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Andrés Calamaro, además de ser uno de los cantautores más importantes de Argentina y una pieza clave para comprender el rock en Latinoamérica y España, siempre ha tenido una suerte de magia misteriosa. A lo largo de toda su discografía se le puede percibir como un personaje solitario, un torero elegante y sobre todo como un bohemio, un bohemio valiente que con su música enfrenta y abraza las múltiples pasiones humanas. Dios los Cría lleva la puesta del "Salmón" a un horizonte un poco más lejano a lo ya concebido, pero guarda esos enigmas tan característicos que se siente familiar.
Grabado en 2017 y posterior a su álbum de 2016, Romaphonic Sessions, Dios Los Cría estuvo guardado en secreto durante todos estos años. De la mano de su sello Grabaciones Encontradas en conjunto con Universal Music España es que podemos disfrutar un pasaje por esas canciones de Andrés Calamaro que definieron a diversas generaciones, así como algunos temas que salieron del archivo que arropa su extensa discografía, específicamente de álbumes como El Salmón y El Palacio de Las Flores, y que vale la pena redescubrir en un formato de bolero que se mezcla con algunos tintes de flamenco, con toques bohemios y bajo una atmósfera más suave en comparación con las versiones originales.
Diecinueve voces de diferentes naciones y momentos en la historia de la música hispana acompañan a Andrés en esta trama sonora. Se tienen colaboraciones con referentes de enorme bagaje en la industria como puede ser Julio Iglesias, Raphael o León Gieco. También se cuenta con otros artistas que se han consolidado hasta el fondo de la cultura popular como Juanes, Vicentico, Julieta Venegas, Alejandro Sanz o Saúl Hernández, además de la participación de cantantes que son dueños de los grandes reflectores en la actualidad como puede ser Sebastián Yatra, Leiva y Mon Laferte. Ante la expectativa de lo que implica una obra como Dios los Cría y previo a su lanzamiento, Calamaro puntualiza para Indie Rocks! que se encuentra tranquilo, sin saber qué esperar.
Ocurre con los discos que desconocemos en que consiste el éxito hoy en día, el cuerpo crítico ya no son unas pocas críticas influyentes. Tampoco existen éxitos de ventas en tiendas de discos. Es en las giras cuando encontramos el feedback en el respetable. Hecho en el siglo veinte, según mi anticuada idea de lo que un éxito es, preferiría competir para vender un millón de discos, pero eso ya no existe.
No sé en qué términos se mide el tamaño de un éxito hoy en día. En este caso, la expectativa con el disco ha sido colmada por los contenidos en sí mismos, no sé qué esperar y no me gusta esperar, estamos a mano"
El cantautor de Buenos Aires añade que lo que si le llega a poner nervioso son "las previas a las giras de sesenta recitales", así como aparecer en televisión. Respecto a las colaboraciones de Mon Laferte, Sebastián Yatra y Leiva, Andrés asegura estarles siempre agradecido, además los considera más que "referentes actuales", para él podrían ser contemporáneos a otras épocas, esto debido a que "tienen un cierto clasicismo solvente los tres".
"Tienen sustancia digna de estudiarse un poco, a fines de nutrirse con lo que hacen y como lo hacen, y están consagrados. Leiva es completo en tanto tiene una discografía que le respalda incluyendo su estrecha fraternidad con Joaquín Sabina y muchas tablas. Mon se ha revelado como cantante definitiva en los escenarios que pisa con mucho encanto y eficacia. Sebastián se mide con 'Paloma' que es un toro bravo".
Explorar una vertiente sonora como el bolero para Dios Los Cría puede ser una de las aventuras más interesantes para los escuchas, que no se casen con las versiones originales. Si que las canciones tienen giros bastante pronunciados que llaman la atención y renuevan la dinámica en comparación con la de costumbre. Andrés Calamaro trabajó la grabación del álbum previo a la gira Licencia Para Cantar junto al chileno Carlos Narea en producción y en la mezcla. También colaboró, como ya es costumbre, German Wiedemer en el piano, quien de igual manera fue cabeza creativa para los arreglos de trío, donde le complementan Martín Bruhn en percusiones y Toño Miguel en contrabajo. Para arreglos de flamenco está Niño Josele y Vicente Amigo.
"El aroma a boleros resulta consecuente con el tempo de las canciones, la velocidad de las cosas. Es el más lento de los géneros en clave afro latina y es contemporáneo, se entiende con los acordes de Jazz, con los aires latinos y flamencos, con el mariachi, las orquestas o los tríos", responde Calamaro respecto a su perspectiva del bolero y este adentramiento para el álbum. Además asegura que hasta la fecha continua descubriendo detalles de las canciones que lo conforman, ya que primero fue la grabación de instrumentos y sus voces, posteriormente llegaron los invitados de a poco.
Una botella de vino se decanta luego de abrirla y sacarle el corcho, en el oxígeno. Algunas han sido de gran impacto para mí, a todas les sigo encontrando detalles. Como tiene que ser", expresa Andrés respecto al redescubrimiento de los temas de Dios los Cría.
Al comprender todo lo que implica el camino del bolero y mirar al mismo tiempo las canciones que le conforman podemos visualizar a Dios los Cría como un espacio donde las canciones muestran una evolución. Esta no se adquiere nada más en el aspecto musical, también es cómplice el contexto y su resignificación por parte de quienes ya conocían y admiraban estas obras, y por supuesto, la interpretación del Salmón. Uno de las temas que percibe una metamorfosis importante es "Paloma", a la que Andrés se refiere de la siguiente manera:
Cada vez que tocamos 'Paloma' es diferente. Ni recuerdo como son las melodías originales del disco Honestidad Brutal, cada vez que la tocamos se aleja un poco de la grabación de 1998 y se arrima a sí misma.
No se cantar como canté en el disco, interpretar es casi dar pinceladas abstractas con óleo y en tela, ni me he planteado cantar las canciones como fueron grabadas en los discos... Pero respetar la melodía es correcto y no tiene nada de malo".
Si checamos la historia reciente de "Paloma" podemos recordar la versión hecha para Romaphonic Sessions en 2016 que estuvo hecha a puro piano y con un tono y medio abajo de la versión original. Escucharla bajo la vestidura de Dios Los Cría es excitante, ya que aquellas guitarras crudas de Honestidad Brutal desaparecen y le conforman diálogos sonoros con una amplia gama de texturas. Además, esta ocasión es cantada a cuatro, con la poderosa mezcla de Andrés, Sebastián Yatra, Leiva e Ivan Ferreiro, cada uno a su estilo. Aprovecha el ex Abuelos de la Nada para recordar la versión de la gira Licencia Para Cantar y la de Bohemio: "en directo la tocamos como siempre y como nunca. Nunca dos veces iguales".
Respecto a la decisión de hacer un álbum como Dios Los Cría, Andrés Calamaro señala que el sonido del álbum no fue un problema, ya que con su conjunto de compañeros encaró bajo este formato en vivo en España. "Grabar un disco es elegir entre cincuenta discos posibles... Dios Los Cría es un disco madurado en la partitura y la sutil operación de grabar un disco de esta naturaleza, desde cero hasta Julio Iglesias".
Andrés Calamaro enfrenta una etapa muy interesante en su carrera. Este 2021 ha vuelto a tener protagonismo dentro de los nombres estelares en la música hispana y tiene mucho que ver el revuelo en promoción previa al lanzamiento de Dios los Cría, así como sus colaboraciones para el álbum tributo a Zoé y su aparición en El Madrileño de C.Tangana. Durante la pandemia el ex Rodríguez ha escrito versos, escucho cientos de veces un mismo disco y "unos live de punk electrónico tampoco parecido a Sleaford Mods, más bien fueron performances en el SP404 o el karaoke satánico".
Respecto al tema de la promoción en vivo para el nuevo registro, apunta en una primera parte que no es algo que está en sus planes, esto debido a que "quizás la gira de este álbum haya sido Licencia Para Cantar". Pese a ello, "El Salmón" expresa que no puede cerrarse a una nueva gira con el trío, y recuerda aquel tour de 2017 como algo que disfrutaron y que a futuro podrían mejorar. El plan más puntual respecto a los directos para Andrés Calamaro es retomar la gira de Cargar la Suerte.
"Una gira y un disco sin guitarras eléctricas tampoco es un invento mío. No escucho rock electrificado todos los días, quizás si el blues de Chicago. No creo demasiado en las ideas pero las tengo todo el tiempo", comenta Andrés al visualizar el trabajo creado en este nuevo álbum. Los conciertos en streaming no son algo que estén dentro de sus planes, ni para el formato enfocado a Dios Los Cría, ni para algún show con set eléctrico. Concluye como parte de los efectos de la pandemia de esta manera:
Todos los oficios sintieron el impacto de esta novedad mundial de protocolos extorsivos, lo asumimos en modo estoico... Nosotros lo vivimos como un lujo, pero los músicos estamos atravesando el viento sin documentos ni casi nada en los bolsillos".
Hay una evolución muy interesante en la manera que se ha mostrado Andrés Calamaro como interprete. Si volteamos a ver la más reciente década, tal vez desde la salida de Bohemio en 2013, hay una metamorfosis impresionante en la percepción sonora y la energía que puede proyectar el cantante, así lo podemos ver en el paso de las giras que dieron El Jamón del Medio y Pura Sangre, el trabajo de Volumen 11, las grabaciones de Romaphonic Sessions, Dios Los Cría y posteriormente la llegada de Cargar La Suerte. Respecto a ello el artista se pronuncia a sí mismo de manera sublime:
Siempre puedo cantar mejor, no sé si es una virtud o un defecto, pero siempre creo que puedo mejorar mucho. Soy de esa especie, aspirantes a toreros artistas. He alcanzado la plenitud en pocas ocasiones, la faena perfecta es difícil de bordar, no sé si todos los cantantes pueden presumir de haberla hecho ya. De ser así los envidio no sin cierta extrañeza.
Vivir pendiente de las buenas sensaciones, en el estudio y el escenario, es un método egoísta y lo contrario de egoísta, lo hago como ejercicio de torería, si no hay toros no intento casi torear, patente (en cambio) el compromiso de cantar con voluntad y todas las canciones del repertorio. Eso sí."
Aprovecha también para señalar que las cuestiones y dilemas personales suele dejarlos del lado para las giras y grabaciones, en medida de lo posible. Justo ahora que se menciona el tema de las giras, recordamos su presentación en el Vive Latino de 2020 como uno de los personajes estelares, así como el regreso a tierras nacionales con el formato eléctrico habitual luego de más de un lustro.
"Tardamos mucho en girar en México y lo lamento. Pero tampoco puedo hacer nada para cambiar las cosas como fueron", señala Andrés mientras asegura que le hubiera encantado poder llegar a México desde mucho antes con Los Abuelos de la Nada o con Los Rodríguez, "pero la vida es ingrata, pasaron demasiados años entre 'Mil Horas' y nuestros primeros toques en 2008. El Vive Latino es un festival monumental y el Auditorio Nacional no está al alcance de todos los cantantes ni mucho menos. Cantar en México es un honor, además el respeto y el amor del pueblo mexicano. Es un territorio casi sagrado para cualquier gira y artista musical".
Finalmente, respecto a las nuevas oleadas de artistas jóvenes que han surgido en diferentes ámbitos, Andrés Calamaro se pronuncia positivo diciendo que "la escena se reconvierte híbrida, urbana o contemporánea". Le gusta mucho escuchar a Daniel Melingo y Shaman Herrera, aunque si a propuestas nuevas se refiere, disfruta de Ca7riel y Paco Amoroso, Nicki Nicole, Kali Uchis, Papo MC y Rigoberta Bandini, por mencionar algunos ejemplos.
Paralelo a todo lo relacionado con Dios Los Cría, Andrés Calamaro se encuentra presentando en España su muestra fotográfica Devenir del Toro en la galería de arte Azur. Para este trabajo se unió a Rodrígo Cañete, quien ayudó en curaduría, también se encuentra la participación en cuestión de supervisión del artista JEOS. Este trabajo es una recopilación de fotografías hechas por "El Salmón" durante diez años, donde muestra su visión sobre las corridas de toros, además es la antesala de lo que será un libro de fotografías que viene en camino.
Mi devenir en la fotografía taurina es una tarea de diez años a esta parte, forma parte de mi conocimiento y reconocimiento del mundo del toro y del toro conmigo, la liturgia, la interpretación del arte, aprendizaje, amistad y abrazo con este arte perseguido. El toro es como el flamenco, quizás unidas como indivisibles. Hay que estudiarlos para aprender a ver y escuchar primero, a sentirlo después...
He desarrollado un estilo o lo he intentado, una forma de ver toros con la fotografía como metáfora.
Quizás estamos asistiendo al suicidio asistido de la grande cultura occidental instalada en el siglo veinte".
Disfruta Dios Los Cría, la emocionante nueva trama sonora de las canciones más significativas de Andrés Calamaro a continuación.