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(Sandy) Alex G es un músico que creció en Internet. Sus primeros cuatro discos “Race”, “Winner”, “Rules” y “Trick” los grabó de manera independiente y los subió a Bandcamp, de esta forma su música llegó a los oídos indicados y pronto los medios y blogs fueron esparciendo el rumor de que Alex G “era el mejor compositor guardado en secreto por internet”, hecho que le dio un lugar en la disquera Orchid Tapes, quienes lanzarían su primer disco físico DSU y le brindaran la oportunidad de estar en tour. Así, en 2015 pasó a formar parte de Domino Records, con quien ha lanzado tres discos Beach Music, Rocket y el recién estrenado House of Sugar. Este es el octavo álbum de Alexander Giannascoli—su nombre real—con tanto solo 25 años y en 2020 será una década desde que Alex G sacó su primera producción, al respecto comentó. “Pienso que cuando hice mi primer álbum se sintió como si ya hubiera hecho música desde una década antes, siempre ha sido la manera más fácil de expresarme, es simplemente lo que hago y probablemente seguiré haciéndolo”.
El sonido de Alex G es inclasificable. En House of Sugar el compositor sigue siendo fiel a su estilo americana en canciones como “Southern Sky”, “Hope”, “Gretel” o las dulces baladas “In My Arms”, “Cow” y “Crime”. Pero también juega con voces e instrumentos como la guitarra, la batería y el violín para llevarnos a territorios totalmente nuevos en “Taking”, “Project Two”, “Bad Man” y la grandiosa “Sugar”. Sobre el sonido de House of Sugar, Alex explicó. “No busqué algo en particular, pero pienso que me sentí más cómodo apegándome a las guitarras la mayor parte [del tiempo], tengo un nuevo micrófono que hizo todo más claro, cosas más básicas y frescas. También comencé a usar un capo y existe un espectro totalmente nuevo de cosas que puedes hacer con él en la guitarra. En este álbum, mi interés en la guitarra volvió debido a estas nuevas cosas técnicas”.
En sus canciones Alex G habla de la existencia—enfermedades mentales, efectos de las drogas, amor/desamor, hacerse viejo, el desalentado sentido de la vida—planteando situaciones reales e imaginarias a través de distintos personajes. En House of Sugar, Giannascoli quería proyectar cómo. “Los anhelos obtienen lo mejor de ti, estás hambriento de esto o de otra cosa, y encontré en la azúcar una buena metáfora para representar ese aspecto del comportamiento humano, obsesivo”.
Alex G tiene una personalidad extraña, difícil de descifrar, se siente como si no confiara en nadie más que en él mismo. Lo que me llevó a preguntarle cómo ha sido su experiencia con la industria musical, a lo que respondió. “No he tenido alguna experiencia realmente mala, pero pienso que tengo que mantener en mente que todos están haciendo negocios. Tienes que recordar lo que quieres y recordarte a ti mismo que tú no quieres lo que alguien más quiere”.
Es por eso que Giannascoli prefiere trabajar por sí mismo. “No me enloquece que la gente colabore en mi música, ha no ser que estén a gusto conmigo siendo un estúpido (asshole), y sepan que les diré no en algún momento...me gusta si está claro quién toma las decisiones. Pero la otra parte de colaborar es algo tramposa algunas veces, comencé a volverme algo paranoico, en ocasiones me preocupa que la gente pida mi ayuda solo para tener mi nombre en [ese proyecto], pero no debería decir eso porque no sé si sea cierto, solo que pienso las cosas demasiado”, expresó Alex G sobre lo que significa el colaborar en su experiencia.
En la misma entrevista para The Fader, Alex comentó que su familiaridad con la música la ha hecho menos misteriosa. Al preguntarle si pensaba que esto era algo que le esté sucediendo a la gente en general contestó. “No, es algo que sucede conmigo a medida que envejezco. Todavía me siento atraído por la música, pero ya no me pierdo en ella. Esa magia la encuentro en otras formas de arte con las que no estoy tan familiarizado como los libros o las películas, ahí todavía puedo poner a la gente en un pedestal porque no sé cómo hacen su trabajo”.
Decidí preguntarle sobre algún libro que le hubiera gustado últimamente, y sin pensarlo replicó. “Acabo de terminar un texto llamado The Crossing (La carretera, en la versión en español) de un autor que se llama Cormac McCarthy y me agradó demasiado. He leído varios de sus libros, son realmente desoladores, pero también muy creativos, constantemente inesperados, siempre va a nuevos lugares y eso me gusta, lo respeto demasiado”. Más adelante Giannascoli confiesa que no tiene una película favorita. “Cada película que veo se convierte en mi nueva favorita. Pero hay una cinta que creo salió el año pasado llama Annihilation (Aniquilación), y es este loco filme sobre un espacio donde los aliens se estrellan y modifican todo el ambiente, muy cool, pero en realidad me gustan de todos tipos, pero esa película tiene uno de mis visuales favoritos”.
Alex G me pregunta si vi la película Phantom Thread (El hilo fantasma). “Es una buena cinta”, afirma. Mientras me cuenta de qué trata recuerdo que fue dirigida por Paul Thomas Anderson, quien recientemente trabajó con Thom Yorke en el audiovisual de ANIMA, su más reciente producción. Me comenta que no lo ha visto. “Es un gran músico, pero está algo disparatado, aunque no es algo malo necesariamente, pero algunas veces parece que se toma las cosas demasiado en serio, pero supongo que está bien, tengo un poco de envidia de eso”.
Antes de terminar, el músico me cuenta sobre lo que hizo el día de ayer, fue al Museo Casa de León Trotsky, y a Reactor, quienes hicieron posible su primer concierto acústico en nuestro país. “Esta ciudad es enorme, me encanta, quiero regresar y pasar más tiempo aquí”, fueron las últimas palabras de (Sandy) Alex G antes de despedirnos, dejando abierta la posibilidad de que regrese con su banda y podamos disfrutar un show totalmente diferente.