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“Veo la música también como algo colectivo”.
Dejando flores, el álbum debut del artista tapatío TULI, es el resultado de un viaje largo y transformador que culmina en un sonido propio y auténtico. "Me siento muy contento, liberado y muy emocionado de que ya lo puedan escuchar", dice TULI, reflejando la satisfacción de haber completado un proyecto que tardó más de dos años en ver la luz.
El proceso de creación, según cuenta, fue todo un reto. "Me clavé mucho en explorar todos estos sonidos, en buscar el sonido que realmente quería para mí", comenta, recordando el esfuerzo invertido en cada etapa de la producción. El álbum, grabado durante la pandemia, se convirtió en una forma de redescubrirse como artista. "Tenía miedo de cantar, como que no sentía que pudiera hacerlo", admite. Sin embargo, ese miedo se transformó en un motor que lo impulsó a superarse. "Fue como romper el miedo y explorarme a mí mismo".
Entre todas las letras del álbum, una frase resuena especialmente con él. "El tiempo no se equivoca de lugar". Para TULI, esta frase simboliza la importancia de estar presente. "Me recuerda a que siempre estoy en el momento y en el lugar indicado con la gente correcta".
El legado musical de su padre, un pionero del rock, ha sido una influencia constante en su vida y obra. "La música de alguna manera para mí fue algo súper natural desde chiquito", dice TULI, recordando cómo creció rodeado de músicos en Guadalajara. "Siempre he estado en la música", añade, destacando la influencia de la psicodelia de los setentas en su sonido, así como de artistas como Tame Impala y Gorillaz.
Finalmente, TULI habla sobre la importancia del estudio, un espacio que era de su padre y más tarde remodeló, y que ha sido fundamental en la creación del álbum. "El lugar ya tenía su energía muy plantada y llegué yo, le removí todo y le metí la mía", explica, subrayando la fusión de generaciones que se refleja en su música.
El nombre del artista no solo es un juego de palabras, sino un símbolo personal que se entrelaza con su música y su identidad. "La verdad no tengo una flor favorita en particular. Pero tengo tatuados cuatro tulipanes. La gente suele llamarme TULI, tuli-pan, así que el tulipán se ha convertido en la flor que más tengo tatuada y presente en mi vida."
Dejando flores no es solo un disco; es el reflejo de años de trabajo, superación personal y exploración musical. Un álbum que, como su creador, está destinado a dejar su marca.