Favoritos
Haz click en la banderilla para guardar artículos en tus favoritos, ingresa con tu cuenta de Facebook o Twitter y accede a esta funcionalidad.
Luis, Aldair, Miguel y Ros integran Vaya Futuro, un grupo de amigos con la transparencia necesaria para entrar a una escena musical que parece recibirlos cada vez mejor; recepción que llegó a la par de su progreso musical.
La banda llegó con la emoción de haber sido escogidos por Converse para “Rubber Tracks”, proyecto que da la oportunidad a bandas de alrededor del mundo de grabar en estudios famosos. Vaya Futuro escogió Islandia como destino de su desarrollo en el concurso, donde estuvieron 4 días, disfrutando de completa libertad en el Greenhouse Studio, liderado por Valgeir Sigurdsson, Ben Frost y muchos ingenieros y productores más. Basta mencionar que artistas cómo Björk, Sigur Rós, CocoRosie, Feist, y la máxima influencia de la banda: Damon Albarn, han trabajado ahí para poner la expectativa del resultado.
Sólo se llevaron un par de canciones escritas y parte de su estudio casero. "No vamos con ninguna expectativa ni hemos pensando en un sonido en particular al cual llegar. Creo que nuestro proceso creativo como banda consta de liberar mares de ideas para después organizarlas poco a poco hasta crear una canción", así define Ros, productor y miembro crucial de la banda, un día común y corriente de Vaya Futuro en el estudio.
"Pensamos en solo grabar allá y masterizar de vuelta en México, pero sabemos que sería difícil intentar que la calidad de un estudio como el Greenhouse se adapte a la masterización posible de nuestro estudio". No es por desacreditarlo, ya que en ese estudio lograron cosas impresionantes, pero es reconocible el contraste del equipo que tiene un estudio dónde Björk experimentó con meras voces en Medúlla. "Sabemos que independientemente de lo que logremos allá, regresaremos con una definición de calidad diferente", agregó Ros.
La banda expresa su constante deseo de no ser catalogados dentro de un mismo género: lo encuentran caótico, repetitivo y poco evolutivo. Luis, cantante y escritor de la banda, habla de cómo sus referencias musicales buscan salir cada vez más y más. "Me encantaba escuchar a Aphex Twin cuando tenía un par de años menos. Todo el label de Warp me encantaba, a la par de mi otro gusto máximo; el hip-hop. Me encanta por la cultura rítimica que lo sostiene y su recurrente aplicación de samples. Espero poder exponer estas influencias en alguno de nuestros siguientes trabajos".
Considerando que una de las herramientas en la creación de Perro Verde y Triste fue un drum machine, familiarizada como pauta importante en la producción del hip-hop en los 80, los acerca cada vez más a ese objetivo.
A comparación de sus proyectos pasados, Perro Verde y Triste, lanzado el 9 de septiembre, les ayudó a llegar a la cima de su identidad como banda, al ser un disco que narra el progreso que los transformó en Vaya Futuro, dejando completamente el vergonzoso momento como Celofán, mismo nombre que reconocen nunca les acabo de gustar. De ahí surge el nombre Vaya Futuro, idea de Miguel (baterista) en un momento completamente inesperado. "No nos identificamos inmediatamente con el nombre. Nos gusto como sonaba y a partir de él, empezamos a generar nuevas ideas y, honestamente, si no hubiese sido por Vaya Futuro, creo que nuestro sonido no sería el mismo. Celofán no estaba a la altura de lo que hacemos actualmente", comenta Miguel.
Vaya Futuro encuentra entre sus inspiraciones la tecnología, el futurismo y la duda de qué va a pasar mañana, la misma curiosidad que de alguna manera aborda el género cyberpunk. Tomando eso en cuenta, piensan en cómo podrían aplicarla a una estética visual; mencionan un show de la banda Death Grips, una de sus más respetadas, en donde no se perciben las caras de los miembros y solo se ven varias luces rojas acompañadas de las sombras de los integrantes. Aunque ellos no buscan ocultar su identidad, siendo su proyección un factor importante en su música (al menos de Perro Verde y Triste), el alcance de distorsión creado por Death Grips les interesa cómo factor imagen.
Perro Verde y Triste es un disco caoticamente estético, siendo "Libélula" la máxima expresión en cuanto a producción y emancipación del tormento, el cual Ros define como "un viaje ácido" que, como mucho del trabajo de Vaya Futuro, fue inesperado. Fue "Auralado" una canción mucho más íntima, la que dio origen al disco y que les permitió esa libertad sonora que buscaban.
El disco define una transición relatada por la banda de abajo hacia arriba, desde lo que pareciera ser un momento crudo hasta alcanzar esa asimilación del mismo, continuar y vivir con ello. No hay necesidad de borrar u olvidar, si no aprender y dejar que te acompañe.