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Killing Joke en El Plaza Condesa

Killing Joke en El Plaza Condesa

Sergio Ang
Cortesía Eyescream

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Eyescream

22/Sep/2018

Primer concierto de Killing Joke en México, un encuentro que ambos se merecían.

Nuestra ciudad tuvo una semana de primeras veces, primero con Simple Minds un día antes en el Pepsi Center WTC y ayer con Killing Joke. Casi 40 años de su formación y jamás habían pisado nuestro país, pero gracias a que la capital se ha convertido en un nuevo refugio para el post punk en todo el mundo, se hizo posible el debut de la agrupación británica en tierras aztecas. México es un lugar donde no pasa el tiempo y las leyendas se mantienen como en su mejor época.

Dieron las 20:30 H., el lugar estaba a media capacidad y todos esperaban con paciencia, no había prisa. En lo que aparecía el grupo, la gente exploraba el terreno, muchos integrantes de la comunidad goth se encontraban y saludaban con gusto, los curiosos miraban los atuendos de los demás con asombro, y los oficinistas, nostálgicos de sus años más interesantes, estaban atorados en el tráfico.

Tardaron 15 minutos en salir, tiempo que sirvió para que se llenaran los espacios vacíos de El Plaza Condesa. Debo confesar que la apariencia de los integrantes de Killing Joke me llamó mucho la atención, juro que Martin y Geordie lucían personajes de Bill Murray, vaya hasta su roadie parecía Steve Zissou. Pero Jaz Coleman era intimidante. Cuando apareció con una vela en la mano todo el recinto guardó silencio, estábamos maravillados solo de su presencia.

Los británicos se fueron a lo grande, con un tema que nadie esperaba escuchar hasta el final: “Love Like Blood”. Una canción perfecta para el cierre, pero que también funciona muy bien en el inicio. La gente se descargó entre gritos y ovaciones, mientras Coleman nos veía como un padre exigente, nos pedía más y nosotros hacíamos lo que podíamos.

En cuanto terminaron la primera canción, Jaz quiso presentar a sus compañeros. Los aplausos  y gritos no se hicieron esperar, sobre todo por Martin.

Le siguieron “European Super State” y “Autonomous Zone”, de los recientes éxitos del grupo. Estos, aunque no fueron tan coreados, definitivamente aceleraron el ambiente. Se sentía una tensión de violencia que fue calmada con el mosh pit. Tengo que decir que no preocupaban tanto los codazos o empujones, sino las botas de plataforma que se estrellaban contra el piso.

Pudimos seguir con el material relativamente nuevo de Killing Joke y nadie se abría molestado, pero sabían lo que necesitábamos: “Eighties”, otro de los tracks notables de Night Time. El Plaza simplemente explotó, los más cohibidos se dejaron llevar por ese pequeño momento y viajamos en el tiempo, ahora estábamos en el music box de Manchester en los años ochenta.

Nos quitaron la ilusión bastante rápido, pero nos mantuvieron a ritmo con “New Cold War”. Algo que me preocupaba era la voz de Jaz, pues al comienzo del show le falló un par de veces y darle aspereza no parecía la mejor idea, pero tal vez no había calentado.

En cuanto sonó el sintetizador de “Requiem”, los asistentes soltaron un grito de emoción. Esta, junto con “Bloodsport” hicieron que Jaz comenzara a tomar una actitud diferente, pasó de ser obscuro y atemorizante a un hombre con bastante carisma, comenzó a bailar como si estuviera en una marcha de guerra y a hacer poses dramáticas. La verdad no sabría con cual personalidad quedarme.

Me di cuenta de la importancia de la voz en los shows de Killing Joke, mientras que los efectos de “Butcher” nos transportaban a un escenario underground, la técnica gutural de “Loose Cannon” nos tornaba más agresivos. La banda mostraba su versatilidad y nos iba dirigiendo de arriba abajo.

Toda la noche Jaz estuvo dando todas sus referencias sobre México: tortillas, tequila y los aztecas, causando extraño a sus fans; pero fue hasta “Corporate Elect” que la gente respondió como debía cuando se les preguntó si odian a las corporaciones.

El show se estaba haciendo largo, pero no se veía el final de la noche y nadie estaba cansado, habríamos seguido horas y horas. Además todavía faltaban “Asteroid” y “The Wait”, las cuales llegaron antes de la salida del grupo.

Tras su regreso al escenario ya no quedaba mucho por mostrar, pero se las arreglaron para mantener las cosas emocionantes con “Change”, “Wardance”Pandemonium”, para luego regodearse por varios minutos con la ovación del público.

Creo que Killing Joke, como muchas otras bandas, ha encontrado algo especial en México. Prometieron que iban a volver en nueve meses, si es así estoy seguro de que muchos de los que estuvieron en El Plaza van a repetir.

Sergio Ang

REDACCIÓN:

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