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Entrevista con Ikiatari

Entrevista con Ikiatari

Ikiatari y el doloroso placer de ser independiente.

Todo empezó en 2013 cuando Esteban (guitarra) y Martha (Batería) decidieron que Ikiatari sería el nombre de su nueva aventura y que con el paso de los años han logrado consolidar un sonido que oscila entre el math, el post rock y lo experimental, el dúo vive intensamente el DIY y platicamos con ellos para conocer cómo lo han pasado este tiempo y sobre su nuevo material, Punto de restauración.

Esteban recordó los inicios. “Teníamos otro proyecto que sonaba rock pop y decidimos cambiar así nació Ikiatari, modificamos hasta nuestra manera de componer sin fijarnos en los tiempos, si son cuatro cuartos o lo que sea”. “Nos influenció mucho una banda que se llama Lite de Japón pero también hay muchas cosas que nos gustan, cuando grabamos lo notamos en cómo se van dando las canciones”, agregó Martha.

La banda no siempre ha sido un dúo, por un lapso se volvió trío, aunque regresaron al formato original, suceso que no pasó desapercibido, su nuevo disco Punto de restauración representa justamente eso, un regreso a las raíces.

“Es importante porque siento que regresamos al Ikitatari LP (2014) es como más nuestro otra vez, una composición genuina de lo que estamos sintiendo, y pues lo hicimos aquí, yo lo grabé, lo mastericé, todo lo hace Ikiatari, todo es hecho a mano”, expresó entre risas el guitarrista.

El resultado es un disco potente que se disfruta muy bien, para presentarlo en vivo el formato de la banda variará entre dúo y trío. “Antes nos subíamos dos, después tres, pero ahora que regresamos a ser dos, resulta que hemos tenido la oportunidad de conocer mucha gente y un bajista de la CDMX que conocimos hace tiempo dijo que sí se rifaba y en la presentación del disco tocó él”, preciso Esteban.

Mientras que en el proceso creativo el grupo asegura, no le gusta dejar nada al azar, y piensa en los detalles, al momento de componer analiza muy bien la dirección que el riff o la parte que tiene estructurada, necesita.

El dúo ha tenido la oportunidad de girar por el país, tarea nada fácil pero muy gratificante. Así lo explica la baterista. “Nosotros no tenemos auto así que siempre hay que buscar alguien que se rife la manejada, conseguir lo de las casetas y la gasolina, en dónde pasar la noche, sí hay gente que arma shows en los estados, pero en lo general te dan el cover que entre y nunca sabes cuánto va a haber. Andar de gira como una banda emergente es difícil, hay que comer Maruchan o tortilla con sal, pero lo mejor es toda la gente que conoces”.

¿Qué es lo más difícil por lo que han tenido que pasar?, después de un suspiro y risas cortas. “Seguir haciendo esto, ir en contra de la normativa social, no tener un trabajo estable, ir de aquí por allá viendo de dónde sacas dinero”, disparó Martha.

La escena del math y de los experimental ha ganados espacios en los últimos años, además de tener buenos exponentes, Ikiatari lo sabe y ya tiene un objetivo inmediato, tocar en otros países de Latinoamérica, y más adelante cumplir el sueño de conquistar Japón por lo que están dispuestos a trabajar lo que sea necesario para lograrlo.