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Tras mudarse desde Bogotá a Miami, reconectar en preparatoria y guiar su sentido musical por la siempre icónica psicodelia setentera, Camilo Medina y Javier Forero, junto a Guillermo Rodríguez-Torres y Pierce Codina darían forma a Divino Niño durante 2013, erigiéndose rápidamente como una de las propuestas de new pop a seguir dentro de la bien llamada ciudad de los vientos. Tras lanzar Pool Jealousy (2014), The Shady Sexyfornia Tapes (2016) y Foam (2019), la agrupación de raíces latinoamericanas se haría de un sonido tan disfrutable como particular, valiéndose de recursos dance, indie y soft psych para entregar una propuesta fresca por donde se le mirara.
Hoy, y habiendo vivido una emergencia sanitaria durante la que integraron al tecladista Justin Vittori a la alineación, el ahora quinteto ha decidido dar un vuelco de 180° a su sonido, apostando por sonoridades latinas de feeling semi industrial en lo que se perfila como su cuarta placa de estudio; Last Spa On Earth, próximo a lanzarse este 23 de septiembre vía Winspear Records. Así, y a tan solo semanas de su estreno, nos dimos a la tarea de conversar con tres de los integrantes, tocando temas como el cambio drástico en su universo melódico, las situaciones que permearon el nuevo álbum y el estado de festividad y alivio al interior de la banda.
El nuevo álbum presenta una faceta nunca antes para los seguidores de Divino Niño, haciendo uso de guiños hyperpop, reggaton, neoperreo e indie velado, el cambio en el sonido no podía ser más evidente al escuchar sencillos como “Drive” o “Tu Tonto”.
No quiero decir que fue la pandemia, pero la verdad es que al estar desconectados de la comunidad de indie rock en Chicago, la única música que escuchábamos era la que nos compartíamos; neoperreo, ritmos más experimentales y humor”, compartió Medina.
Más allá de los nuevos e interesantes riesgos por los que se han decantado los integrantes, no podemos ignorar el carácter político al retomar esta cantidad de influencias latinas haciendo música desde un país extranjero.
“Es un poco difícil vivir lo latino desde acá, hay bastante gente a la que le gusta el sonido pero a veces no lo entienden. Aún cuando nuestros amigos aprecian lo que hacemos, sigue siendo diferente para ellos”, compartía Forero, “Cuando eres latino y haces música quieren catalogarte todo el tiempo como música latina y ya, sin prestar atención en el ritmo o lo bailable que sea”, remataba Rodríguez.
La lucha por mantener una identidad pasaría a ser cuestión del día a día con un contexto como el de Divino Niño, valiéndose de lo empírico para encontrar una línea artística tan distintiva como es posible.
“Al inicio vivíamos juntos y todo lo que nos inspiraba era The Beatles, cantábamos casi todo en inglés tratando de emular ese sonido sesentero. Nos funcionó para empezar, pero el estar de gira, sacar discos, no parar, es cómo hemos encontrado nuestra identidad”, apuntaba Medina.
Podemos entender la nueva paleta sonora al interior de Last Spa On Earth como el último grito de originalidad por parte del proyecto con sede en Illinois, descrito por los integrantes como “Collage, graffiti y caótico”.
Sin poder ignorar la drástica situación vivida por todos nosotros durante los últimos dos años, Divino Niño hace girar el apartado conceptual del futuro lanzamiento sobre la idea de sanar, partiendo de un nivel espiritual y expresado de la manera más festiva posible, colocando la soltura y jovialidad como platos principales. En cuanto a lo musical, la atmósfera del material se ve plagada de guiños electrónicos producto del confinamiento, trabajados de manera individual pero culminados en colaboración, dando un punto y aparte con trabajos anteriores.
Nos gustaría que la gente sintiera como loco al escuchar el disco. Nos encanta el disco pero es brutalmente experimental. Somos nosotros diciendo 'esto es lo que somos', nos gustaría transmitir esa sensación de sentirse auténtico”, respondía Medina.
El contexto actual para la banda no podría pintar mejor tras la larga espera y retrasos consistentes del material debido al confinamiento. Desde giras y ruedas de prensa, los integrantes parecen estar más que preparados para llevar Last Spa On Earth hasta sus últimas consecuencias musicales, manteniendo presente el disfrute del momento y la relación que han cultivado con su público tras todos estos años.
“En este momento nos sentimos muy bien. Cuando uno le mete alta energía a lo que está haciendo y tiene que esperar ocho meses para sacarlo, es genial ver a la gente conectando con nuestra música”, compartió el guitarrista.
Mencionando “Miami”, “Mona”, “XO”, “Especial”, “Toy premiado” y “Ecstasy” como sus cortes favoritos del nuevo LP, la diversidad en las elecciones de los integrantes nos confirman su expectativa optimista rumbo al nuevo material, confiando plenamente en sus decisiones artísticas al venir la honestidad sensible del momento.
Nuestra plática terminaría entre emociones contenidas y la mirada de Divino Niño sobre territorio nacional, devuelta con intenciones de fiesta a la espera de su próxima visita.
Estamos cuadrando ir a finales de otoño. Tocamos en Tijuana hace poco pero queremos llegar a Ciudad de México. Si no se puede este año, el siguiente será nuestra prioridad, más que Europa o cualquier cosa, queremos ir a México y Latinoamérica”.