Entrevista con Zola Jesus

El trabajo colaborativo como modo de resistencia.

Nika Roza Danilova es una persona que cuando habla de música, habla en serio. La afirmación parece ser muy simplista cuando lo que escuchas en los primeros segundos de su sexto trabajo Akhron escuchas una gama de oscuridad e intensidad de la que sólo una mente compleja como la de ella es capaz de mostrar al público. Sin embargo esta vez hay un giro, tras cinco álbumes llenos de intimidad expuesta, esta vez no podía hacerlo sola, la compositora en un acto único en su carrera, ha decidido hacer este trabajo en compañía:

Siento que tener relaciones interpersonales en este planeta y saber que estamos todos en esta misma situación es algo muy sanador, y creo que lo estamos dejando de lado, porque hemos estado aislados y siempre se nos ha dicho que tenemos que competir entre nosotros con el fin de sobrevivir”.

Su nuevo disco es un conjunto de canciones que abordan nuevamente la psique humana; pero si en Okovi representaba una catarsis cruda y dolorosa aquí continua, pero de una manera mucho más esperanzadora. Mucho de esto tiene que ver con lo intenso que resulta la vida real en la actualidad y que es la razón principal para contrarrestar eso en su música, con la idea de sumar y no restar esfuerzos en búsqueda de una mejor sociedad.

Así este disco, que en realidad ya estaba terminado en su versión demo, recibió un nuevo tratamiento de la mano del productor Randall Dunn (Sunn O))) , Johan Johansson) quien le dio una interpretación propia a las ideas de Danilova. A este ejercicio se le sumó el esfuerzo de varios músicos que añadieron instrumentación en vivo a las canciones, destacando el esfuerzo de Matt Chamberlain, frecuente colaborador de Fiona Apple.

Para este disco que quería trabajar con todo el mundo y probar que nos están mintiendo cuando dicen que no debemos trabajar juntos, el sistema no quiere que hagamos esto...al mismo tiempo los discos que escuchamos década tras década que se han convertido en clásicos, han sido trabajos donde se ha reunido mucha gene que se ha comprometido con el sonido, que ha creado algo mejor que la suma de sus partes y como solista lo encuentro mucho mas interesante".

El sistema es algo con lo que la cantante ha luchado durante la mayor parte de su carrera. En 2014 la cantante lanzó al mercado su disco Taiga, que presentaba un sonido mucho más prístino y familiar para la audiencia, en un intento por acercarse al mundo pop del que inconscientemente hay en su música. El resultado, dependiendo del ángulo de quien lo vea tuvo resultados mixtos, pero le dio una perspectiva de lo que su carrera debía ser para ella el resto de su vida, un viaje unipersonal.

 Creo que en ese punto de mi carrera, la gente me decía que me siguiente trabajo me haría saltar a la fama, que lo siguiente que hiciera me haría ganar una mayor audiencia, que pasaría si trabajaba fuertemente en ello, entonces pensé: ‘si esto es lo que necesito hacer y la gente cree que estoy cerca de alcanzar el objetico, entonces quiero hacerlo'.  Pero entonces en vez de ser yo misma, me di cuenta que quería quitarle (al proyecto) muchas capas y hacerlo más limpio y verme de esta misma manera, pero no lo soy, soy una persona salvaje (risas)”.

Ahora en este nuevo disco, que llega después de su primer recopilatorio en vivo y después de permanecer en asilamiento por la pandemia, la cantante se escucha en paz consigo misma, equilibrando sus demonios e iniciando un capitulo mucho más esperanzador, pero también abierto a un universo que se encuentra con los brazos abiertos para dar cabida a proyectos femeninos libres de las presiones que la industria mainstream impone.

Es un gran problema, que las músicas tienen una gran presión para definirse así mismas de una manera más grande. Porque casi siempre es ‘soy una mujer, pero estoy haciendo todo esto por mi propia cuenta y entonces hice el arte, lo produje yo misma nadie lo tocó’. Porque si eres una mujer la gente asume que eres parte de esta industria donde siempre hay hombres detrás de ti, lo cual espero sea algo que la gente vaya dejando de lado. Creo que estos últimos 10 años han cambiado mucho las cosas en lo que respecta a las contribuciones hechas por mujeres, algo que celebro”.

Ahora las cosas son distintas pero aun queda mucho camino por recorrer y así como la música es la vía para dejar salir sus pensamientos y reflexiones sobre el ser interno, las redes sociales las usa para externar cosas que involucran a la sociedad  en general. En twitter la cantante  se ha vuelto una vocera constante para la comunidad artística independiente, en busca de mejores condiciones para que los creadores continúen haciendo su trabajo alrededor del mundo.

“Creo que tendremos que crear un ecosistema para los músicos independientes, pues la música mainstream está muy arraigada a viejos modelos  que simplemente ya no funcionan, que algo nuevo tiene que emerger con el fín de sostener  a los músicos independientes, pues no creo que algo vaya a cambiar, pues no desea ser cambiado”.

Akhron llegará a las tiendas el 24 de junio, cuenta con 10 tracks y sin dar muchos detalles del sonido, las percusiones de este trabajo son la base de la mayoría de las canciones, que incluso en esta ocasión invitarán a algunos a bailar, el sonido continua en una gama de capas que generan ambientes sombríos y encima de todo ello la voz de su autora en su máxima potencia. Cuando Zola Jesus mira hacia atrás, la cantante recuerda cuando en sus inicios usaba ollas y tazas para grabar sus demos en la computadora, con una sola constante en su vida: la voz.

Creo que mi voz ha cambiado mucho, si no estoy bien emocionalmente, mi voz no va a ser lo suficientemente fuerte. Creo que estoy en una etapa de mi vida en la que puedo usar toda mi voz, porque está ahí para mí”.