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Traducción Adriana Cartagena
Yannis Philippakis está sentado, contento en la silla de su estudio con dos álbumes de regreso al escenario, no se ve como un hombre que se haya bloqueado al escribir.
Pero hace apenas un año, los efectos de andar de gira constantemente dejaron al líder de Foals sin la capacidad no solo de hacer nueva música, sino de incluso poder tomar una guitarra. “Tengo un cuarto en la casa donde tengo todos mis instrumentos y fue ahí donde traté de escribir, pero cada vez que entraba, me estremecía. Y reveló. “Es la primera vez en la vida que no tenía deseos de tocar”. “Duré cerca de seis meses así”.
En el 2016, la banda se encontraba terminando el tour What Went Down, del álbum del mismo nombre lanzado en 2015. Decir que fiestaron mucho durante las 50 presentaciones alrededor del mundo “sería quedarse corto”, dijo Yannis, y todos concordaron en que necesitaban un periodo de tiempo prolongado para poder recuperarse eventualmente.
Si Yannis, de 32 años, se sentía agotado por llevar una vida de giras, parece que el bajista de la banda Walter Gervers lo estaba aún más, pues en enero de 2018 anunció que dejaría la banda.
Yannis mencionó que fue durante ese tiempo que Walter comentó que estaba considerando dejar la banda. “Todos nos sentíamos un poco hartos después de What Went Down, pues el tour había sido pesado y las fiestas se intensificaron, al grado de volverse insalubre. “Hay algo adictivo en eso, de perseguir ese momento de euforia y conexión con la audiencia en el escenario. Puede ser tan atractivo caer en lo bizarro para encontrarlo”.
Foals ha estado unida desde 2007, cuando irrumpió en la escena musical con su álbum debut, Antidotes, un derroche de guitarras punk pop bailables. Durante los siguientes 12 años, vendió un millón y medio de copias de los tres álbumes posteriores y ha tenido varias giras mundiales, una tras otra. En este proceso, se convirtió en uno de los más grandes en la música en vivo, yendo de un toquín, a un festival o a un club, y quedándose siempre a los after que llegaban inevitablemente después de cada presentación.
Por allá, entre 2000 y 2010, cuando solo eran cinco amigos que tomaban sus guitarras y tocaban juntos, parece que no tenían idea de lo grandes que se convertirían. Su enorme atractivo y longevidad en el mundo de la música los ha hecho permanecer por encima de algunos de sus contemporáneos, como The Maccabees y Wild Beasts, que se desintegraron al mismo tiempo.
Yannis explicó que esto era algo que le preocupaba sobre la decisión de su ahora ex compañero. “Cuando empezamos la banda, no pensamos que seguiríamos después de una década, así que naturalmente te preguntas si esto es algo que aún quieres seguir haciendo. Walter tiene un hijo ahora y siente que tiene otras responsabilidades e incluso otros deseos en su vida, y quiere perseguirlos. Siento que es la decisión correcta para él”.
Cuando un pedazo de la banda se va, genera irremediablemente un shock; ¿que si ellos consideraron separarse? “Tuvimos una plática bastante franca”, mencionó. "Pero yo dije ‘OK, nosotros sin duda vamos a seguir, ¿no?’ y los demás dijeron ‘claro, por supuesto’. Creo que incluso reforzó nuestro deseo de seguir en la banda; es lo que en realidad quería. Espero poder hacer música, ojalá, por el resto de mi vida”.
No hay resentimientos tras la salida de Walter; Yannis agregó que Walter le mandó un mensaje en enero cuando “Exits”, su nuevo sencillo salió, para decirle que le había encantado. “Aún somos muy buenos amigos, no hay resentimientos, somos familia”.
Aunque los otros miembros de la banda (Jack Bevan, Jimmy Smith, Edwin Congreave) también tomaron caminos separados durante su periodo sabático, Yannis se mantuvo cerca de sus allegados, al visitar Grecia repetidamente, de donde su familia es. “Fui al Monte Athos, que es una loca comunidad monástica”, y dijo. “Hice algunos viajes que creí que eran el perfecto equilibrio a toda esa locura de las giras, visité algunos lugares calmados donde, bueno, nada pasaba. No había wifi, que fue asombroso”.
Y agregó que también ha estado haciendo jardinería en el tiempo libre. “Psicológicamente lo asocio con echar raíces, como una manera de dejar un ancla y tratar de mantenerse en sincronía”.
Después de su bloque de música escrita, la banda se reunió a principios del 2018 y comenzó a entenderse como un cuarteto y no como cinco componentes. Sus papeles se volvieron más fluidos”; Yannis explica que. “Él cambiaría al bajo una y otra vez, al igual que Edwin. “En lo musical, fue un tanto liberador”, aseguró.
La nueva formación de Foals comenzó a trabajar en lo que se convirtiera ahora en sus dos álbumes nuevos, Everything Not Saved Will Be Lost: Part 1 (lanzada en marzo), y la parte dos (lanzada en el otoño). Y es también es la primera vez que Yannis produce un álbum de Foals.
“Tenía mis dudas al inicio; sabía que significaba más trabajo para mí”, ríe. “Además creo que siempre es positivo tener una opinión externa y, de muchas maneras, Brett Shaw (el ingeniero en el álbum) nos ayudó a cubrir esa parte. Fue todo un reto y es toda una responsabilidad asegurarse que no termine en un cagadero”.
Al trabajar en los Estudios 123 en Peckham, al sur de Londres, la banda empezó con la música en un proceso totalmente nuevo. Grabaron su trabajo desde cero, ya que trajeron fragmentos de las canciones, las tocaron en salas de grabación separadas y las enviaron de vuelta al estudio como una especie de circulo de retroalimentación producido de manera inmediata.
Yannis asegura que este proceso fue abrasador para él. “Tuve un poco de Brian Wilson, en el aspecto de no salir del estudio por meses. Estaba en el estudio grabando con los chavos y después, me iba al bar a escribir las letras, regresaba para cantarlas y a tomar decisiones para la producción. “En realidad nunca me desconecté; estaba sufriendo insomnio en la última etapa del disco y estaba bebiendo mucho”.
“En algunos momentos, me sentí hecho polvo, pero no lo hubiera hecho de ninguna otra manera. Soy el más feliz cuando me pierdo por completo en el proceso de crear música. Así que, a pesar de estar un poco fuera de balance y un tanto mal de salud, de alguna manera logré superarlo”.
La sugerencia de sacar dos álbumes en realidad vino de su manager, con lo que Yannis bromea al decir que la banda estaba en ‘disputa’ por las canciones. “Nosotros sentíamos que era vital que todas las canciones salieran y creo que en un álbum cualquiera, con 20 canciones incluidas, éstas mismas se dejan fuera y puede llegar a ser una experiencia abrumadora para el escucha”.
“Una de las razones principales por las que decidimos sacar dos volúmenes separados fue el que nos permitiera tener dos discos totalmente coherentes, con un carácter distinto, que profundizara el uno con el otro, pero que pudiera ser apreciado a su manera”. Y agregó. “Creo que el segundo incluso podría ser mejor que el primero” y dijo además que los fans tendrán una probadita de las canciones del segundo cuando toquen algunos de estos temas en su gira mundial, que comenzará el 16 de marzo, en el Vive Latino, en México.
Las canciones del primer volumen son poderosas y dinámicas, las que destacan son "Exits", "Sunday" y "I'm Done With The World (& It's Done With Me)". Hay un sentido de urgencia en todo este proceso, y la banda ha dicho anteriormente que la temática del álbum se basa en el miedo, la ansiedad generalizada, la tecnología y el control.
¿Qué tanto afectó la situación turbulenta del mundo actual a su música? Yannis dijo. “Me di cuenta cuando estaba escribiendo las letras, que es muy difícil no preocuparse o inundarse con tanta información. Tal vez estamos atravesando un periodo revolucionario en la historia humana y es difícil ignorarlo; de igual manera, hay un estancamiento ahora y se siente que todos estamos paralizados”. "Es importante para todo artista o músico comprometerse en el mundo que nos rodea", agrega.
“No es el momento para escribir canciones que hablen solo de amor”, dijo. “Deberías ser ciego o ser capaz de desprenderte de todo para poder escribir sobre ello. Pienso que sería una cobardía no involucrarse con lo que está pasando alrededor nuestro”.
Mientras Foals se prepara para comenzar su gira en México, Yannis dijo que espera con ansias regresar a nuestro país. “Cada que vamos a México, las presentaciones se vuelven mis favoritas debido a la energía del público, que es increíble. Pienso que ellos son los mejores fanáticos del mundo en cuando a pasión se refiere”.
Además dijo que no puede esperar para disfrutar el mezcal, pero sobre todo, para tocar las nuevas canciones de la banda por primera vez al público. “Hubo momentos, durante la creación del álbum, en los que encontraba difícil poder terminarlo, y ahora pienso ‘¡Vaya!, terminamos 20 temas’. Una cosa es terminar un álbum, pero terminamos dos”.
“Me siento muy contento con lo que ha pasado; no puedo esperar a que todos escuchen la nueva música”, finalizó.