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En Años Luz, La Habitación Roja deja un registro sonoro de los sentimientos que ha provocado la contingencia sanitaria, aunque ese no era su objetivo. Su doceavo disco propone una narrativa triste y desoladora, pero al mismo tiempo es correspondida con melodías cálidas y acogedoras para los tiempos actuales. Si bien la melancolía y la nostalgia predominan, un aura de esperanza impera en el álbum.
Para Jorge Martí —vocalista y guitarrista de la banda— Años Luz refleja momentos del pasado y del presente pandémico. La segunda parte en la que está trabajando será el “después” que se encargará de “abrazar la libertad y un nuevo momento”.
Antes del coronavirus, La Habitación Roja se alistaba para salir de gira con motivo de sus 25 años de carrera, sin embargo, los planes tuvieron que ser pospuestos. Además, tras la publicación de Memoria (2018), la agrupación valenciana atravesó por muchos cambios, según comenta Jorge en entrevista para Indie Rocks!.
Las canciones pues si tienen ese pozo de melancolía, creo que es también en parte por todo lo que hemos vivido. Después de Memoria, el grupo cambió en muchos aspectos: cambiamos de compañía, cambiamos de manager, salió un componente del grupo y entró otro nuevo colaborador. Hubo cierta tristeza en algunos momentos. También tuve un momento de salud grave… no sé, pasaron muchas cosas, y supongo que todo eso queda un poco reflejado en esa melancolía”.
Años Luz resultó ser “atípico” ya que, de acuerdo con Jorge, la publicación estaba planeada para otro contexto. Se tenía previsto guardar una parte de las canciones —hechas a finales de 2019— y compartirlas una vez concluidos los más de 45 conciertos que conformaban a su aniversario.
"Decidimos dejar aparte una primera sesión de siete canciones que nos gustaban mucho, pero que pensamos: ‘Bueno, vamos a esperar’, porque teníamos el 25 aniversario, muchos conciertos, mucha actividad y pensamos: ‘Bueno, tampoco hay que quemar tantos cartuchos, mejor vamos a hacer este año todos los conciertos que nos están saliendo y vamos a ganar dinero’, incluso bastante —en ese momento, Jorge duda sobre su anterior respuesta y continúa—: “Bueno, no sé si bastante, pero más de lo que hemos ganado en nuestra carrera; íbamos a recoger frutos de tantos años invertidos en la música y dijimos: ‘Pues ya sacamos el disco en 2021 o más adelante’, y de repente… pasó la pandemia.
Entonces, volvimos a escribir desde casa y empezamos a plantearnos que quizá como no hemos sacado disco y no hemos hecho tampoco esa gira que teníamos planeada, podíamos, quizá, hacer un disco doble”.
La segunda parte de Años Luz será publicada a finales de año y estará conformada por diez canciones producidas por Paco Loco en su estudio ubicado en El Puerto de Santa María, en la ciudad de Cádiz. De hecho, al inicio de nuestra conversación, Jorge comentó que al día siguiente (sábado cinco de junio), la banda daría inicio a la grabación correspondiente.
Una constante en el nuevo disco de La Habitación Roja es la reflexión sobre quiénes somos y cómo percibimos la vida. De igual forma, predomina el papel de la creatividad artística como una respuesta ante situaciones preocupantes. A fin de cuentas ¿no es vital la imaginación para el ser humano?
En el álbum, el grupo reflexiona sobre la importancia de aprender y retoma la necesidad de hacerles frente a los problemas. Asimismo, la sobrevivencia y el ímpetu para perseguir un estado de felicidad son elementos clave.
Cuando uno va a haciendo canciones, va escribiéndolas, va grabándolas, y luego, creo que cuando pasa el tiempo, uno puede echarles un vistazo y darse cuenta de que esas canciones tienen un hilo conductor. En este caso, curiosamente, hablábamos de la ruptura, de las distancias, de la soledad, de la separación, y realmente pues vino la pandemia y algunas canciones tenían reminiscencias de la misma.
Creo que las grandes canciones son letras universales que a uno le valen para contar ese momento, y no sé, es así y pasa con la música”.
El título del álbum hace referencia al libro Light Years del escritor estadounidense James Salter. Fue a través de la novia de Pau Roca Ávila —guitarrista del grupo— que los demás integrantes se acercaron a la novela. Al respecto, Martí comentó: “Hay un montón de claves en ese libro que nos pareció chulo e interesante. Al leerlo, las canciones ya estaban hechas, pero precisamente la canción “Años Luz” está inspirada un poco en este libro y en otro libro que me leí de Salter que es un ensayo en el que explica el arte de escribir y bueno, tomé algunas notas e inspirado en eso la escribí”.
[El libro] Nos fascinó porque habla de la decadencia, del amor y de las parejas, y de cómo a pesar de tenerlo casi todo, la pasión comienza a ausentarse. Es un libro que habla sobre las relaciones, sobre la condición humana, sobre la insatisfacción, la soledad a pesar de estar con gente y sobre la incomunicación.
Luego, es un título bonito, un título sugerente. Evoca al espacio, a los años luz, grandes distancias. Llegó la pandemia también, estuvimos separados y las distancias se hicieron gigantes como años luz ¿no?. Entonces, al final, muchas veces tienes un chispazo, ¿o es una estrella fugaz?, una idea, y de repente pues buscas ahí el significado”.
En cuanto a la portada, La Habitación Roja decidió ocupar la fotografía que Pau Roca capturó durante su viaje con los demás integrantes en Oslo, Noruega. En ella, observamos un par de montañas cubiertas de nieve, cuya perspectiva de frente nos guía hacia un lugar misterioso y oscuro. En su momento y al ver las fotos reveladas de aquel paisaje tan hermoso, a Jorge no le quedó más que decir: “¡Joder! Me encantaría esto para la portada de un disco”.
Estábamos en la base de esas montañas que se levantaban ante nosotros, majestuosas e imponentes, como una gran barrera. Y de repente, pues, bueno, pensé: es esa pared, ese motivo u obstáculo, son las vicisitudes que la vida te pone por delante que hacen que no puedas continuar: ‘haz de escalarlas, haz de subirlas, haz de sortearlas’. También separan esos obstáculos”, enfatiza el cantante.
Precisamente, los temas “El Miedo Abierto”, “Cuando el Mundo Colapse” o “Taquicardia” hablan sobre dichas adversidades. Sin embargo, en pistas como “Las Canciones”, “La Luz” y “Patria”, Jorge crea pequeños refugios contra la ansiedad provocada por los tiempos caóticos que habitamos.
En el caso de “1986” el sentimiento es genuino y conmovedor. Si bien el sencillo está dedicado a su hija, el mensaje resonará en las mentes de muchos confundidos de un presente adverso. “Una cosa que me está pasando en los últimos tiempos es que antes componía desde el punto de vista de mi mujer y, ahora, pues muchas veces intento componer desde el punto de vista de mi hija. No sé, intento ponerme en su piel, entender cómo ve ella el mundo, el por qué a mí lo que me parece tan sencillo a ella le parece tan complicado, tan difícil”, explica Jorge.
La pandemia no le facilitó la situación a nadie en el mundo y, en el caso de la juventud, la situación de tener que aguardar en casa y privarse de una etapa de descubrimiento y curiosidad ha replanteado la forma en cómo nos relacionaremos los seres humanos en un futuro.
Jorge plasma esa “angustia adolescente” contemporánea en el sencillo “1986”. Con guiños a “There Is A Light That Never Goes Out” de The Smiths y a toda la escena local española de los años 80, el vocalista describe el tema como “un canto de ánimo, un canto a la adolescencia”. Además, asegura que todos tienen sus momentos de indefinición, frustración y tristeza, sin embargo, le recuerda a su hija que “encontrará su voz, que encontrará su camino, que ahora no sabe bien lo que quiere, pero seguro que llegará un momento en que encontrará ese camino y lo abrazará y podrá demostrar su talento, su fuerza, y sus virtudes, y que no pasa nada que esté como ahora, porque todos hemos pasado por ahí, pero es que muchas veces no nos acordamos ya”.
Mi hija mayor es adolescente ahora, la pequeña tiene 13 y la mayor tiene 15 años y veo muchas veces que hay esa timidez innata, esas ganas de hacer cosas, pero no atreverse. Esto se acentuó mucho con la pandemia. La he visto triste, y no sé… creo que la pandemia ha afectado mucho a la gente joven porque claro en el momento de florecimiento máximo de una persona pues se ha tenido que quedar en casa, no ha podido socializar. Y bueno, pues recordé cómo era mi adolescencia cuando tenía 14 años y fue la primera vez que fui a una discoteca; recuerdo que sonaba The Cure, The Smiths, Talking Heads, Radio Futura, Golpes Bajos y un montón de grupos que me tocaron muy fuerte y que fueron la base luego de mi educación musical. Son grupos que me marcaron, que me siguen gustando todavía”, expresa Jorge.
Al momento de recibir mi llamada, Jorge Martí recién regresaba de su presentación en el Festival de Málaga, el cual es la antesala para el festival de cine que se realiza anualmente en dicha ciudad.
Al respecto, el cantante comenta que esta nueva experiencia en los escenarios ha sido “extraña” ya que la gente está sentada la mayor parte del tiempo y el aforo es reducido. Asimismo, menciona que las mascarillas son obligatorias y no hay venta de alcohol ni trasiego de gente. Sin embargo, enfatiza: “los shows en general son emocionantes porque puedes ejercer tu profesión, puedes tocar y ves que la gente lo agradece muchísimo.
No puedes ver sus caras, pero puedes escuchar sus aplausos y luego te llegan sus comentarios por redes y realmente es bonito, aunque sea de esta manera. Claro, todos esperamos que poco a poco la cosa se vaya abriendo. En un principio pensamos que sería como de golpe: ‘Ya está solucionado, todo para adelante’, en este caso, la cosa está siendo paulatina. Este verano pinta mejor que el anterior, habrá más cositas e iremos haciendo las que nos vayan saliendo”.
A lo largo de su trayectoria profesional, La Habitación Roja posee canciones para una gran diversidad de situaciones: amor, desamor, pérdida, fuerza, valor. Su música ha acompañado a miles de personas y mientras Jorge explicaba la importancia que tienen las canciones para él, una “tierna anécdota” le vino a la mente:
Teníamos un conejo que era de mis hijas, y murió ayer en los brazos de mi hija, y estaba muy triste, ambas estaban llorando, y bueno, vieron un trocito del concierto [del Festival de Málaga] y me decía mi mujer que con todas las letras le venían a la cabeza el conejito, y bueno... es la muerte ¿no?.
Pensé que siempre una canción te toca por dentro y ya no solo es la canción, sino cómo tú te sientes, el cómo interactúas con una canción, es un momento personal. Y las mejores canciones funcionan en diferentes planos y en diferentes situaciones”.
Para terminar nuestra conversación, Jorge Martí encapsula Años Luz con la siguiente reflexión:
“Lo que no queda escrito desaparecerá, y yo añado de mi cosecha pues ‘canta mi poema, vuelve a recordar’.
Creo que las vidas, las vivencias, nuestras historias las vamos escribiendo conforme vamos viviendo, pero creo que la música, la literatura, el cine, van contando esas historias y las va fijando a la memoria de la Historia y de la gente para las generaciones que vendrán.
Creo que como músicos pues al final somos cronistas de nuestra época y quiero pensar que estas canciones sirven para explicar un momento y unos sentimientos que sucedieron en un periodo de tiempo determinado, pero que tienen una proyección universal y que pueden ser válidas para siempre, que son universales para que nosotros podamos cantarlas y la gente también pueda cantarlas y escucharlas y que no desaparezca el legado, que no desaparezca la memoria.
Cada vida puede ser un poema, no sé, es como que hay cosas bonitas en la vida siempre a pesar de las adversidades”.
Te invitamos escuchar Años Luz, a continuación.