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Platicamos con el fundador, líder y alma de of Montreal, Kevin Barnes, con motivo de su presentación en el Corona Capital Guadalajara y aunque el excéntrico Barnes es una máquina de entretenimiento sobre el escenario, con estrafalarios sets y vestuarios, en entrevistas es reconocido por ser reservado y hasta tímido. Sin embargo, se suelta rápido, y pronto sale a relucir su sentido del humor, seco, pero humor a final de cuentas.
Es de Ohio, y su banda of Montreal (nombre derivado de un amorío que tuvo con una mujer de Montreal) lleva poco más de 20 años presentando una música ecléctica, psicodélica, con tintes electrónicos poperos. La constantemente cambiante alineación de la banda ha sacado 15 discos en su carrera incluyendo White is Relic/Irrealis Mood, más un puñado de EPs.
Los sencillos que se desprendieron del álbum, “Plateau Phase/No Careerism No Corruption” y “Paranoiac Intervals/Body Dysmorphia”, nos muestran a Barnes deleitándose en el trap y el electro pop, al mismo tiempo que conserva sus típicas letras fatalistas, pero graciosas. En su página declara que dos eventos influenciaron grandemente la composición del nuevo material: su paranoia durante el periodo electoral en EUA y el estar realmente enamorado de alguien (aww).
“Pues definitivamente está influenciado por el chop & screwed de Houston estilo DJ remix, es una producción donde básicamente todo está super lento, suena como si estuvieras tomando codeína o jarabe para la tos o algo así, y de hecho sí tomaba codeína, es la droga por excelencia en este álbum para escuchar este tipo de música. Me influyó mucho DJ Screw, quien es de ese género, fue una influencia muy grande para este disco y para el sonido de la producción”, comentó Barnes sobre el sonido general del álbum.
Barnes ahonda en el tema de las influencias musicales para este álbum y menciona que géneros como el chillwave y vaporwave también se pueden detectar en su producción, de modo que el trabajo tiene un sonido más relajante y nostálgicamente ochentero. “Como lo que escucharías en un video tutorial de McDonald’s sobre cómo cocinar bien las papas, algo así”, comentó.
¿Y a qué se debe la utilización de dos títulos alternos para cada canción?
“Pues de alguna manera hace referencia al tiempo de duración de las canciones, porque todas duran más que la típica canción pop, y tienen diferentes secciones y cambios como hacia un nuevo espíritu o una nueva atmósfera, así que quería que los títulos representaran esos aspectos de las canciones y el álbum, que hiciera referencia a la complejidad intelectual. Me gustaría que tuvieran 20 títulos diferentes, pero eso sería molesto para la gente, bueno dos títulos ya es de por sí molesto probablemente (risas)”, se sinceró el artista.
Radiohead hizo lo mismo, creo que en Hail to the Thief, ¿te acuerdas de ese?
“No me gusta Radiohead”, respondió.
¿Y eso?
“Por alguna razón nunca me enganché con ellos, yo se que –se supone– son muy buenos, pero siempre que escucho algo como (voz de asco) ‘dios, que es eso?, no me gusta’, y me dicen ‘es Radiohead’, digo ‘ah si, claro, tenía que ser Radiohead’, también es ya como un chiste con mis conocidos, es como decir ‘no me gusta The Beatles o algo así’. Su voz (la de Thom Yorke) me pone en un estado emocional incómodo”, continuó.
Nos queda como un minuto, te pregunto rápido ¿ya escuchaste el último de –y corrígeme si es el término inadecuado– tus ex protegidos MGMT? ¿cómo se te hizo?
(No me corrige) “Me encantó, Andrew (VanWyngarden) me lo mandó hace como dos años, digo meses, y lo estuve escuchando un montón, luego fue emocionante ver cuando salió y pienso que es genial, me encantó la calidad de la producción y como suena su voz”, concluyó Barnes.