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The Cynics: Rock desmenuzado hasta la cochera

The Cynics: Rock desmenuzado hasta la cochera

05/May/2014

Se pisa una pedalera fuzz y se desata el infierno; antes de Thee Oh Sees, Ty Segall y The Black Lips existía The Cynics, que reanimó el término ‘garage’ de las catacumbas y desde su debut en 1982 han, incesantemente, dado cátedra de qué es y qué no es garage.

"Para mi, el garage es uno de los mejores sonidos porque suena literalmente a tocar en una cochera, tiene el reverb y el eco; como ‘Gloria’ de Shadows of Night, ‘The Last Time’ de Rolling Stones e ‘It’s Not Fair’ de Unrelated Segments. 1966 fue el mejor año, lo llamamos El Verano del Odio. Una época llena de resentimiento: ¡todos al diablo! Ahí tienes, pura actitud engreíday punks” explicó su visión del género el guitarrista, Gregg Kostelich.

Como guitarrista congénere de bandas como The Ultra-5, The Fuzztones y The CrampsGregg formó parte de un primer revivial del garage a principios de los 80; mientras el mundo se concentraba en el hardcore o new wave, él y su banda hacían rápido rock de tres acordes. En su momento, le tocó que se rieran o le chiflaran al subirse en escena, cuando ahora el género ha engendrado decenas de bandas que buscan colgarse de su nombre.

"Hay agrupaciones jóvenes que retoman sus valores y raíces como Nox Boys y Night Beats: rock and roll desmenuzado a lo básico. Actualmente, hay una ola de garage que es básicamente rock, pero se ponen la etiqueta del género porque está ‘en onda’, hecho que a la larga exterminará a bandas como nosotros, verdaderos representantes del garage, porque luego viene el mainstream y nos dicen ‘oh, tú eres solo una banda de garage, debes apestar porque suenas a una cochera’. ¿Te das cuenta?, de una u otra manera estamos jodidos" rió el guitarrista.

Sostener una conversación con Gregg no es solo platicar con un músico, pues también es parte de Get Hip Recordings, una disquera independiente que firma y distribuye no solo catalogo de bandas clásicas, sino nuevos talentos como Bipolaroid, The Nervebreakers Rainy Day Saints, ante lo que dio su punto de vista de la industria también como disquera.

"¡Uff!, qué timo eso de Deezer, Spotify y Pandora; la discografía de Cynics está ahí. Con Spotify tienes 40,000 reproducciones a cambio de cuarenta centavos y creen que por darnos un cheque con regalías de menos de un dolar son honestos. Es el último clavo en el ataúd de los músicos, ¡no nos hace más populares! En cuanto a ‘exposición’, esa palabra que usa la industria para que firmes el contrato por nada, no es suficiente" despotricó Gregg.

"Paso por esos sentimientos encontrados cada dos o tres años, ¿sabes? Deshacer la banda y dejar todo por la paz… pero en cuanto me llegan nuevos riffs, me emociono. Sin ellos no tienes canciones nuevas y no puedes seguir… y cuando los tienes, resulta que ya no puedes vivir de ellos. Al final es cuestión de qué tanto lo quieres hacer" reflexionó Gregg sobre las inclemencias de la decadente industria.

The Cynics recién terminó una gira con los legendarios The Sonics por Europa, continente que, según explicó Gregg, está hambriento de garage, específicamente España, donde hasta encontró dos integrantes para continuar con el proyecto. Pero aún es un camino difícil el que queda por recorrer, para el que siempre habrá una gran recompensa cuando se ve un club lleno de sudorosos jóvenes o simplemente se reconoce tu trabajo.

"¡Ja! The Hives tienen al menos dos canciones que si las tocas al revés son ‘Learn to Lose’, que está bien –me da gusto ser inspiración-, pero al menos díganlo en una entrevista como los chicos de Mudhoney, no hagan lo que The White Stripes: ‘¿Sabes? The Cynics – Rock ‘N’ Roll me ayudó a sobrevivir a la preparatoria’, Jack White me lo dijo en persona y yo estaba de ‘tío, dilo en una entrevista, así tal vez pueda vender un par de discos ¡Nos estamos muriendo aquí!’" finalizó Gregg.