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No sé si muchos se acuerden, pero hubo un tiempo en que si te gustaba el rock no podías escuchar ningún otro género, mucho menos alguno que te recordara a lo que sonaba en tu barrio o dentro de tu hogar. Se trataba de ser rebelde, ir contra la corriente, poseer discos que nadie más tenía e incluso ser el raro de la clase. Esos tiempos quedaron atrás, hoy podemos encontrar festivales con alineaciones tan diversas que mezclan norteño con rock, hip hop, ska y demás géneros “alternativos”.
Este fue el caso de HIPNOSIS, que en su cartel psicodélico incluyó a una banda que busca reivindicar la música de los cincuenta (como el danzón), fusionándola con sonidos modernos y demostrando que el pasado puede servir de pavimento para el camino del presente. El nombre de ese grupo: La ReDadA.
“La idea de hacer la banda es poner a la música como elemento principal, no se trata de querer encajar en ninguna escena en particular. Así como tocamos en HIPNOSIS nos han invitado a participar en eventos de noise y la gente termina bailando”, explicó Daniel Llermaly, bajista.
Una parte importante para entender el sonido de La ReDadA es precisamente el rescate del danzón, un género que gozó de gran popularidad en México gracias al cine y que marcó a toda una generación. Sin embargo, el danzón ha tenido problemas para cruzar la barrera generacional, a diferencia de la cumbia o la salsa que sigue gozando de buena salud comercial entre la juventud.
“El danzón se dio de manera natural. La banda se formó por el simple deseo era tocar juntos, sin saber exactamente que género queríamos hacer. De hecho fue hasta después de echar unos palomazos que Carlos (percusión) llegó con un disco y nos sugirió sacar una canción que curiosamente era un danzón”, comentó Daniel.
“Se trata de re interpretar esas canciones que nos gustan y que en algún momento fueron grabadas aunque no hayan sido populares. Por ejemplo, el danzón es un género que normalmente tocan orquestas y nosotros somos seis nada más, entonces fue interesante saber como lo íbamos a adaptar a nuestros recursos”, explicó Julián Huerta, órgano.
Julián sabe lo que es rescatar música olvidada y traerla a nuestros tiempos con éxito. Además de La ReDadA, forma parte de Sonido Gallo Negro, Twin Tones y Espectroplasma, por lo que podemos decir que es una pieza clave para la escena garage nacional, específicamente de la Ciudad de México. Para él, la música antigua puede empatar fácilmente con la actual gracias a una sencilla razón.
“Me parece que muchos de los géneros actuales usan ritmos que ya fueron tocados en otras épocas, pero ahora se les da una interpretación muy distinta, más digital. Creo que solo ha cambiado la producción pero el ritmo sigue siendo el mismo. El mismo reggaeton tiene una bases muy similares a las que se usaban en Panamá en los años 60”, reflexionó Julián.
“En realidad no ha habido nada nuevo en los últimos 50 años, todo es interpretación. Cada generación le da su propio toque aportando sus vivencias y la tecnología que tiene a su disposición”, completó Daniel.
Quizás sea por eso que La ReDadA prefiere invertir su tiempo y talento en la música del pasado, ya que ir a la fuente original te da la oportunidad de reinventar esos sonidos desde la base.
“Los integrantes del grupo tenemos en común que estamos muy desconectados con lo que está pasando ahora en cuestión musical. En mi caso particular creo que existe tanta música que se ha grabado y que en cierto sentido es nueva para mí que me puede mantener entretenido”, explicó Daniel.
La ReDadA es el ejemplo de lo que puede ser un gran proyecto cuya única intención es hacer la música que los apasiona. No existe un interés comercial, tampoco una ambición por transformar a la industria. Es simple: recordar, tocar, bailar y ser felices.