Favoritos
Haz click en la banderilla para guardar artículos en tus favoritos, ingresa con tu cuenta de Facebook o Twitter y accede a esta funcionalidad.
El proyecto formado en Portland, Oregon, nacería durante 2007 de las intenciones melódicas del vocalista Joshua Hodges, evolucionando de una faceta solista a convertirse rápidamente en una de las bandas más efervescentes de la costa Oeste. Tras ser firmados por Polyvinyl Records, para su tercer larga duración, el ahora cuarteto se mantendría como una de las luces más brillantes de la escena alternativa, mezclando el dance a filo de guitarras eléctricas con la mística sensible escondida entre letra y letra, amasando una considerable cantidad de shows, grabaciones de estudio y un lugar privilegiado entre el sentir colectivo de sus escuchas. Hoy, y previo a su presentación dentro del Foro Indie Rocks! el próximo 20 de mayo, tuvimos la oportunidad de conversar con Hodges y Shawn Glassford sobre todo lo relacionado a su sentir post pandemia, los sonidos de su último material y su relación con lo nacional.
Siendo México el territorio melómano que es, su relación con un proyecto como STRFKR no podía ser otra que la existencia de un pasado en común, remitiéndonos a la presentación de la banda durante 2011 en el escenario del extinto Caradura.
“Hablábamos hace no mucho de todo lo que ha pasado desde que estuvimos allá por última vez, lo distinto de nuestra intención musical ahora, las personas que nos rodeaban. Obviamente las cosas cambian constantemente, pero no sé, hace 11 años nos emocionaba tourear con la música que teníamos, ahora también pero vivimos esta pausa de dos años justo en medio, todo se siente distinto. Será divertido”, compartía el frontman.
El respiro forzado debido a la emergencia sanitaria significó una búsqueda constante de los integrantes por saber quienes eran alejados de lo musical, tratando de encontrar consuelo en ese otro rostro.
Fue una puta locura”, soltaba Hodges.
“Bastante, sí, hemos estado tocando una gran parte de nuestras vidas. Después de detenerlo te das cuenta de que no recuerdas quién eras”, respondía Glassford.
STRFKR se mantuvo cercano a la dureza del momento lanzando Ambient 1 como reflejo sincero de su interioridad. Retratando, en palabras del vocalista, una suerte de “terapia melódica” a lo largo de sus doce tracks instrumentales. Aún con ello, el estado anímico de los miembros parecía alinearse con el de todos nosotros, sumidos en aislamiento y encontrándonos constantemente a la deriva.
Existe un intercambio instantáneo de energía en los shows, con la música grabada también está esa conexión, pero sientes la reacción de quienes la escuchan”, mencionaba Glassford.
“Cuando pasas tanto tiempo en tu sótano sin ver a nadie empiezas a olvidar que esto, la música, de hecho significa algo”, continuaba Hodges.
La estrecha relación del cantante con el ideal artístico relucía al hablar sobre las vivencias entre concierto y concierto, el cómo la impresión de los escuchas podía contrastar con la de los intérpretes, haciendo de la música un canal para expresar una suerte de emocionalidad implícita.
Creo que el arte en general trata de comunicar las partes de la vida en formas que el lenguaje cotidiano simplemente no logra”.
La conversación nos guiaba poco a poco hacia la afinidad de la banda con el personaje de Alan Watts, citado repetidamente a lo largo de su discografía junto a distintos filósofos y escritores.
“Recurrimos constantemente a Watts por dos razones; la forma en que habla es realmente entretenida, como en acertijos, pero al mismo tiempo tiene una gran capacidad para explicar ideas complejas de la filosofía oriental y presentarlas de una manera simple para que todos puedan entenderlas. Una especie de easter egg entre toda esta música absurda y divertida, encontrar significado en lo pop”.
Hodges continuaba sobre cómo ha adaptado ciertos aspectos prácticos del budismo en búsqueda de un estado interno mucho más llevadero, mencionado la meditación ocasional y los retiros contemplativos de su compañero de entrevista. La espiritualidad en un sentido lejano a lo religioso parece haber influido en el desenvolvimiento de la banda desde sus inicios, pasando de tocar sets distintos cada noche con 20 min de feedback ininterrumpido a tratar de entregar a la audiencia un espacio de disfrute genuino, sin dejar de divertirse en el proceso.
Pensar en las luces, los visuales proyectados, el orden de setlist, realmente tratamos de entregar una experiencia. Entretener y divertirnos sobre el escenario”, compartía Glassford.
La audiencia nacional apreciará, sin duda alguna, cada pequeño detalle curado por STRFKR como parte de su futura presentación, esperando tanto himnos indie de sus primeros LPs como cortes del Future Past Life, lanzado durante 2020.
“Es nuestro disco favorito hasta el momento, menos dance, más lofi, más guitarras. Esperamos poder tocarlo en su mayoría. [...] Siendo honesto, nuestro show en Caradura fue probablemente un desastre, no llevábamos a nadie que nos ayudara con el audio o el equipo, pero el público pareció pasar un muy buen rato; este saldrá mucho mejor”.
“Esa vez visitamos las pirámides, probamos comida increíble, terminamos haciendo un muy buen amigo, le ayudamos a mover un sofá junto a su hermano y yendo juntos a una fiesta. Amo la Ciudad de México, es como New York, siempre con algo interesante que hacer. Esperamos que el show salga bien para poder seguir viniendo”, despedía el frontman.