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“Me parece que al día de hoy Sol Oosel es mi aportación más trascendente. Me siento fluir y evolucionar. El lograr mostrarme más desapegado y con posturas emocionales más saludables, me parece una oportuna aportación”, dijo el cantante.
Gustavo Mauricio también conocido como "Catsup" es un personaje importante en la escena nacional, su paso por grupos como Zurdok, She's A Tease o Quiero Club le ha valido el cariño del público (y un bagaje envidiable), también es fundador del sello que nos ha regalado muchas alegrías, Happy-fi, además de haber explorado diferentes disciplinas alejadas de una banda. Ahora el músico inspecciona su interior para presentar su proyecto solista.
El deseo de cristalizar un concepto de estas características llevaba décadas en la cabeza del músico, mudarse a las montañas de Morelos fue decisión clave y ahora todo está listo para ser escuchado. “Se me fue revelando poco a poco. Quise producirlo calmado y sobre todo respetando a los ingenuamente llamados ‘accidentes’. Mi objetivo es hacer una obra que muestre cariño a uno mismo, así que llegó un punto en el cual la pregunta era: ‘¿Qué sientes?’, si se siente bien se queda, más allá de lo que uno piensa que funciona o no funciona. En cuestiones sónicas me encuentro fascinado con los sintetizadores modulares, mi guitarra jaguar, y el vintage reverb de Valhalla”.
Si bien ya había experimentado una etapa similar con Black Forest, ahora en esta nueva faceta los sonidos van de la música electrónica, hasta el rock and roll, atmósferas oscuras, pero con filo, al menos eso deja ver su primer sencillo “The Hills”, ya disponible en plataformas. Pero, ¿Cómo fue el proceso de creación?
“Ha sido un intenso ejercicio de introspección. De eso se trata el álbum. Las canciones son notas personales que me canto a mí mismo. El resultado ya lo siento. No tengo expectativas de la reacción del público, siempre resulta ser distinta a lo que uno es capaz de imaginar anteriormente. Así que aprendí a disfrutar la sorpresa. El público siempre ofrece algo oportuno de regreso”.
Hasta ahora la primera dosis de su álbum Janus (próximo a salir), nos deja un gran sabor, parece una buena carta de presentación, y es lo suficiente para estar a la expectativa de su debut en el Festival NRMAL, acontecimiento que tiene al artista muy complacido.
“Me representa un privilegio. El Festival NRMAL me parece que tiene un grado subversivo muy oportuno. Es ridículo que otros festivales tengan como bandera de mercadotecnia tras bambalinas celebrar la división entre razas, lenguajes, clases sociales, y algunos más impertinentes hasta los géneros y preferencias sexuales”, expresó.
Y es que para el solista el valor del festival es muy grande. “Son bandidos que se aprovechan de las inseguridades sociales que nos hereda el milenio pasado. Los esfuerzos de semejantes festivales resultan patéticos, caducados, miedosos y lamentablemente peligrosos. La visión de NRMAL es una bendición. ¡Bienaventurados! ¡Enhorabuena!", finalizó.
Todos los ingredientes hacen que este sea un acto imperdible y un proyecto al cual no hay que perderle la pista. Sol Oosel promete y seguro cumplirá.