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La Ciudad de México se transforma en un mosaico de luces mientras la noche desciende sobre el Estadio Fray Nano. El público, entretenido con los demás actos, también permanece impaciente por el momento de escuchar el álbum debut de Air de pies a cabeza y celebrar juntos los 25 años del disco.
Jean-Benoît y Nicolas, a pesar de los años y los kilómetros recorridos gira tras gira, mantienen su entusiasmo por descubrir el mundo, un mundo que como ellos va evolucionando. Viajar para ellos es más que una parte de su agenda: es una oportunidad para redescubrir lo que su música significa en cada cultura, en cada rincón del planeta.
“Es emocionante viajar tanto porque vemos el mundo, recientemente fuimos a Estados Unidos y, bueno, cuando uno sale de gira puedes ver cambios positivos y darte cuenta de los cambios de un país. Es algo muy interesante. (...) Siempre es un placer para nosotros estar en México, somos de Francia pero ambos son países latinos y la comida y el lenguaje nos hacen sentir cercanos y más cómodos que en Estados Unidos".
En cuanto a México, podemos notar que hay algo en el calor de esta tierra que resuena con ellos, una conexión que va más allá de lo evidente, un sentimiento de familiaridad y misticismo que los envuelve cada vez que pisan suelo mexicano.
“La audiencia mexicana nos sorprendió desde la primera vez porque, aunque es algo parecido a Sudamérica, la gente es muy diferente aquí. Las personas son muy románticas, pueden tener pensamientos obscuros o pueden ser muy profundos. Es una vibra que nos sorprende mucho porque también podemos sentir el pasado de los aztecas. Por ejemplo en Argentina escuchas casi solo español pero aquí es diferente porque las civilizaciones y costumbres del pasado siguen vivas. Para nosotros es muy emocionante, no hay nada parecido a los aztecas o a los mayas en París.”
El viaje musical de Air no ha sido fácil, pero ha estado guiado por una constante búsqueda de autenticidad y honestidad en su arte. Para ellos, la incertidumbre es parte del proceso, y después de más de dos décadas, la banda ha aprendido a abrazarla.
Cuando uno hace música uno nunca sabe qué es lo que la gente va a pensar o qué es lo que esperan de ti. Lo único que puedes hacer es dar lo mejor de ti y prepararte lo mejor posible. No sabes lo que les va a gustar o lo que no les va a gustar. Tratamos de evitar errores así que en una gira es muy importante estar en buena forma, comer bien y dormir bien, porque la música también es un reto. Se requiere disciplina, luego de 21 años necesitas mucha disciplina.”
Sobre Moon Safari, el disco que tuvo al público de esa noche expectante, el grupo menciona sobre la atemporalidad del disco y cómo han dirigido sus decisiones creativas.
“Es imposible hablar de Air sin mencionar su obra maestra, Moon Safari. Han pasado casi tres décadas desde su lanzamiento y, sin embargo, su sonido sigue siendo atemporal, como si el tiempo no hubiera pasado. Moon Safari, nuestro primer disco, es muy conocido y probablemente es el disco que funciona mejor. Lo hicimos hace 27 años y no entendemos por qué este álbum, llegó a ser más que los demás y es que mientras hacíamos más música también estábamos logrando un sonido más sofisticado. No sé si a la gente no le gusta la música más sofisticada, creo que prefieren algo más simple y con emociones, y este álbum es muy emotivo que nunca dejó de hablarle a la gente. Creo que esa es la definición de un clásico”.
“No tenemos temas favoritos, porque cada canción trata sobre nuestras vidas y cada canción cuenta una historia diferente. También ambos tenemos un punto de vista muy diferente sobre cada una de esas historias y canciones. Para mí (Jean-Benoît) sería 'New Star In The Sky' porque es una canción que escribí sobre el nacimiento de mi hijo y un momento para mi familia que fue único. Cuando tocamos este disco es como abrir un álbum de fotos en el que cada canción es un recuerdo. La música tiene la habilidad de capturar momentos e interpretarlos en un escenario es volverlos a vivir y compartirlos”.
El dúo vuelve a remarcar sus motivaciones por los aplausos o los reflectores. En lugar de eso, hay un genuino deseo de conectar, sin importar el tamaño del escenario o la magnitud del público.
“Para el siguiente año esperamos dar más conciertos, este es un muy buen tour, ha sido un éxito y hay mucha gente que quiere vernos así que tenemos que hacer todo lo posible para ir. No importa si es un festival o concierto en solitario, cuando uno viaja a diferentes partes del mundo y hace giras así se debe acostumbrar a que en algunos países vas a ser un acto grande y en otros países será todo lo contrario. No sabemos nunca qué será hasta que llegamos al país y por supuesto nunca nos ponemos a pensar si vamos a ser importantes aquí o allá porque son expectativas sin sentido.”
Esa necesidad de crear algo significativo es palpable en cada uno de sus álbumes, especialmente en su debut Moon Safari, que sigue siendo un clásico por derecho propio. Para Air, lo más importante en su música es la exploración de lo que se siente, de lo que puede conectar, en lugar de un medio para alcanzar la fama.
Nunca tuvimos esa expectativa de ser estrellas de rock, para nosotros era más como una fantasía de replicar lo que era entrar al cuarto de tu hermano mayor y ver sus discos de The Police y The Clash y saber dentro de ti que algún día harías un disco así. Nunca se trató sobre la fama o ser grande, sino de crear algo significativo.”
Jean-Benoît lo resume con una sinceridad que deja ver su amor genuino por tocar en vivo. “Solo queremos que la gente sea muy feliz escuchando este disco en vivo, sabemos que hay muchas bandas que se reúnen solo por el negocio y para nosotros no es así. A nosotros nos tomó mucho tiempo entender la bendición que fue crear este álbum y es un placer tocar para ustedes.”
Es este deseo de hacer feliz a su audiencia lo que distingue a Air de tantas bandas que se embarcan en giras por razones puramente comerciales. Para ellos, tocar en vivo es un privilegio, una oportunidad de compartir un momento especial con quienes los han seguido durante años.
La noche cayó y las primeras notas de Moon Safari empezaron a resonar, abrazando al público con una experiencia que solo Air puede ofrecer.