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El nombre de la banda se pronuncia tal como se lee: Kongos. No son “los Kongos”, ni congos, congas o kongus. No tienen relación alguna con las percusiones congas, la tribu del Congo, Donkey Kong, el club Kongos en Oklahoma, los navíos de batalla japoneses o el peleador Cheick Kongo; son los hermanos Dylan, Daniel, Jesse y Johnny, se apellidan Kongos y representan la herencia musical sudafricana.
Nacieron en Johannesburgo, pero pasaron parte de su infancia en Londres debido a que su padre, el cantautor John Kongos, quien tuvo su mayor éxito en los setenta, tenía un estudio de grabación en la capital inglesa. De ahí proviene la herencia sudafricana que actualmente se fusiona en la propuesta de agrupación.
"La figura de nuestro padre fue muy influyente. Crecer rodeados de instrumentos en un estudio de grabación definió la manera en que nos acercamos a la música una vez que crecimos", relataron en entrevista para Indie Rocks!
Tenían aproximadamente cuatro años cuando tomaron sus primeras lecciones musicales y comenzaron tocando el piano; más tarde, en la adolescencia, cada uno decidió probar diferentes instrumentos; Jesse prefirió las percusiones, Dylan y Daniel voltearon hacia los instrumentos de cuerdas y Johnny se apegó al piano, añadiendo el acordeón, diversidad que les facilitó empezar a tocar como grupo.
"La conexión natural que tenemos definitivamente tiene peso. La intuición entre nosotros al tocar ya estaba ahí y cuando comenzamos formalmente el proyecto fluyó fácilmente la dirección musical que queríamos seguir”, relató Jesse.
En el sentido artístico, el legado de su padre y la influencia de ritmos africanos se hacen presentes en sus creaciones de maneras tanto intencionales como inconscientes. La manera inconsciente resulta obvia por la conexión que tienen con la cultura sudafricana, mientras que el otro factor, completamente intencional, aparece por el interés que tienen en mezclar música occidental con ritmos de su continente.
"Haber crecido en Sudáfrica y conocer tanta música africana definitivamente fluye en nuestras obras, pero también mezclamos intencionalmente elementos de ese sonido porque creemos que el mundo está cada vez más interesado en África y nosotros mismos lo estamos", platicó el baterista y percusionista de la agrupación.
Kongos comenzó a sonar en las radiodifusoras sudafricanas en 2012, tras el lanzamiento de su álbum debut, Lunatic. Luego pasaron al mercado europeo y un par de años después dieron el salto a Estados Unidos. En los últimos meses su ascenso parece muy rápido, pero les tomó una década definir su proyecto, trabajarlo y ganar reconocimiento.
La escena musical de Sudáfrica que representan los hermanos Kongos parece muy lejana al mercado internacional. A pesar de ello, los músicos consideran que está muy viva y que en los próximos años surgirán cada vez más artistas, pero mientras tanto abanderan esa herencia musical.
"Es una escena que se complementa, todas las culturas se mezclan. Se experimenta un ambiente muy vibrante e interesante y es algo a lo que nosotros nos abrazamos", finalizaron.