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Después de bajar de un escenario en el Vive Latino el pasado 14 de marzo, Fidel Nadal no sabía lo que le esperaba. Los vuelos internacionales cesaron por tiempo indefinido siéndole imposible volver a casa. Así que ahora, cuatro meses después, sigue instalado en la CDMX viviendo con incertidumbre y desconocimiento por este suceso internacional que paralizó todo.
“Esto fue de un día para el otro y nos sorprendió a todos por igual. Para mí, se cancelaron todos los shows, las giras se acabaron quién sabe hasta cuándo. ¡Qué increíble, quién hubiera dicho que iba ser así! Esto es muy perjudicial para todos pero creo que nos toca, quizá, enfocarnos un poco en el positivismo. Nosotros, por ejemplo, estamos enfocados en utilizar las herramientas que tenemos para seguir haciendo los conciertos en vivo”, declara el cantante argentino en esta videollamada.
En todos los ámbitos el asunto de la pandemia es noticia mundial. Hay una crisis a la que Fidel encasilla como grave y aguda de la cual duda mucho haya personas que se pudieran escapar, pues supera rubros y naciones. Algo sumamente profundo. Y la música, claramente, no es la excepción:
“¡Uff! –su lamento me vibró la piel–. Te puedo decir que hay muchos, muchos afectados; a la música y a todo lo que está alrededor perturbó sí o sí; no solo al músico, sino al equipo, al estudio de grabación. Y si seguimos podemos incluir a bares, foros, salones –risas sin alegría–. ¿Entendés lo que te digo? ¡Está todo cerrado! No vemos hasta cuándo pare esto. Todo lo que influye a mi alrededor nos pegó de frente y no de refilón. Pero es en estos casos donde surge el instinto de sobrevivencia… como mi disco, por ejemplo”, asegura el exponente del reggae.
Cuando se piensa en un encierro obligado puede venir con ello un momento para la creatividad; sin embargo, para Fidel es un lapso de disfrutar su más reciente material discográfico, Survival Time, un álbum grabado en Trenchtown, un barrio en Kingston, Jamaica y que trae consigo largas historias…
“Fue un disco que hace año y medio lo empecé hacer y que salió justo en todo este tema del aislamiento (junio, 5). Entonces, durante este encierro me he puesto a escucharlo cientos de veces con otra profundidad. Lo percibo y recuerdo… ‘¿vos te acordás cuando estábamos caminando…? y no lo valorábamos’. Era un día más. Y ahora lo mirás y dirás, ‘¡no lo puedo creer! ¡Lo que daría!’. ¿Entendés? Es un disco que quedó marcado de por vida”, profundiza el solista.
Sin dejarse tumbar por la crisis que detuvo de tajo sus planes del 2020, Fidel se adapta a nuevas iniciativas con la finalidad de llevar su reggae a todo el mundo. Así que usando el Pepsi Center WTC de la CDMX como trampolín, presentará su más reciente álbum en modalidad streaming el próximo 17 de julio. Un show sound system bajo la iniciativa de la Reactivación del Entretenimiento y de la Música en México (REMM) y acompañado por Natty Congo Crew, Jah Fabio, Io Mix y los DJs Joshua Selecter y Ofer Selecta.
“Mi debut en el streaming –carcajada sorpresiva–; déjame primero vivirlo y después te cuento. Puedo tener una idea porque será un gran foro… vacío. Pero saldré con todo, sin miramientos. ¿Por qué? ¡Motivos sobran! Es necesario hacer esto; con lo que hay, hay que armar. No es momento de poner más obstáculos. Y estas iniciativas te demuestran que no nos quedamos con los brazos cruzados. Sé que habrá muchas emociones al ver un show hecho para la gente y sin ella, ¿irónico, no?”, reflexiona el intérprete.
Es un hecho que está situación que nos tiene subversivos será una gran anécdota por contar en los siguientes años; sin embargo, por ahora vamos día a día, recomienda Nadal, pues es difícil atinarle a los planes. Y específicamente para él es un panorama incierto:
“Aún con todo parado hasta nuevo aviso, vamos a continuar a como dé lugar. Por ahora seguiré disfrutando de este nuevo álbum lo que resta del año, porque para el próximo quiero sacar un disco de aniversario por mis 35 años de carrera. Y como eso es lo que quiero hacer, me voy a tomar todo el tiempo que necesite: elegir bien las canciones enfocándome en aquellas que a la gente tanto le gusta, con colaboraciones de artistas de diversos géneros; tiene que ser algo épico, ¡una tremenda fiesta!”, cierra esperanzado la charla en este, un día más.
Sin duda, las experiencias nos señalan que planear es una moneda al aire. Afortunadamente la música asiste como medicamento de resiliencia… y el reggae es té que relaja las angustias. Si alguien nos hubiera contado que todo esto pasaría, ni Fidel ni yo lo creeríamos.
A darle, titanes.