Favoritos
Haz click en la banderilla para guardar artículos en tus favoritos, ingresa con tu cuenta de Facebook o Twitter y accede a esta funcionalidad.
¿Que sería de la música sin sus ídolos? Aquellos que hacen vibrar a una o incluso a varias generaciones. Esos que hacen que cambié la manera de vestir, pensar y disfrutar de la vida a sus fanáticos. Los Fabulosos Cadillacs es, sin duda, una banda que genera idolatría entre sus escuchas. Desde hace 31 años, sus integrantes se dedican a la creación de canciones que más que simples melodías se convierten en himnos para su público.
Cuando digo 31 años de creación es un decir. Sí, la banda, intermitentemente lleva esa cantidad de tiempo en los escenarios pero, en realidad llevaba una década y media sin sacar un disco nuevo. Lo sé, durante este tiempo sacaron varias canciones nuevas e incluso crearon un éxito en 2008 titulado “La Luz del Ritmo” que sirvió para captar nuevos escuchas. Sin embargo, un disco, un material completamente inédito no había sido lanzado desde finales del siglo pasado.
Este año, Vicentico y compañía lanzaron La Salvación De Solo y Juan, que marco su regreso al estudio de grabación y que sirve de pretexto –como si necesitara uno– para una nueva gira y para poder platicar un rato con su líder y fundador: “Fue muy importante para nosotros volver a grabar, pero lo que pasa es que lo que para muchos fue una espera de 17 años, para nosotros no fue así porque tenemos una amistad que no se acaba si no tocamos. Si no grabamos nos seguimos viendo y compartimos con la familia entonces no es tan exagerado”, me platica el argentino en un intento por minimizar la larga espera que tuvimos sus fans –obvio me incluyo– para poder recibir nueva música de su parte.
El regreso de “Los Cadillacs” no es convencional. En lugar de componer canciones, meterse al estudio y lanzar un disco común y corriente, la banda se embarcó en la misión de realizar un disco conceptual, una ópera rock. Esto se tenía planeado desde su vuelta a los escenarios, por allá de 2008: “El disco lo planeamos por mucho tiempo y lo fuimos madurando durante los años. La idea de la ópera rock tiene como mínimo siete u ocho años. Lo que pasa es que el proceso es muy lento, no quisimos dar ningún paso hasta que las circunstancias perfectas se dieran para que trabajáramos. La grabación en sí la hicimos en seis meses, los primeros demos los grabamos en invierno del año pasado –recordar que para él el invierno empieza en junio– y el resto lo grabamos en febrero de este año”.
Bueno, esto responde el porqué de la tardanza pero y la idea, ¿cómo surgió?: “La idea surgió con Flavio. Exactamente quién tuvo la idea, no lo sé, es algo que estaba dando vueltas en nuestras cabezas. Todo el concepto fue pensado por nosotros dos, el resto de chicos participaron pero ya hasta la grabación. Lo primero que hicimos fue crear la historia, eso llevó tiempo, mientras la escribíamos no pensábamos en la música”.
Al escuchar esto, de inmediato me viene a la cabeza que la verdadera razón por la que el disco no será tocado en el Palacio es en realidad por su legendaria mala acústica. Antes de poder hacerle ese cuestionamiento Vicentico me hace la aclaración: “Hemos tocado muchas veces en el Palacio, en lo particular me gusta mucho. Muchos dicen que es feo por el rebote pero a mí me agrada, es un rebote agradable. Existe rebote que hace que la música se escuche gigante. Me gusta mucho tocar canciones viejas ahí y que suenen poderosas. Ahí logramos ponerle un power a la música que es muy tentador y que no vamos a desaprovechar. El disco nuevo lo vamos a tocar en El Plaza Condesa el próximo 24 de octubre.”
Con esa humildad me quedo y me despido. Al colgar el teléfono reflexiono ante la cantidad de éxitos de “Los Fabulosos” que puedo recordar en un instante, no sé si sea la banda más importante, pero es verdad que está grabada en el inconsciente colectivo, aunque Vicentico no se atreva a reconocerlo.