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Un reciente estudio de la Confederación Internacional de Sociedades de Autores y Compositores (CISAC) advierte que los músicos y trabajadores audiovisuales podrían enfrentar la pérdida del 24% y el 21% de sus ingresos respectivamente de aquí a 2028. “Esto equivale a una pérdida acumulada de 22.000 millones de euros durante el período de cinco años”, a menos que se implementen regulaciones efectivas para proteger a los creadores.
El informe destaca dos principales amenazas: el desplazamiento de audiencias hacía música creada por IA y la falta de compensación por el uso no autorizado de obras de artistas para entrenar modelos de inteligencia artificial. El mercado de la IA crece a pasos agigantados, con proyecciones que indican un aumento de su valor de 4.000 millones de euros en música (frente a los 0,1 millones de 2023).
Björn Ulvaeus, presidente de la CISAC y ex integrante de ABBA, subrayó la importancia de establecer un marco legal que equilibre el uso de la IA.
Para los creadores de todo tipo, desde los compositores de canciones hasta los directores de cine, los guionistas y los compositores de música para películas, la IA tiene el poder de abrir nuevas y emocionantes oportunidades, pero tenemos que aceptar que, si se regula mal, la IA generativa también tiene el poder de causar un gran daño a los creadores humanos, a sus carreras y a sus medios de vida”, declaró.
En este contexto, algunos países como Australia y Nueva Zelanda están liderando iniciativas esperanzadoras al implementar políticas que protegen los derechos de los artistas frente a la IA. Mientras tanto, en Estados Unidos, esfuerzos como la Ley NO FAKES buscan mitigar el impacto de la IA, pero aún falta una estrategia global que garantice un entorno justo para los creadores.
Este llamado a la acción busca movilizar a los responsables políticos para que defiendan el valor de la creatividad humana y preserven la cultura frente a los avances tecnológicos. Las empresas, por otro lado, deben de crear puestos de trabajo para técnicos y especialistas en IA expandiendo el mercado de profesionales y no solo reducir sus plantillas ante una IA rudimentaria que sin la supervisión humana no podría tener el alcance de ahora.