente pueden ser minimalistas, pero dejan en claro la capacidad de Crutchfield como compositora en el camino a definir el sonido de su próximo disco.
El ritmo del álbum va del piano a la guitarra, con algunos arreglos de otros instrumentos como el banjo ("You’re Welcome"), shakers y sintetizadores ("Slow You Down"), de una manera que se siente muy natural, que pareciera que estás escuchando las canciones al mismo tiempo que fueron compuestas. El gran poder de Crutchfield es su voz que reúne la dulzura de Joni Mitchell, el sonido sureño de Lucinda Williams, la fuerza de Fiona Apple y el dramatismo de Aldous Harding, así como su talento para escribir canciones que cuentan historias con la intensidad necesaria para inyectarse en tus pensamientos.
En “You Left Me With An Ocean” los saltos de una nota a otra en el piano nos dirigen a través del final de una relación amorosa “you can’t say goodbye, you ripped out its lungs and you let it die”, y los recuerdos que conlleva “you let me with an ocean on this rotten day, cause i swam in it, I swam in it to”. Cuyo antecedente está en “Chapel of Pines” cuando Crutchfield se lamenta al preguntar “Will You Go?” para terminar con un armónico puente musical de guitarra acústica, uno de mis momentos favoritos.
Los conflictos de la relación vienen en “Takes so Much”, “you will hit the bottom harder each time, I say, you can leave all of your failure behind”, a pesar de esto Cruchfield está dispuesta a seguir “take it out, take it out, take it out on me baby”. Pero el dolor y enojo vienen con las consecuencias en “Singer’s no Star” donde puedes sentir la ira en la voz de Katie, “mostly all the time will go to you, we get comfortable with our detachment to our oldest friends, and you got me here where I'm left alone, I’m not the only thing you ever left”.
El origen de estos sencillos vienen de una banda que Crutchfield formó durante un tiempo con Keith Spencer (Swearin’), cuyo nombre era “Great Thunder” como este EP. Para volver a trabajar en ellos la cantante decidió hacerlo con el productor Brad Cook, quien es integrante de la agrupación Hiss Golden Messenger y quien colaboró con The War on Drugs para crear el magnífico A Deeper Understanding. Son canciones que servirán como alivio si estas pasando por una ruptura amorosa o simplemente si quieres escuchar algo tranquilo mientras observas el atardecer.
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