Blazko Scaniglia: Sábado histriónico

La noche del sábado lucía tranquila; la entrada al Pasagüero también. El motivo principal de la reunión era la presentación oficial del disco: Ritos, Perversiones & Delirios del músico mexicano Blazko Scaniglia.

La verdad incómoda es que muy poca gente asistió a esta presentación y los ánimos no estuvieron al 100. Audiencia probablemente conformada por los mismo integrantes de las bandas, amigos cercanos y familiares; uno que otro individuo completamente ajeno a los músicos (aparte del staff del Pasagüero). A pesar del panorama, el compromiso seguía en pie y ambas bandas sacaron la casta.

Previo a Blazko, los chicos de Turbina aprovecharon para tocar canciones de su más reciente disco: Leti'hum eek' - Inda Jani - Mish Masadi II. Su pequeño setlist lo conformaron las primeras cuatro canciones del álbum mencionado pero también hicieron un breve recorrido por sus primeros materiales cuando hicieron sonar "Cretino" y "Mira al cielo". Sin pena ni gloria, Turbina terminó su show con más fuerza de la que empezaron y bajaron del escenario.

A unos minutos de que el proyecto de carácter histriónico iniciará, tembló. Todos los que asistimos salimos del edificio y esperamos a que las réplicas pasaran. Ahí, en la calle de Motolinía, se encontraban los demás noctámbulos de los bares aledaños; se formó una multitud. De pronto, Blazko decidió aprovechar la situación; improvisó y con su característica tesitura de voz enunció: “ El show va a comenzar”.

Por fin nos regresaron al interior del recinto, pasaron pocos minutos para que el videoclip que también estrenarían estuviera ya proyectado en la pantalla. Esto funcionó como introducción, y poco a poco subieron cuatro personajes que se hicieron cargo de una batería (Roy Blazquez), guitarra (Javier Alejandre), sax (Jaime Aldaraca) y bajo (Blazko) para darle paso a la breve tragicomedia con el cover de “Perfect Day” de Lou Reed. Todo esto muy a su manera, con esa voz de Blazko que recuerda a la opereta más el conjunto de los instrumentos que hicieron navegar por oscuros escenarios.

Tocar y ver poca gente tal vez sea como dar gritos en el desierto; no hubo tal vibra de la gente que suele alimentar al artista. Sin embargo, conforme pasaron las rolas la fuerza se consolidó. El líder del proyecto interactuaba con el escaso público entre sus canciones y las presentaba. Se escuchó “Sacra” y una nueva canción como “Adentro del cristal”.
Blazko dijo: “Porque sigo siendo el rey” para darle paso a “Ahora que se ha muerto”, al final de la interpretación despeinó su corta cabellera y para esa entonces ya eran tres arriba del escenario, pues el “aliento fúnebre” (el sax, como se hace llamar en el proyecto) salió.

Sonidos que recuerdan al flamenco se dejaron escuchar mientras que Blazko se apoderaba un poco más del pequeño escenario del Pasagüero; flexiones y una actitud más poderosa con el bajo vislumbraban el final del concierto, no sin antes revivir el momento de la presentación del videoclip de “El Antídoto” y más adelante cerrar con “Placere Machivaellico”.