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Entrevista con Apolo

Entrevista con Apolo

14/Jun/2018

De lo onírico a la realidad, el desierto siempre tiene gratas sorpresas: Apolo.

Crear una banda independiente puede resultar bastante sencillo. Un grupo de amigos se reúne por amor a la música, compran instrumentos de remate, amplificadores de 35 watts, se aprenden algunos covers o intentan hacer sus propias melodías sin siquiera saber ecualizar. En alguna azotea, un diminuto garage o el cuarto de alguno de los integrantes se emite ruido cada tercer día mientras un póster de Led Zeppelin o Deep Purple es el espectador del fabuloso desastre auditivo. Sana convivencia y sueños de grandeza despide cada rasgueo en las cuerdas. Todo nació así y es algo que siempre debe subsistir; el verdadero problema, perdurar y no dejar atrás la ilusión de convertir su proyecto en algo profesional.

Apolo, se apoderó de un escenario hace 11 años y las tarimas le ofrecieron algo recíproco, un amor genuino que pocas veces se obtiene y el cual se debe conservar como el mismo santuario de Delfos. La perseverancia paga bien, y el cuarteto originario del desierto mexicano lo sabe. Ahora, después de más de una década de su nacimiento ellos dicen no haber cambiado en nada. Pero el sonido no miente, la madurez se escucha en cada producción y la evolución no los ha tomado por sorpresa, pues ellos evolucionan por el mismo sendero, siempre teniendo en la mente lo que significa el rock no solo como género, sino como ideología y forma de vida.

“Lo único que ha cambiado es que nos llevamos mejor ahora, somos más maduros y por lo tanto la banda lo refleja. Seguimos tocando con las mismas ganas, y lo que tal vez sí ha cambiado es que ahora tenemos un equipo de trabajo, hemos aprendido a trabajar sobre la marcha, tener una banda de rock independiente lleva años de aprendizaje, somos más concretos ahora”, menciona Santiago. “Uno va adaptándose a los tiempos y eso lo reflejas en la composición, nuestra manera de trabajar es muy etérea, no hablamos de las cosas que normalmente pasan, y tal vez eso sería el gran cambio en Apolo. Podría decirse que ejecutamos más limpio”, concreta Iván sobre los inminentes procesos que sufre una banda independiente al dejar de serlo.

Y es que no cualquier agrupación nacional gira por Europa y graba un disco en Suecia en seis horas. Lujo que el proyecto fronterizo pudo darse cuando tuvo la oportunidad de viajar al viejo continente. Sobre esto, la banda asegura que el sonido de Live In Stockholm es una representación histórica de todo lo que significa Apolo, y cómo sus ondas sonoras fueron representadas en texturas más naturales. “La gente siempre había remarcado que sonábamos muy diferente en vivo a un disco, pero obviamente en todas las bandas es así. La idea era capturar el sonido en vivo en un disco, y meterlo en un vinilo pues para nosotros es muy especial ese formato. El viaje nos dio algo bueno, nos dio un poco más de vida a todos. Pudimos reinventarnos en el viaje y eso está reflejado en el disco… Fue algo involuntario, la gente que hizo el disco son estudiantes del SAE en Suecia, no hay como un productor de renombre detrás”.

Sobre la concepción de un disco inédito, Apolo comenta que el material está terminado y podría ser que en este verano tengamos música nueva de la banda nacida en Chihuahua. “Estamos trabajando en el nuevo disco, el material en vivo tuvimos la oportunidad de mezclarlo e involucrarnos en la etapa de post producción, y ahora en este que estamos grabando en el estudio todos estamos siendo productores. Nos estamos tomando todo el tiempo del mundo para hacerlo, entendimos que lo importante era la música. No se trata ya de cantidad, sino de música que nos vibre. Tiene bastantes tracks y está muy oscuro, pero también tiene música divertida”, afirma Iván sobre los planes a futuro y el sonido que escucharemos del próximo LP.

Además, el cuarteto no tiene ganas de estancarse con un live show común, pues podríamos presenciar una propuesta visual innovadora que acompañe la música inédita. “En el show se ha involucrado mucha más gente, y con ello entendimos que es hora de hacerlo crecer. Va a tener una propuesta visual que acompañe toda la onda sonora que traemos. Lo queremos presentar en un lugar grande para que se proyecte tal como lo imaginamos”.

Y como todo evoluciona, las letras y representación de pensamientos también cambian a lo largo de los años. “En las letras hay momentos en los que miramos atrás y pueden existir distintas reacciones. En la primera puedes ver que escribías muy mal o en la otra aceptar que eras un yo distinto. En nuestro caso la idea de escribir letras es pensar en nunca darle gusto a nadie y que te guste a ti. Muchos nos critican porque tenemos letras crípticas que no pueden entender, pero eso no nos importa mucho pues es algo que no dejaríamos de ser. Si tenemos una buena historia o un buen concepto vamos a hablar de eso”, comenta Albar quién se encarga de la composición y representación lírica de Apolo.

Además, bandas que escuchan en la actualidad como Uncle AcidKadavar y King Gizzard & The Lizard Wizard pudieran ser un factor determinante para esperar un disco repleto de potencia y riffs densos con un alto grado de oscuridad. “Son bandas relativamente nuevas que nos motivan por lo bien estructurado de su música. Los discos que están sacando son rock, pero además tienen cosas muy novedosas, enseñan que no todo está hecho ni que todo está escrito”. El cuarteto, con mucha seguridad ya no es un amateur de la escena nacional, es una agrupación bien cimentada que ha luchado contra todos los obstáculos y que siempre se atreve a salir de cualquier zona de confort. Un legado que se escribe de forma autoritaria y sin titubeos. La mitología sigue dando de qué hablar”.

“El rock es el género que te saca todos los demonios del interior de tu espíritu”, Albar Alcantar.