La paradoja nihilista de Grouper

Grouper, proyecto de experimentación electro acústica de la talentosa y sensible Liz Harris, se presentará el 3 de Septiembre en la Ciudad de México como parte del festival MICGénero, dedicado al cine internacional, ética ambiental y el eco feminismo.

A pocos días de su primera presentación en nuestro país, la artista originaria de Portland, Oregón, se mostró agradecida por la invitación y comentó: "Estoy totalmente a favor de la igualdad de derechos para todos, el cuidado de nosotros mismos y el planeta". Su visión nihilista de la vida, la muerte y el arte, su nuevo material y el futuro de su carrera son algunos de los temas que elocuentemente compartió para Indie Rocks!

Con Grouper, Liz Harris se toma muy en serio lo que hace. Su grandeza está en la experimentación de reverberaciones y paredes sónicas que logra con su guitarra y voz melancólica. Sus temas son, recurrentemente, una disección del ser desde un punto de vista existencialista con dotes de nihilismo. Es una artista poco convencional que desborda emoción y sensibilidad con cuestionamientos profundos sobre los arquetipos del bien y el mal, la vida y la muerte y los blancos y negros en nuestro interior y en la sociedad. "

"Trato de hacer música honesta sobre el mundo y los seres humanos, los cuales no son felices o tristes en su totalidad. Es una gran paradoja plegada internamente".

Aunque su inspiración principal no tiene que ver con lo musical, a Liz Harris le interesa la música honesta, emocional, abrasiva, interna y espiritual. Mucho rap, música antigua de coros y artistas como Roky Erickson, Scott Walker y The Shadow Ring. Pero el verdadero motor de inspiración y motivación para Harris reside en un abanico amplio de paradojas que puedan exorcizar esos demonios internos.

"Para mí, los lenguajes aurales y visuales siempre han sido más fáciles de comunicar que lo verbal", lo efímero, la ciencia ficción y el nihilismo son sus fuentes y referencias inmediatas para el juicio de un cuestionamiento intelectual donde la negación filosófica de supuestos culturales y sociales, hace que su música y su voz estén contradictoriamente plagadas y empalmadas con oscuridad y luz: “La decadencia, la destrucción y el canibalismo están en el mismo cuarto que el amor, la conexión y la transformación”.

Su nuevo disco, The Man Who Died In His Boat, es un ejercicio de honestidad y crudeza sobre lo que acontece día a día en la sociedad y en las batallas internas de cada persona: "El título del disco es una metáfora hacía la raza humana como un todo; de mí, de una memoria, una referencia a Bas Jan Ader, a mi padre, mi madre, a una persona anónima que nunca conoceré. Es también una conversación abierta sobre el suicidio, el gobierno Estadounidense y sobre la raza humana autodestruyéndose. Es una forma de pensar y de expresar libremente temas sobre la vida y la muerte".

El futuro para Liz es prometedor: "Proyectos con una banda de nombre Helen con un sencillo de 7” en camino, un disco con mi amigo Lawrence English llamado Slow Walkers y un álbum con Jefre Cantu-Ledesma bajo el sobrenombre de Raum llamado The Event Of You Leaving. Después de esos compromisos, haré nuevo material con Grouper. He escrito más de 60 canciones que aún no han sido grabadas".

Pero, abrumada por la paradoja de las relaciones personales y las del interior y el nihilismo que permite tomar riesgos, Grouper es un proyecto para sentirse y no solamente para escucharse. Es una oportunidad para entrar en una catarsis intelectual sobre las dudas con las que cada uno de nosotros transita por este mundo efímero y decadente. Su visión no es pesimista sino nostálgica: "soy una persona melancólica; extremadamente sensible pero no me describiría como un ser triste".

Liz Harris nos dejó expectantes para su presentación en México y finalizó la conversación recomendando un par de artistas y canciones que considera relevantes: La versión lenta de “I Am The Cosmos” de Chris Bell (ex miembro de Big Star), el gangsta rap de los neoyorquinos AZ y MSHR, un dueto electrónico experimental con origen en su natal Portland.

Sin más que agregar, bienvenidos al denso y complejo mundo de Liz Harris y Grouper.