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El módulo de aterrizaje lunar Odysseus, operado por Intuitive Machines, no solo hizo historia al aterrizar en la Luna el pasado 22 de febrero, sino que también lo hizo al transportar una cápsula del tiempo repleta de música emblemática de la humanidad.
Desde los legendarios Jimi Hendrix y Elvis Presley, pasando por Bob Marley y Janis Joplin, hasta llegar a figuras como Marvin Gaye, Santana, Chuck Berry, Sly & the Family Stone y The Who, esta selección musical abarca décadas de expresión cultural a través de otros 222 artistas.
Este archivo diverso no solo incluye fragmentos de notación musical de la antigua Sumeria, sino también fotografías del Festival de Woodstock y carátulas de álbumes icónicos, como el Dark Side of the Moon de Pink Floyd, que sirve como una mirada a la creatividad humana.
La cápsula del tiempo, propuesta por Dallas Santana de Space Blue, incluye grabaciones inéditas de algunos de artistas icónicos, como las primeras obras de Hendrix antes de la formación de Jimi Hendrix Experience.
Santana, en colaboración con Galactic Legacy Labs y Beverly Hills Productions, se aseguró de que esta cápsula fuera un testimonio perdurable de la creatividad humana, destinada a resistir el paso del tiempo en la luna.
Sin embargo, la inclusión de la música en la cápsula no estuvo exenta de controversia. Santana reveló que algunos músicos expresaron preocupaciones sobre la participación de Elon Musk en el proyecto, lo que llevó al equipo a mantener en secreto los detalles de la selección musical para evitar influencias externas. Este gesto, según Santana, preservó la integridad artística del proyecto.
Cuando decidimos tener conversaciones sobre músicos el año pasado, pensamos que no era apropiado llamar la atención (de Musk) sobre lo que íbamos a hacer, los músicos estaban preocupados por eso. Dijeron: '¿Tiene Elon Musk algo que ver con la decisión de qué músicos van allí?' Y dije: 'Por supuesto que no, esta es una carga útil privada'”.
Este “museo de arte lunar”, como lo describió Michael P. Nash, se convierte en un testigo de nuestra historia, asegurando que incluso en el caso de desastres terrenales, la música y el arte de la humanidad persistirán en la silenciosa superficie lunar.