Favoritos
Haz click en la banderilla para guardar artículos en tus favoritos, ingresa con tu cuenta de Facebook o Twitter y accede a esta funcionalidad.
"Desde morrito soñaba el concierto, voy a lograrlo antes que acabe muerto. Quiero un ferrari y un yate en el puerto", son las palabras que dan fuerza al nuevo tema de Erick Raúl Alemán Ramírez. El material audiovisual y la creatividad lírica de "Perro callejero" tienen como base la narrativa de 14 años en los que Alemán ha enfrentado las dificultades que tienen los artistas independientes para formar parte de la industria musical y, al mismo tiempo, ha rescatado su apreciación personal del rap. "Para mí ser rapero es ser callejero; no es cualquier bobada; me profundizo mucho, me clavo en hacer estructuras bien raras".
Al retomar la importancia de vivir entre las calles y soñar con romper las cadenas y que estas se conviertan en oro, el jefe del hip hop nacional ha logrado captar algunos de los elementos más importantes de su vida: Creció en una atmósfera en donde convergen culturas diferentes, se educó en compañía de personas que encontraban en la música una zona de confort y desde pequeño mantuvo cierta cercanía con aspectos que forman parte del contexto sociocultural de gran parte de mexicanos: el trabajo, las drogas y la violencia.
"Perro Callejero" forma parte de Eclipse, álbum lanzado a finales de mayo de este año que ha llamado la atención por su composición 50/50 y por el trabajo colaborativo con C. Tangana, Kidd Keo y Akapellah. El contenido total es de 20 canciones (10 de rap y 10 de trap) que remiten a la dualidad entre la izquierda, la derecha; el sol, la luna; el día y la noche.
A sus 28 años y con una trayectoria de más de una década –es plausible rescatar su trabajo con álbumes como Click Clack Punto Exacto y Clasik Rap– y al tomar el control de su producción musical, Alemán ha logrado cumplir el sueño del Perro Callejero: Posicionarse como uno de los principales representantes del rap mexicano.