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OTONO / 2020
Con una larga carrera en las expresiones sonoras extremistas el artista sonoro colombiano Alejandro Bernal, lanza su material debut en solitario a través del sello mexicano OTONO, titulado: Detrás de la montaña.
Con este trabajo, Bernal se contrapone entre sonido disonantes y cáusticos, sumado a una exploración constante por un sonido casi litúrgico. Donde el artista encuentra puntos de fuga cercanos al “rock” en momentos y otros inclasificables, lo cual vuelve su excursión sonora precavida y minuciosa que, por momentos se pierde y se vuelve encontrar en abstracción atonales y ritmos que se pierden y se diluyen con el paso del disco.
El ambiente al que Bernal se expone, navega por corrientes distantes; concretas y crea atmósferas etéreas y sutiles que acompañan al escucha en un viaje sin imprevistos, pero siempre buscando un cauce que cruza lo inesperado, con texturas impolutas, incorruptibles; las mismas que podrían ser ese juego constante que adorna al álbum. Y esto se demuestra en desde el primer track “Isla” el cual recrea paisajes ruidistas que ven inmerso al escucha en una atmósfera densa que, llevan a descolocar al escucha en un mantra que desemboca una sinfonía de ruido armónico. En un juego de textura sucias que se vuelven a presentar en “Alondro” o “Náufragos”, dónde Bernal; de nuevo incorpora una exploración pro crear texturas letárgicas pero que, van formando una especie de edificación atmosférica de manera sutil, misma que no se repite ni por un segundo, dándole un espacio de nuevo, a un juego un poco más melódica, y casi bailable, pero sin perder esa sensación experimental que acompaña al artista en toda su incursión.
A pesar de perderse en la atonalidad y atemporalidad del momento, Bernal cierra el álbum con “Antílopes” un track que recrea sonidos alojados en la estática, pero que corre de manera apacible y cierra de manera sólida la exploración en la que el colombiano, sumerge al escucha, llevándolo por sonidos dispares pero que se fusionan en una combinación coherente y casi perfecta.
Detrás de la montaña, es un trabajo que comprende el la capacidad de un artista con un acervo sonoro complejo. Que lleva al escucha por diferentes universos sonoros para crear un solo lenguaje, donde la conversación no para y se refrenda en un excursión que, no pierde el sentido ni por un segundo. Un álbum que, en 4 tracks, demuestra la capacidad del artista colombiano, y recrea atmósferas complejas y accesibles al oído. Un trabajo fuerte y denso, que no flaquea en ningún momento y que conserva una colección de piezas creadas en la minuciosidad, de atmósferas abstractas, y que llevan al escucha por sensaciones únicas. Un trabajo que no precisa de miramientos, que crea por sí solo el sonido del artista.