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Se ha dicho comúnmente por viajeros, residentes y eruditos culturales que Suecia es una tierra mágica, de matices y colores más cambiantes que las propias estaciones. Después de todo, es el país que nos dio a Alfred Nobel, Ingmar Bergman y ABBA. Como buen sueco, Peter Morén siente la corriente oscura debajo de la dulzura que a veces se percibe en sus alrededores y la intenta campechanear con sonidos e instrumentos jubilosos. Su octavo disco de estudio, Darker Days, es un reflejo de lo tierno, lo sombrío y todo lo que hay de por medio plasmado con canciones de indie pop alegre y arriesgado. ¿Qué representa esto en este punto de su carrera? Morén nos comparte su perspectiva.
“Acabamos de realizar algunos shows por todo Estocolmo y se está percibiendo una atmósfera incierta”, relató Morén, en entrevista telefónica desde su tierra natal. “Esto también lo notamos cuando terminamos Breakin’ Point, nuestro disco anterior. Así como en los inviernos suecos, en donde luego no sale el sol, la gente anda aún más apagada –quizás por el contexto sociopolítico en el que vivimos–. Quisimos plasmar eso esta vez, no solo con temas profundos que se consumen día a día en las noticias, sino cosas como crisis de mediana edad y qué es lo que le vamos a dejar a nuestros hijos”.
Morén, al igual que Bjorn Yttling y John Eriksson, sus compañeros de banda, es padre de familia, y reconoce el impacto e influencia que ha tenido en su música y presentaciones en vivo, ya sea de forma consciente o inconsciente.
“Ahora hacemos tours menos largos y más llevaderos. En la gira de Breakin’ Point, por ejemplo, trajimos a todas nuestras familias de viaje. Eso incluso nos motiva a hacer música no solo por el factor de sustentar a alguien, sino que nos llena creativamente y hace que todo haga más sentido. Además, ese aspecto deja de alimentar tu ego y hace que cada canción o concierto sepas que lo estás haciendo por alguien más. Esa parte y la edad mediana, todo ha sido muy inspiracional [risas]”, comentó.
Peter Bjorn and John se formó en 1999, después de que Morén e Yttling se juntaran para emular música reminiscente al rock barroco de la década de los 60. Después de la ruptura de su banda anterior, conocieron a Eriksson en Estocolmo y formaron el trío que hasta hoy, casi 20 años después de su gestación, sigue intacto. Esa influencia retro ha permanecido durante todo su devenir musical, especialmente en ese himno indie llamado “Young Folks”, por la cual Morén reconoce serán recordados primordialmente. Pero eso no los detiene al seguir buscando una alquimia musical que viene desde otros lados.
“Para nuestro sonido siempre hemos pensado en la música de otros, como algún grupo de afrobeat o garage rock. En Darker Days, intentamos no escuchar demasiada música ajena y quisimos hacernos referencia propia. Creamos lo que se sintió natural y hasta regresamos un poco en el tiempo a nuestras viejas canciones. Al final, todo salió muy diverso, tanto en temática como en composición. Hay canciones que se van desde la añoranza, como ‘One for the Team’, hasta la incertidumbre, como en ‘Gut Feeling’. Estos temas se pueden aplicar a cualquier cosa, llámese lo que esté pasando en el mundo como en las relaciones o el existencialismo. Solo nos fuimos con la corriente esta vez”, afirmó.
A pesar del lúgubre título, Morén afirma que aún hay luz al final del túnel, y después de estar casi 20 años juntos como banda, el optimismo puede parecer algo impensable para cualquier banda, pero no para Peter Bjorn and John.
“Nuestra dinámica cambia todo el tiempo. Ése es el problema con las relaciones largas y a veces luchamos con eso. Supongo que cuando haces música por mucho tiempo con alguien entras a una zona de confort y cuando entras al estudio e improvisas con alguien ajeno, te sientes revitalizado, pero a veces no puedes llevarte bien con una persona nueva en tu vida así como así. En nuestro caso hablamos entre nosotros un poco más y nos abrimos con nuestros problemas antes de que exploten. Y con tanto tiempo no nos hemos convertido en mejores amigos ni nada de eso. Somos hermanos. Y ese factor es tanto nuestra fortaleza como nuestra debilidad,” dijo con afecto.