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Nadie está preparado para los cambios, por muy pequeños o grandes que sean. El reto es saber afrontarlos y tomar las oportunidades que se presentan para jugar el mejor juego posible dentro de una cambiante industria de la música. A pocos días de haber estrenado Mazunte 2016, en México inició la fase 2 de la pandemia por COVID, suspendiendo actividades no esenciales como shows y conciertos. Con esto, el álbum se quedó en la inmensa biblioteca digital del streaming, pero Alejandro Archundia de Los Blenders no cuenta el trayecto a su nueva canción "Otra Vez (Otra Vez)".
A más de un año del encierro, muchos han perdido empleos, oportunidades; la percepción del tiempo y la brújula de la realidad “de pronto estás metido en un loop del que no puedes salir y siempre es lo mismo, lo mismo y lo mismo. Cuando estás metido en estas dinámicas, ni te das cuenta, pero estás viviendo la vida en automático sin tomar tantas decisiones”. Así es "Otra Vez (Otra Vez)", un tema que relata el cambio de hábitos, la soledad y el miedo, pero que al mismo tiempo funge como un poder curativo sin importar el tiempo y espacio en el que te encuentres. Simplemente te hace bailar y vivir. “Suena a un chingo de cosas, pero también suena a Los Blenders. Estamos tocando Rock and Roll y se siente”.
La música, independientemente de si consumes sustancias o no, te da esa magia y poder de viajar hacia adentro”.
Desde que escuchamos a Los Blenders, pensamos en rock/surf californiano lleno de frescura y atmósferas veraniegas, pero esta vez hay un ligero cambio “esta canción está inspirada en el rock mexicano y rock en tu idioma de principios de los 90. Buscamos irnos para ese lado que es algo nuevo para nosotros que seguir explorando el gringuismo”, comenta Alejandro. Este es solo uno de los muchos discursos que comienzan a resonar entre la escena mexicana, pues en un escenario ideal, no solo es producir y tocar tu música, sino conocer el contexto en el que se está desarrollando, saber que pasa con bandas amigas y hermanas y comenzar a crear comunidad. “Las bandas ya necesitamos empezar a tener referencias de aquí mismo para construir una identidad en lugar de querer imitar cosas de otros lugares. Estamos buscando independencia cultural”.
Había bandas que cantaban en inglés y su idea era ser una banda indie de Boston, pero estaban de Desierto de los Leones”.
Cuando pensamos en la escena recordamos todos aquellos venues que lograron conectar desconocidos hasta convertirlos en grandes amistades, y a bandas que ahora recorren juntas el país, pero el panorama cambió. Ahora, existen nuevas herramientas que abren puertas a grandes experiencias, como se ha dicho, las oportunidades son para tomarlas y aprovecharlas. “Mucha gente lo odia, pero Spotify es muy importante porque a muchas bandas nos dio un poder que nunca hubiéramos tenido”. Alejandro no solo habla por él sino por proyectos como Señor Kino, El Shirota y Petite Amie que cada uno con su trayectoria, talento e iniciativa comienzan a llegar a más oídos, “si la música te gusta o no, es opinión personal, pero creo que es muy valioso que estén buscando una identidad sonora única”.
Solo tenemos que retroceder un poco y observar lo que ha pasado en la escena mexicana para comenzar a posicionar el puntero y saber a donde van a comenzar a dirigirse las nuevas bandas que están naciendo. “El rock mexicano tuvo una época rara”, recuerda, “la última gran banda de rock que existe en México existe de los 90, no ha cambiado el paradigma”. Es aquí cuando comenzamos a cuestionar nuestras propias costumbres y posturas hacia la cultura: qué es lo que estamos valorando, qué estamos haciendo por lo que nos gusta y lo que no y cómo cuidamos y preservamos lo que culturalmente nos pertenece y hemos visto nacer, pero debido al malinchismo, simplemente lo dejamos ir. Alejandro lo explica de esta manera: “quitándonos (los músicos) un poco los complejos de que la cultura norteamericana es demasiado fuerte y violenta; con los mexicanos es difícil quitarte el yugo de la cultura gringa. Gracias a que ahorita hay mucha gente en Estados Unidos dándole mucha visibilidad a las bandas mexicanas, ha ayudado a que subamos de nivel. Por ejemplo: Señor Kino habrá tocado en un Coachella o Riot Fest, pero no en un Vive Latino o Pa'l Norte. Porque viven en una escena distinta a la establecida. Podemos hablar de muchas bandas; Mint Field en su momento, se presentó en lugares interesantes y aquí no han tenido resonancia, pero inevitablemente va a pasar porque la música que se está haciendo aquí tiene demasiada calidad como para seguirse ignorando”.
Nos vamos a acostumbrar a que las bandas mexicanas estén haciendo ruido por todo el mundo y eso debería generar atención al público”.
Los caminos no se recorren solo, siempre habrá alguien que nos ayude a iluminarlos y a enfrentar los obstáculos que se presenten, así como lo inesperado de una pandemia. “Fue un golpe muy fuerte, nos seguimos recuperando de todo”, comenta Alejandro al recordar los planes que se perdieron a lo largo de un año, “me llena de esperanza en el sentido de que parece que ya no falta tanto para volver”. “Siempre ha sido mi proyecto, ha seguido vivo gracias a que tengo músicos interesados en la banda. Ahora soy yo, Osmar, Patricio y José, ellos me ayudan a bajar las ideas y eso me hace a mí el trabajo sencillo. Esta canción la grabamos en un día, algo inaudito en la historia de Los Blenders”. La clave del éxito no solo consta de hacer música que atraiga a la gente, sino entender qué estás haciendo, cómo lo haces y cuánto puedes sacar de él; ser realistas y propositivos con las ideas que van fluyendo y que terminan convirtiéndose en canciones. “Pensando en como es que ahora la gente escucha música, no solo los fans, también los músicos, es por streaming y el seguir aferrado al formato disco es un aferre. Podemos volver a hacer música como al principio era más de 'se me ocurre cierta estética sónica para una canción y le saco 2 o 3 canciones' y no me ando pisando el pie intentando sacar 12 de una idea que da para 3. Eso lo hace sencillo.”
Crear nuevas canciones en chinga sin pensar en la solemnidad de un álbum que te involucra e un trabajo más amplio. Esto es más en friega y ver que te jala”.
Pensar más allá de lo que conocemos, abrir nuestros horizontes, experimentar, fallar o triunfar. Invertir tiempo y dinero en proyectos que seguirán rindiendo frutos. “Si está chido el formato 100% digital. Lo que hicimos con Mazunte 2016 es imposible hacerlo en la vida real: es crear un universo digital y con eso en la cabeza está chido afrontar el tema de las presentaciones. Estaría abierto a hacer algo más loco; una experiencia digital y nueva que sea estimulante para la gente que la vea”.
En los próximos meses, estaremos disfrutando de las presentaciones de Los Blenders en forma presencial y en las cuales, tal vez, podamos escuchar algunas nuevas canciones de esta nueva etapa, sin embargo, el ojo no solo está en territorio nacional. “La internacionalización ya está. Tenemos público en Lima, Bogotá, Santiago, Madrid, Los ángeles… ahora lo importante es el trabajo de la gente que maneja la banda. Tiene que ver con la industrial musical y que ahorita empezamos a tener contactos en América Latina y España. Ahorita la cosa es que suceda.
Lo importante para la bandas es que estén buscando crecer, dejar de buscar a Estados Unidos. No todo es para arriba”.
Si pronto irás a algunas de las presentaciones, no te olvides de escuchar y aprenderte "Otra Vez (Otra Vez)"., para corear y bailar una vez que disfrutemos de música en vivo.