Favoritos
Haz click en la banderilla para guardar artículos en tus favoritos, ingresa con tu cuenta de Facebook o Twitter y accede a esta funcionalidad.
En este tiempo imprevisto donde casi todo se detuvo y poco a poco vuelve a su cauce con debidas precauciones, dudas y temores, “Ohms”, nuevo sencillo de Deftones, es el murciélago que emerge de una oscura cueva para ver de nueva cuenta la luz, esa que tanto necesitamos, ya sea con el ánimo que transmiten los mensajes de la familia a distancia, el agradecimiento por lo que tenemos antes que pensar en lo que nos falta, y la música que fiel a su condición inmortal, no se ha visto opacada ni siquiera por una pandemia.
“El proceso de grabación comenzó en el verano del año pasado, cuando empezamos a trabajar en la mezcla fue cuando el aislamiento comenzó, tuvimos que adaptarnos a un modo de trabajo para el cual no estábamos preparados, terminando voces y detalles a distancia”, la voz e imagen de Abe Cunningham, baterista de la banda, ilumina de cierta forma mi sala de estar y mi ánimo que en estos días es de un complejo sube y baja, nunca imaginas tener al miembro de una de tus bandas favoritas de toda la vida hablando directamente contigo, aunque sea por una llamada de Zoom.
“Is that a puppy?”, dice al ver a Polly acomodándose a mi lado en el sillón, le muestro a mi fiel mascota y la saluda, “it’s lovely”, recalca mientras camina en círculos mirando la pantalla de su teléfono, cual león enjaulado. “Me estoy volviendo loco y aburrido, procrastinando, hablando con los chicos todo el tiempo, tratando de grabar demos y practicando en casa, esperamos estar bien y superar esto”. Y en espera del 25 de septiembre y como conclusión de una serie de mensajes subliminales, un billboard en Los Angeles develó la imagen de la portada del disco también titulado Ohms, de nueva cuenta, bajo la batuta de Terry Date en las consolas, tal y como sucediera en los álbumes Around the Fur, el ya legendario White Pony, y el homónimo Deftones lanzado en 2003.
A primera instancia podemos apreciar en este primer sencillo, una gran diferencia en la producción, quizá menos áspera que en discos anteriores, pero sin perder esa sutil brutalidad, los riffs algebráicos de Stephen Carpenter, los ambientes de fondo ideales creados por Frank Delgado, la ya perfecta integración creativa y ejecutora de Sergio Vega en el bajo, la lírica intrincada de Chino Moreno y su voz siempre hiriente y un final digno de apreciación.
Abe Cunningham debe su inventiva rítmica a su mayor ídolo, Stewart Copeland de The Police, y al ansia de alimentarse musicalmente tanto de los clásicos como de la nueva música. “Me gusta escuchar cosas viejas y descubrir nuevas bandas, el rock está vivo, solo que ha cambiado, y también existe mucha música desechable o artistas que emergen tan rápidamente y no entiendes por qué. Con este disco queremos darle más vida al rock que nos ha dado tanto”.
Y es que una de las frases creadas por el género que más evoca el sentimiento que tiene Abe al respecto de seguir haciendo música es “I hope i die before i get old”. “Siempre pasa por mi mente que todo puede llegar al final, pero aún tienes a toda esta gente que sigue tocando, como The Who o The Rolling Stones. Nosotros ya rondamos los 50 años de vida, y personalmente quiero permanecer haciendo lo que más me gusta, tocar, salir de gira, crear música, hasta que ya no pueda, me sigo sintiendo como un niño cada vez que subo al escenario”.
Más de 30 años de carrera, de la furia adolescente en un garage a la exposición global, superando la trágica pérdida de Chi Cheng, con las grabaciones de Eros como un misterio para los fans de antaño y los nuevos adeptos que encuentran en la banda una inspiración, desfogue y esperanza.
Creo que nunca hemos tenido un mensaje para llegar a la gente, ellos llegan a nosotros, y todos son bienvenidos, solo ponte los audífonos y sube el volumen, de eso se trata Deftones, y de explorar la música, encontrar diamantes, si llama tu atención excava hasta las profundidades”.
Y esa frase a modo de mandamiento tiene todo el sentido del mundo, y aplica para cuando los tiempos de cualquier deidad en la que creas no son tan perfectos, solo ponte los audífonos y escucha, deja que cada nota guíe el camino al bienestar que tanto falta, deja que esta nueva canción te arrastre a viejos tiempos cuando tenías menos preocupaciones, deudas, incertidumbre y soledad. Arrástrate de nuevo en ese viaje astral a falta de ayahuasca, tus gotas de CBD se van a acabar, pero la salvación siempre estará en tu estante de CDs, en los vinilos que le robaste a tu papá, en las canciones que te recuerdan a tu mamá, y en la playlist que estás haciendo para tu sobrino recién nacido.
Es así como para terminar este texto, doy play a “Pop Life” de Prince, después de pensarlo mucho, la canción que me dijo Abe que le gustaría que sonara en su funeral después de tocar la madera de un mueble. “Espero que eso no pase pronto, porque aún tengo mucho por hacer, quiero tocar por primera vez en India, y por supuesto quiero volver a México de donde mi mejor recuerdo es la pasión y entrega del público, desde la primera ocasión cuando tocamos en el Hard Rock Live y cada vez que regresamos”.