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A principios de año, la noticia de que Spencer Elden, quien de bebé fuera fotografiado para protagonizar la icónica portada del álbum Nevermind de Nirvana, estaba demandando a la banda por explotación sexual infantil fue viralmente sonada entre toda clase de medios internacionales. El pasado cuatro de enero, dicho proceso legal había sido desestimado por un juez debido al vencimiento del plazo de respuesta por parte de Elden el pasado 30 de diciembre, solo para que hoy el demandante intentara, por tercera vez, iniciar un nuevo proceso con cargos considerablemente similares.
En años pasados Elden parecía disfrutar del status de celebridad de bajo perfil que el álbum de 1991 le otorgaba, recreando la fotografía para el 25 aniversario de la banda, apareciendo en talk shows y autografiando y vendiendo copias del LP vía Ebay (sin mencionar el tatuaje de hombro a hombro con el nombre del icónico disco). Sin embargo, en años recientes la opinión del estadounidense parece haber cambiado drásticamente. "Una cosa es hacer una portada conmigo y otra es vender 30 millones de álbumes y luego fingir que no me conoces.", mencionó el demandante.
Tras la desestimación de su primera y segunda demanda, Elden y compañía iniciaron un nuevo proceso, esta vez acusando al legendario triplete grunge de pornografía infantil, pero no contaban con que el juez daría una conclusión rápida y favorecedora para Nirvana ya que uno de los abogados de la agrupación comentó que la demanda terminó sin que la supuesta víctima recibiera algo a cambio. Pero por otra parte, el equipo de abogados que representan a Elden mencionaron que buscarán apelar, una vez más, el caso.
En resumen, debido a que es indiscutible que Elden no presentó su denuncia dentro de los diez años posteriores a que descubrió una violación… el tribunal concluye que su reclamo es extemporáneo”, dictaminó el juez Olguín.