Entrevista con la colectiva Mujeres contra la violencia en la industria musical

El silencio amplificado: Mujeres y diversidades exhortan freno a la violencia de género en la industria musical en México.

En el deslumbrante escenario de la industria musical, donde las melodías resuenan y los ritmos capturan a millones de oyentes, persiste un eco sordo: el de la desigualdad y violencia de género. Aquí, las mujeres y diversidades enfrentan barreras significativas, desde la discriminación, la sexualización, el menosprecio sistemático, hasta el acoso flagrante o el abuso sexual. 

En un país como México, conocido por su rica tradición musical y su vibrante escena artística, deberíamos caber todas las personas por igual, con libre capacidad de talento y expresión, pero para las mujeres —lamentablemente— hay más obstáculos para, por ejemplo, formar una banda de morras, ser vocalista y no ser sexualizada, o ingeniera de audio sin ser infravalorada en un gremio donde la mayoría son hombres. Ante este indignante panorama, en Guadalajara, Jalisco, se ha creado el colectivo Mujeres y Diversidades Contra la Violencia en la Industria Musical. 

 

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En palabras de Pilla Piano (compositora, pianista, profesora y mujer pionera en el movimiento del jazz en México) es necesario poner puntual demanda y politizar las exigencias, por eso, el pasado mes de enero esta colectiva lanzó un pliego petitorio dirigido al gobierno estatal en Jalisco y a diversas instituciones públicas, esto con el objetivo de exigir un alto a la flagrante violencia de género en la industria musical. 

Llevo más de 30 años en la industria de la música, desde mis inicios siempre estuve en grupos de vatos y hoy veo que tristemente las violencias, en lugar de erradicarse, siento que evolucionan. Sigo viendo mujeres y diversidades peleando por ser respetadas en el gremio y es duro”, aseguró Pilla durante una entrevista para la revista Indie Rocks!

La docente y mujer emblema del jazz en Los Altos de Chiapas ha tocado en festivales de Alemania, Bélgica, Argentina, Chile y Estados Unidos, pero asegura que el camino para lograrlo no ha sido fácil. “Yo, por ejemplo, tuve que aprender a rifarmela con puros vatos, porque antes si eras mujer debías ser vocalista o sino tenías todo en contra, hoy buscamos cambiar esas absurdas normas”, aseveró al proclamarse inspirada por las nuevas generaciones, quienes ya tienen otro criterio ante las violencias machistas. 

Una colectiva de Jalisco que inspira a las músicas mexicanas en todo México

Durante la charla, también estuvieron presentes diversas integrantes de la colectiva, entre ellas Angie, pianista y gestora, quien asegura que el escudo más fuerte ante las violencias de género en la industria musical es el acuerparse entre morras profesionales del gremio. “Primero identificamos cuántas mujeres somos en la industria musical en Guadalajara, de ahí, sigue saber quienes somos compositoras, ingenieras de audio, instrumentistas, gestoras etc. De ahí, el siguiente y más valioso paso es crear redes de trabajo entre nosotras mismas, para así dejar un camino más sólido para las músicas que vienen”, refrendó respecto a la importancia de crear espacios seguros para mujeres y diversidades en el arte.

Las personas que fortalecen el tejido social de mujeres y disidencias en la industria del entretenimiento no sólo competen a profesionales de la música, es necesario promover el trabajo de las artistas desde distintas trincheras, muestra de ello es Channtal, quien es encargada del contenido de video y redes de la colectiva. “Aunque yo no soy música, me uno fielmente a la causa contra las violencias sistemáticas, pues desde hace tiempo he trabajado con muchas artistas y claro que percibo esas violencias, como creadora audiovisual busco tomar una postura activa para la visibilización de las problemáticas y así, juntas, alzar la voz”, dijo respecto a la importancia de unión multidisciplinar que debemos tener las morras y disidencias. 

Sonidos de desigualdad: la invalidación de bandas conformadas por morras

Quien férrea coincidió con este punto fue Moni, guitarrista de la banda femenina de rock Traffic Tulish, quien desde su experiencia refrendó el urgente reclamo para exigir alto a las opresiones de género, pues pesar de su talento y dedicación, las mujeres y bandas como la suya aún tienen limitada participación en escenarios y festivales. 

“Las cosas deben cambiar, por ejemplo al inicio el reto era la recepción del público en un show, la gente era como de ‘ay no, es una banda de puras morras, va a sonar horrible’, fue muy complicado, obvio ahorita ya tenemos cierto renombre, pero al inicio era una carrera por tener que demostrar que dominamos nuestros instrumentos y nuestro arte (…) Ni hablar del tema del audio, nosotras tenemos una ingeniera de audio en monitores, pero todo el tiempo los hombres la quieren mandar al diablo, al ver que es mujer sienten que no sabe, cuando todo lo contrario porque es la mejor en lo que hace, pero ellos por ser vatos se rehúsan a que una mujer les de órdenes”, aseveró Moni respecto a los prejuicios machistas que invalidan el trabajo artístico sólo por ser mujeres. 

 

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JAM Sessions, un espacio que debe ser más seguro para las mujeres y disidencias

En esto coincidió plenamente Pilla Piano, quien asegura que “dentro del jazz es igual muy cabrón, las JAM sessions pueden llegar a ser super violentas, ejemplo, si una morra llega vestida super chido, la intimidan tanto con miradas que luego ya ni se puede subir y si se sube es el centro de atención pero mal plan, como para poner en juicio las capacidades de la mujer música, por eso me parece super importante y muy chido que cada vez más las mujeres estan abriendo nuevos espacios para mujeres”. 

“Ese es el camino a seguir, si tenemos la forma hay que ayudar a las nuevas generaciones de músicas a profesionalizarse, echarnos la mano entre nosotras, si tenemos equipo o contactos hay que prestarlos y compartir, para así fortalecer el espacio seguro para mujeres y diversidades en la industria musical. Yo si creo que es posible que las morras se suban a escenarios como el Vive Latino, una cosa lleva a la otra, hay que empoderarse, profesionalizarse y apropiarse del espacio (…) a lo mejor no me toca verlo a mí, pero con la unión qué hay sé que se puede lograr”, dijo con firme postura la creadora del ensamble Wujeres y los Pilla Encuentros, espacios dedicados empoderar esta red.

Si bien el camino hacia la igualdad de género en la industria musical mexicana puede ser largo y lleno de desafíos, cada paso hacia adelante y unión entre mujeres músicas, staff, ingenieras, periodistas, gestoras y fotógrafas, nos acerca un poco más a un futuro donde todas las voces, sin importar el género, sean verdaderamente valoradas y celebradas, por eso, tal y como lo profesa el colectivo Mujeres y Diversidades Contra la Violencia en la Industria Musical.