Entrevista con Chakruna

 Chakruna y su sabor andino.

“Decidí que Chakruna debería existir para utilizar la música como una herramienta y con ella crear lazos y puentes, donde había brechas, divisiones, y hasta tremendos abismos que separan nuestras sociedades”, expresó Jorge Espinoza, la mente maestra detrás de uno de los productores de música electrónica más interesantes de nuestro continente.

Una bomba a punto de estallar, eso es la escena electrónica en Perú. Productores que combinan el house, el trap, con chicha, reguetón, cumbia o lo que sea, se preparan para conquistar el mundo. Chakruna es uno de los exponentes referentes de este movimiento y ha llevado sus beats a diferentes latitudes.

A los nueve años tocaba la guitarra de su hermano y con el tiempo comenzó a mezclar acid house. Las fiestas lo ayudaron a valorar  géneros como el trans, el techno y el house; sin embargo, esto no fue la meta sino la base de lo que vendría después.

“Siempre me sentía incompleto, eso me llevó a experimentar con el hip hop, que era algo más parecido a lo que hacía tocando instrumentos en bandas; y aprendiendo a producir beats, usando samples, fue que comencé a ponerle ese sabor que le faltaba a la música que me gustaba, el sabor latino, peruano, el sabor andino y amazónico”.

El productor le atribuye el renombre con el que ahora cuenta a su trabajo en redes sociales, el ser parte de los cimientos de esta movida y al trabajo en conjunto con la disquera Terror Negro Records (TNR), parte fundamental de la escena peruana.

“TNR es la netlabel  que fundó mi causa Deltatron, con el tiempo la propuesta del sello se fue inclinando hacia lo tropical, poco a poco se fueron incorporando Loko Bonó, Tribilin Sound, Elegante & La Imperial, Sonidos Profundos, Dr Pánico y Qechuaboi; hemos llegado a convertirnos en una familia”.

Además el sello londinense Tiger’s Milk Records lo eligió para un compilado con productores peruanos del género llamado Perú Boom, y se da tiempo de forjar en un instituto a los futuros productores de su país.

El acto en vivo del peruano es un reflejo de honestidad. “Dejo fluir todos los sonidos que me están influenciando en mi vida cotidiana, a veces me gusta transgredir los complejos y parámetros que tiene la gente en cuanto a sus gustos musicales, y a veces también trolear un poco. Puedo ofrecer una experiencia muy mística pero luego llevarte a un estado más eufórico, tanto de uno u otro siempre depende del tipo de evento”.

El próximo 30 de julio tendremos la oportunidad de presenciar a Chakruna en el Festival Gozadera, donde promete fuego en la pista de baile.

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