Favoritos
Haz click en la banderilla para guardar artículos en tus favoritos, ingresa con tu cuenta de Facebook o Twitter y accede a esta funcionalidad.
Aparecer en la mitad de los 2000 era ya un reto por sí mismo. En medio de la explosión del post punk revival y la llegada al mainstream del punk rock, destacar siquiera como una banda de culto parecía una empresa imposible (y ni hablar del lugar de los charts, entonces ocupado por The Killers). Empero, con el viento en contra, The Gaslight Anthem pasó a la historia del naciente siglo como cabeza de la escena de New Brunswick y exponente contemporáneo del sonido “heartland”, que previo a la llegada del grupo corría el riesgo de caer en el olvido.
Así, la banda liderada por Brian Fallon estampó su nombre en el punk rock de los 2000 con The 59’ Sound —una nueva aproximación al rock de Bruce Springsteen, su máxima inspiración e influencia— y mantuvo una carrera sólida hasta el aclamado Get Hurt (2014), “nuevo clásico” de los corazones rotos y el fin del romance que, coincidentemente, marcó también el fin de una etapa del grupo. Nueve años después, Gaslight regresa con una nueva aproximación a su sonido y una necesaria relectura a los libros de su propia historia.
Se sintió bastante bien regresar a algo que sentimos que definitivamente no estaba terminado”, dice Fallon.
"Volver en una época en donde el rock comienza a ser apreciado nuevamente lo ha hecho mucho mejor, porque recuerdo cómo era en 2014. Era difícil; todos estábamos como ‘ah, no estoy seguro de esto, no estoy seguro de que [el estilo] siga funcionando’ Y después, ya sabes, los chicos trajeron las guitarras de nuevo, cuando ahora tienes a todas estas nuevas bandas y los jóvenes están interesados otra vez en esto, gracias a Dios. Estoy muy viejo para aprender a tocar otra cosa”, agrega el cantautor.
De esta forma, The Gaslight Anthem regresa con History Books, un álbum que encapsula la sensibilidad, inquietudes y aprendizajes de tres lustros de historia de la banda —más el interludio solista ‘singer-songwriter’ de cuatro álbumes de Fallon—, y le permitió a ésta reencontrarse con la esencia de trabajar juntos en favor de las posibilidades expresivas de la guitarra, justo como al inicio.
Es curioso porque creo que en Get Hurt quisimos intentar hacer algo diferente a lo que siempre hacíamos. Entonces, hicimos todo de una misma manera: escribir canciones, practicar, salir de gira… Y, ahora, nueve años después, dijimos: ‘¿por qué no volvemos a lo que funcionó siempre?’”.
Sin embargo, Fallon y compañía no querían que History Books fuera un álbum de nostalgia: "No queríamos sólo volver a la esencia de lo que nos identificaba como The Gaslight Anthem —una banda de punk rock con influencia de Springsteen y demás—. Volver a eso fue bueno, pero no queríamos simplemente quedarnos ahí. No era nuestra intención hacer un disco de ‘vuelta a la esencia’ [back to basics record], porque probablemente hubiera sonado viejo, anticuado”, agrega Fallon sobre el motivo por el cual, además, la banda escogió a Peter Katis como productor, responsable de trabajos de bandas como Interpol o The National.
A través de 10 cortes, History Books continúa parte del camino trazado en Get Hurt. Están ahí nuevamente las alusiones al duelo, el olvido y la persistencia de la memoria. Sin embargo —como dicta una interpretación que circula en internet—, el sexto álbum de The Gaslight Anthem se ostenta también como una remembranza de la historia de la banda, con sus momentos altos y bajos representados en líneas distribuidas a lo largo de su tracklist, y una colaboración con Springsteen en el tema titular para cerrar el círculo.
En este sentido, la lección más especial para Fallon, después de leer los history books de su banda, no es haber encabezado su escena local ni dejar un hit para la posteridad sino, simplemente, haber dejado una huella en la siempre interminable historia del rock.
Creo que la lección que aprendimos fue lo especial que es estar en una banda. Recuerdo cuando era niño y decía ‘me encantaría estar en una banda de rock’, quería ser como Kurt Cobain o Eddie Vedder. Pero después te pega la realidad y la gente te dice: ‘nah, eso no te va a pasar a ti, eso es una posibilidad en un millón…’. Y después vimos atrás y dijimos: ‘formamos una banda, colaboramos con Springsteen, lanzamos un nuevo álbum, ¡hicimos una carrera! ¡Hay gente en todo el mundo que escucha nuestra música! ¡Qué loco!.
La lección de la banda es que… esto es bueno. Por una vez en la vida, es realmente bueno”.