Entrevista con Porter

Porter dice adiós a la angustia adolescente.

Hablar de Porter es más que hablar de una banda. Este proyecto es un fenómeno que ha evolucionado para consolidar el esfuerzo de cinco jóvenes en busca de mensajes. A más de diez años de crecimiento y transformación, los músicos se encuentran en una etapa crucial, marcada por el lanzamiento de Moctezuma, segundo LP que será presentado oficialmente este 5 de septiembre en el Lunario del Auditorio Nacional.

A pocos días del tan esperado show, David Velasco (voz) y Víctor Valverde (guitarra) visitaron la Casa Indie Rocks! para hablar de la producción que representa un parte aguas en la historia de la agrupación. Moctezuma es un tesoro conquistado por el quinteto tapatío en espera de nuevos exploradores. Su forma de interpretar el mundo ha cambiado, y Porter suena más fuerte que nunca.

“En un principio, Porter buscaba la paz interna y el trabajo a nivel personal. Queríamos descifrar quiénes éramos. Porter era el reflejo de esas preguntas de juventud”, dijo Víctor al referirse a los primeros años de la banda. Como resultado de ese trabajo interno, actualmente pretenden entregar historias sonoras que manifiesten su nueva postura ante la vida.

De acuerdo al guitarrista, Moctezuma es un cambio de dirección, pues dijo que la banda siempre ha disfrutado experimentar y sorprenderse: “Estuvo bien chistoso porque primero apareció el nombre. Fernando estaba tocando el teclado y dijimos: ‘suenas como la venganza de Moctezuma… estaría increíble nombrar el disco así’”. Fue así como este disco conceptual vio los primeros rayos de luz, y pronto retomó los mitos prehispánicos que nos reconectarían con nuestras raíces.

“M Bosque” y “Huracancún” son dos de las rolas más especiales para Porter. La primera porque fue una canción “pura y auténtica” que hicieron en tan solo 20 minutos. Mientras que “Huracancún” es un tema que no estaba terminado, pero el último día sucedió el milagro.

Los chicos de Porter están más que entusiasmados de encontrarse nuevamente el con público capitalino, pues consideran que es quien mejor  los conoce y ha caminado con ellos. Para David será una nueva oportunidad de conectar la gente y para: “acceder a una especie de meditación y de flujo energético masivo”, mientras que para Víctor representa la responsabilidad de entregarse renovados.