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Entrevista con Protomartyr

Entrevista con Protomartyr

14 años de liberación, respuesta y neo post punk.

Tras el anuncio completo de su lineup, la primera edición del Pitchfork Music Festival CDMX se propone como un nuevo clásico entre los eventos masivos de la capital. Nombres como King Krule, JPEGMAFIA, Sky Ferreira o Godspeed you! Black Emperor resuenan a pocos días del festival. En parte por la potencia de su discografía, en parte por la poca frecuencia de sus nombres sobre escenarios nacionales. Tal es el caso de la agrupación conformada por Greg Ahee en la guitarra, Alex Leonard en la batería, Scott Davidson en el bajo y el vocalista Joe Casey.

Hemos estado tratando de ir a México por años y, finalmente, alguien nos invitó a tocar. Nos emociona mucho, será nuestra primera vez allá y, con suerte, no la última”, comparte el frontman.

La agrupación originaria de Michigan se ha consolidado como un pilar del neo post punk a 14 años de su formación. Tras una interminable lista de presentaciones dentro y fuera de EE.UU., seis álbumes de estudio y haber sobrevivido el confinamiento, mantenerse es motivo de celebración.

Las bandas no duran tanto como nosotros lo hemos hecho y, cuando llega a pasar, usualmente es para mal [ríe]. Parte de lo que nos mantiene en esto son los lugares que no hemos conocido, las personas para quienes no hemos tocado. Nos hace querer seguir adelante”.

Con la memoria aún fresca de un show al interior de Grecia, Casey expone sus ideas sobre la (poca) localidad a la que se exponen. Llegado a cierto nivel artístico, el contacto con las escenas locales se reduce casi irónicamente, esto debido a los apretados itinerarios y la siempre presente  barrera cultural.

Estando de gira no hay mucho tiempo para experimentar la ciudad. Siempre trato de buscar lugares interesantes en maps, quedarme algunos días más para sentir tanto del lugar como sea posible”.

Un pensamiento común, entre el vocalista y otros artistas, es el de la experiencia indirecta. Concebir nuestra identidad sería imposible sin aquello a lo que nos exponemos, somos más allá de la memoria, pasando por lo corporal y alcanzando a nuestro entorno. Una ciudad condensada y proyectada desde el rostro de los asistentes hasta los miembros de Protomartyr sobre el templete.

La idea parece ir más allá de lo poético e incidir directamente en la filosofía del músico. “Antes de dar conciertos jamás había viajado realmente, me ha hecho mucho más abierto. Tras años de hacer esto diría que, lo principal, es dejar que el aquí y el ahora sean el ruido más fuerte”.

Podemos abstraer esta apertura de entre los sonidos que componen Formal Growth In The Desert (2023). El último material del cuarteto se aleja de la insistencia hard sound para mostrarnos una faceta más solemne e introspectiva de los integrante, motivada en buena parte por el fallecimiento de la madre de Casey.

Este espacio sonoro se compagina con la actitud conceptual del frontman, concibiéndose como un función del flujo creativo de sus compañeros.

Creo que es mi filosofía sobre el escenario y dentro de la banda; no llego a imponer a través de las letras, más bien respondo al sonido que sale de todos. La música de la banda es lo que impulsa mis palabras”.

A casi un año del lanzamiento, las preocupaciones del proyecto parecen centrarse en la crítica del consumo y no en el devenir artístico directamente. “Creo que hemos llegado a ese punto donde tenemos suficiente material para que las personas los califiquen del mejor al peor. Eso puede ser muy deprimente para ti como artista. Lo único que quieres es que tu siguiente paso sea lo que les emocione”.

Frente a la imposición del oído público, Protomartyr rinde terreno para abrazar su leit motiv: el quehacer creativo, la escritura, el rasgueo, la música al primero, siempre y por sobre todo.

Nunca podrás complacer a todos. Sólo queda dejar de perseguir esa idea del 'álbum de Protomartyr perfecto'. Esto te permite explorar nuevas ideas, nuevas intenciones al interpretar, etc”.

Lo que podría interpretarse como rendición termina por liberar a la institución angloparlante. De rúbricas estéticas pasamos a la gratificación de lo sensible, la conexión interpersonal y el impulso. En palabras del mismo Casey. “Jamás tendrás estadios coreando tus éxitos mundiales, pero hay personas a quienes les importa lo que haces. Eso te da la libertad de crear lo que quieras crear”.

Terminamos así nuestra conversación con Protomartyr, a pocos días de verlos sobre el escenario del Frontón Bucarelli, con la emoción de ver  uno de los actos insignia de nuestra generación y, con suerte, escuchando un flashazo del futuro cercano.

“Recién empezamos a escribir nuevas cosas así que no tengo idea de cómo saldrá eso. Pero, si algo aprendí del álbum, es que lo que sea que tenga que pasar pasará. Me emociona ver a qué sonidos llegaremos”.

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