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Entrevista con Jens Lekman

Entrevista con Jens Lekman

Foto Facebook Jens Lekman

“Soy un animador”, Jens Lekman.

Cuando le pregunto a Jens Lekman qué es aquello que tiene que decirle a sus seguidores en México contesta sin titubear. “Gracias por aguantar y esperar por mí, siento mucho que haya tardado tanto en venir”, y en otros momentos durante la conversación deja en claro que su visita, a pesar de no ser 100% en forma –pues se presentaba él solo, sin banda de acompañamiento– era algo que emociona. “No puedo creer que me llevó tanto tiempo venir, me siento increíble”.

Pero su relación con México no es cosa nueva y mucho menos un fenómeno que haya nacido a partir de Life Will See You Now, su más reciente disco que vio la luz el año pasado. Ese cariño entre ambas partes lleva más de diez años activo y se hace más fuerte con cada muestra de música nueva que arroja. “He recibido muchos mails de fanáticos mexicanos desde hace quince años y durante ese tiempo había tratado de venir, incluso a festivales, pero nunca se había logrado hasta ahora que finalmente estoy aquí”. Es, además, algo que tenía que pasar eventualmente, pues su cercanía va más allá de sus fans. “Antes, cuando usaba muchos sampleos, compraba un montón de discos viejos mexicanos, de música de mariachi y de tríos como Los Panchos y los utilizaba en mis canciones. Luego Javiera Mena me presentó mucha música mexicana y hubo cosas que me encantaron”.

Hablé con él en el marco de su concierto para presentar el ya mencionado Life Will See You Now, un disco que luce completamente distinto a su antecesor, el desgarrador I Know What Love Isn’t, y que encuentra a Lekman de regreso en aquello que lo llevó a la fama mundial: ser un perfecto narrador de historias y un nada despreciable arquitecto de pop de ensueño. Cinco años parecen un periodo de tiempo para sanar, pero la realidad es que este disco no es tan luminoso como pudiera parecer. Detrás hay una historia de crisis que lo hace todavía más interesante. “Life Will See You Now  es un disco en donde trato de responder a la pregunta ‘¿debería seguir haciendo música y, si es así, qué se necesita de mí?’. Así terminé escribiendo canciones con la responsabilidad de ofrecer esperanza en lugar de arrojar al escucha pura tristeza y dolor”.

¿Su receta secreta? Maquilar canciones que presumen oscuridad en sus letras y que al mismo tiempo están enmarcadas con una luminosidad especial en las melodías que las acompañan. “Una manera de hacerlo era implementar una fuerza que manejara la música, es decir, escribir una canción triste, pero añadirle un beat que demostrara lo contrario. Por eso creo que hay muchas canciones bailables en el disco. Pueden ser tristes, pero con un beat se convierten en otra cosa: en enojo, en ansiedad, en frustración, en un sentimiento que grita “quiero salir de aquí”. De ahí que “What’s That Perfume That You Wear?” sea el puente que une el disco pasado y este”.

Esa es una de las mejores canciones de Life Will See You Now y un ejemplo claro de lo que Lekman ha pulido con maestría a través de todos estos años. A lo que yo llamo un narrador de historias, él lo llama un animador. “Casi todas las canciones que escribo son ficción, de alguna manera, pero son emocionalmente autobiográficas, de cosas que me han pasado a mí, solo que las convierto en historias. Soy un animador de corazón”.

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Pero detrás de ese animador resucitado hay una crisis existencial que dio vida al disco, acaso aquel en donde sus historias cuentan con cuestionamientos más profundos que en sus antecesores. Él lo explica así. “Cuando empecé a hacer el disco tenía 33 años y, no sé si hayas escuchado esto, pero es la edad conocida como ‘la edad de Cristo’ porque Jesucristo tenía 33 años cuando perdió la vida y, según la leyenda, cuando los cumples te cae el veinte de que Jesús tenía tú misma edad cuando murió. Entonces empiezas a preguntarte ‘¿qué he hecho con mi vida?’ sabiendo todo lo que él había logrado con esa edad. Yo me respondí ‘he hecho algunos discos y he escrito algunas canciones de amor pero nada más’. Ese fue el catalizador del disco, esa crisis existencial que te pega cuando tienes esa edad. ‘¿Debo seguir haciendo música?’, ‘¿Quién soy en realidad?’, ‘¿Por qué sigo tomando las mismas decisiones una y otra vez?’. Te cuestionas a ti mismo”.

En donde Night Falls Over Kortedala encontraba jubileo y I Know What Love Isn’t depresión, Life Will See You Know encuentra una luz al final del túnel de la incertidumbre, producto mismo de la época en la que Lekman regresaba a su camino. Así haya sido con Ghostwriting, su proyecto de escribir canciones a partir de historias que sus fans le hacían llegar, o con Postcards, su titánica labor de hacer una canción diaria por todo un año con un resultado de 52 piezas que iban desde cuestionamientos políticos hasta fábulas de amor, Lekman siempre buscó la salida a un momento de frustración.

I Know What Love Isn’t fue un disco difícil y en ese momento lo sentí como una decepción para mí. Tocaba en foros vacíos y cuando había gente se acercaba alguien a decirme ‘hey, me encantó tu disco, el que sacaste antes de este’. Era duro porque Night Falls Over Kortedala fue un gran éxito y además era un disco muy colorido. En ese momento sentí que la había cagado porque todo había sido un completo fiasco. Pero ahora volteo  hacia atrás y me doy cuenta que no era cierto. Amo ese disco, pero así se sentía en ese momento”.

Después de hablar con él puse una vez más Life Will See You Now y el resultado fue distinto. La conversación arrojaba una nueva perspectiva para escucharlo, aquella que ofrece la oportunidad de meterse en las entrañas de un verso como si hubieran sido escritas solo para ti. Es uno de los grandes discos de 2017, pero hay que darle un mérito todavía más grande: ser aquel que cierra un ciclo importante para uno de los compositores más valiosos que tenemos actualmente. “It’s all in your head / It’s all in your head” repite al final de “Postcard #17”, no mal mantra para adoptar después de todo esto.