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Cuando descubrió que la llamada telefónica para entrevistarlo venía de México, José González cambió su perfecto inglés por un español igual de claro. El cantautor se encontraba en su casa en Suecia, donde con motivo del lanzamiento de Vestiges and Claws, su rutina consiste en alternar entrevistas con ensayos para sus próximos conciertos, primero en Portugal y España, luego en el resto de Europa. También se le antoja girar por Latinoamérica pero no sabe cuándo, pues en sus palabras, “el mundo es demasiado grande”.
“No me siento nervioso con el lanzamiento. Este es mi tercer disco en solitario pero se siente como el quinto porque hice otros dos con mi grupo (Junip). Este material es una continuación del de dos años atrás y se llama Vestiges and Claws en parte porque me gusta la ironía de que ya nadie utilice la palabra vestigio, que significa el rastro de algo que desaparece o desapareció. Además, esa frase forma parte de la letra de uno de los temas del disco”, explicó.
Para este material el proceso creativo de González fue el mismo, o sea que tocó la guitarra solo y fue juntando riffs durante muchos años para luego, en algún momento decidir cuáles usar. Para este disco tenía 14 riffs a los que les agregó las melodías y finalmente los textos. Todas las composiciones son suyas y la única colaboración fue de Ana Blander, quien tocó la flauta.
“En mi proyecto personal no siento la necesidad de buscar otros instrumentos porque eso ya lo exploré con Junip, mi banda. También fui de gira con una orquesta, entonces ahora quería volver a las raíces, retomar el control absoluto y volver a un sonido más minimal, así que solamente metí guitarra, voz y percusión. En mi caso, lo que más me interesa es la música, los textos son secundarios. Siempre me ha molestado el proceso de escribir letras, aunque ahora me siento más cómodo que antes. Los temas de los que hablo no son premeditados, son poemas que evocan imágenes y trato de no pensar de qué tratan”.
La simpleza del músico se traslada a todo lo que hace así que prefiere trabajar desde casa que en un estudio. Básicamente arma todo con un micrófono y una laptop, pues le gusta la sensación de simpleza y detesta trabajar con mucha tecnología. A pesar de que sus temas han sido utilizados para musicalizar películas y series como “Walter Mitty”, José no planea componer para algún proyecto en particular, pero al mismo tiempo está consciente de que seguramente algún supervisor musical comprará alguna de sus canciones, pues “eso ha pasado con todos los discos”.
Solo el tiempo dirá si el músico tocará suelo mexicano este año, pero algo es claro: su única pretensión es seguir haciendo música toda la vida.
Ve nuestra reseña del disco de José González, Vestiges and Claws