Entrevista con Mitú

Mitú: El camino de la pasión o de cómo ser feliz.

Conversar con una persona de un tema que la apasiona siempre es enriquecedor. La manera en la que una simple charla puede convertirse en una conferencia de uno a uno, ya sea en persona o a través del teléfono, es una de esas cosas en la vida que te llenan como individuo. Este fue el caso con Julián de Mitú.

Mediante una llamada telefónica pude conocer un poco más de uno de los dos artistas detrás de esta banda de Colombia que han revolucionado, disco tras disco, su sonido y el de la música electrónica latinoamericana. El pretexto principal de la entrevista era su próxima participación en Trópico 2019, en donde comparten cartel con bandas como The Rapture y artistas como Kindness. “Significa algo muy bonito en nuestra carrera, estar en Trópico nos hace sentir muy felices y honrados, es uno de los festivales más importantes para nosotros y sé que habrá muy buena música… va a ser una muy buena celebración. Desde que nos enteramos esperamos con ansias a que llegue la fecha, además nos hace muy felices que sea una fecha que se acomodó dentro de nuestro tour y coincide con el lanzamiento del disco”.

Precisamente sobre el disco, una de las preguntas que más quería hacer y que tiene que ver con su proceso creativo y emocional para el mismo, Julián comentó. “El proceso de TANDEM fue mucho más largo y pausado que el anterior. Nos tomamos el tiempo suficiente para cada pieza, musicalmente hablando se hizo de manera tranquila. Quizá las partes más complejas fueron las colaboraciones, pues siempre hay más dificultades al trabajar con más gente, pero aún así fue todo muy natural, ¿sabes?”, además agregó que TANDEM ha sido un punto de inflexión muy tangible en su carrera. “Con el disco han salido muchas cosas como shows y fechas en Europa y América Latina. Nos sentimos contentos de que el álbum haya traído tanto y que la gente lo haya recibido con tanto cariño”. Un proyecto lleno de colaboraciones interesantes como las de Ela Minus, Marsh Waris o Yiset Pérez no fue nada sencillo de lograr. “Lo más difícil fue la paciencia suficiente para esperar que estas colaboraciones llegaran... siempre estuve expectante para saber quién era la persona idónea para que complementara lo que estábamos haciendo y cuando fuimos encontrándolas, una a una, todo parecía haber caído como por gracia divina”.

Después de su LP Los Ángeles, la percepción del público hacia Mitú cambió. Un álbum que vino a sentar bases en el panorama musical latinoamericano actual se escuchaba por primera vez allá en el 2018, y claro, no era su primer disco, pero la manera en la que estaba compuesto aquel proyecto, la minuciosidad de cada track y la manera en la que consiguieron crear una atmósfera general en todo el álbum catapultó la carrera de los colombianos. Lo mismo pasó con TANDEM, un material distinto en sonido a cualquiera de sus proyectos pasados, pero que mantiene esa pasión por el detalle y búsqueda de cierta musicalidad. Es cierto, ni Julián ni Franklin son unos primerizos en esto de la industria musical, pero siempre que escuchamos algo de ellos notamos cierta frescura que nos hace pensar que aún son un par de adolescentes siguiendo el camino de su pasión, que buscan ser felices.

¿Qué es para Julián el levantarse todos los días a hacer música? Su respuesta fue sencilla. “Para mí hacer la música que hago es un placer y un ejercicio necesario en el día a día. Las letras se me dificultan porque no es algo que haga tan asiduamente… me cuesta más. Generalmente le doy muchas vueltas, entonces me funciona más empezar con la canción, su sonido, y hago las letras en el último minuto, justo antes de grabar”. Pero él no cree que deba nada mas que ser él mismo. “La responsabilidad de ser honesto con uno mismo, es lo único que debemos como artistas, ¿me entiendes? Al final si tu música gusta o no termina pasando a un segundo plano, pero si no eres sincero con lo que haces, con lo que te apasiona, las cosas no tienen sentido”.

La charla tuvo que concluir y con la promesa en el aire de tomarnos un café o una cerveza a su llegada a la CDMX, previo a su presentación en Trópico, nos despedimos no sin hacer una última y crucial pregunta. “¿Qué es lo más importante para un músico?”, a lo que Julián después de una risa que no pudo contener me dijo con tanta calma y transparencia que por un momento olvidé que estábamos hablando a través del teléfono y no uno frente al otro. “La parte más importante es la música en sí… que sea redonda, que cíclicamente tengas la sensación de que es algo eterno y que te cobije, que te conmueva. Si eso sucede, nada más importa”.