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“Hay que recordar que antes no se le llamaba Rock m¡Mexicano, era La Onda Chicana, no fue sino hasta que empezamos a inventar nuestras propias rolas en nuestro propio lenguaje. Recuerdo que las primeras rolas que escribí fue 'Oye Cantinero' y 'No le Hagas Caso a tus Papás', ahí ya se le empezó a llamar Rock and Roll mexicano”, comentó quien ha llenado de canciones el inconsciente colectivo de una sociedad, el arquetipo, Alex Lora.
El Tri está de manteles largos, 45 años ininterrumpidos de hacer música es de admirarse y la banda ya prepara los festejos. El primero de ellos es el nuevo disco llamado Ojo por Ojo, un material compuesto en su totalidad de canciones inéditas. Con guitarra en mano, el líder de El Tri recibió a Indie Rocks! para contarnos de sus planes y otras cositas.
El nuevo álbum sale a la venta el 28 de mayo y es un disco especial, Lora explicó las razones: “Es dedicado para las mamacitas, porque trae la canción que le compuse a mi mamá que se llama ‘Eres lo Máximo’. También viene la rola que le compuse a la antorcha olímpica. Yo fui portador de ella en Londres, y es algo histórico porque nunca un rocanrolero de ninguna parte del mundo la había portado”. El primer sencillo que se desprende de este material es “Contigo me conformo”, que ya pueden conseguir en iTunes.
Con casi cinco décadas en los escenarios, Alex Lora y El Tri ya están más allá del bien y del mal, “si tomas en cuenta que una persona que tiene diez años más que tú, es un ruco, y una persona que tiene diez años menos es un escuincle nalgas meadas, pues ya con 45 años de rocanrolear, ha retratado en su música a cuatro generaciones y media; nuestra música está en el corazón de la raza” comentó el cantante.
Al cuestionarle sobre su mayor aprendizaje en todos estos años, Alex cambió de aire a uno más serio: “La autocrítica, estar consiente en saber quién eres y qué quieres transmitir” disparó con una voz que raya en la nostalgia.
Alejandro Lora es de los pocos personajes que han visto a la escena nacer, crecer, enfermarse, curarse, profesionalizarse, y así lo recuerda: “Todos los momentos que he pasado con mi bandas han sido padres, incluso la época de represión, de los hoyos funky, lo disfrutamos mucho. Cuando ensayábamos en un estacionamiento o en la casa de uno de nosotros, rentábamos los instrumentos y nos íbamos en dos taxis a la fiesta, fue padrísimo pero ya fue, no vivimos del recuerdo”.
Después de 45 discos, armar un setlist es un lío: “En la tocada de los cuarenta años tocamos cinco horas en el Palacio de los Deportes, acabamos porque ya iban a dar las 12 y la raza no iba a tener cómo regresarse. Cuando terminó la tocada me dice un valedor: ‘ ¿Por qué no tocaron esa de todo me sale mal?’ y le dije pues porque todos no salió bien. No importa lo que pase, siempre hay alguien que quiere una que no tocamos” dijo riéndose tal vez de su resignación.
Amenizando la entrevista con bromas, riffs de blues y cantando sus canciones en cada oportunidad, el maestro Lora se imaginó su vida sin su guitarra y dijo: “Yo creo hubiera sido veterinario o trailero, a mí me gusta mucho manejar. Mi jefa me decía: ‘¿Qué vas a ser en la vida?, pues rocanrolero; ‘te vas a morir de hambre’, bueno voy a ser veterinario. Ella quería que fuera ingeniero agrónomo, pero esa es otra onda más ‘acá”, concluyó.
Un día de octubre de 1968, Alejandro Lora tocó por primera vez con su banda, motivo por el cual en octubre de este año tendremos un Lora de cera en el Museo de Cera de la Ciudad de México.