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Amable, rubio y sencillo, el músico y compositor Ty Segall vive en Los Ángeles, ciudad que alguno de mis amigos osó llamar “El México de primer mundo, aunque no sin cierta razón. Criado al centro de un torbellino cultural único, Ty tomó su guitarra y ayudó a consolidar la distintiva escena del garage-rock de California, misma que representará el 16 de agostó en el festival Ceremonia, razón por la cual dimos un paseo con él para saber qué hay en su cabeza.
Ty ha pisado suelo mexicano un par de veces, pero nunca para dar un concierto. Lleva surfeando desde que tenía ocho años y su principal destino han sido las playas del norte de la República: "Sólo he estado en Baja (California), manejando hacia abajo acompañado de mi familia. Por mis experiencias, puedo decir que México es sólo surf y… [risas] buena vibra; todo eso, tú sabes".
La premisa de vida y de trabajo para Ty es pasarla bien, por lo cual se manifiesta como una persona sencilla y espontánea al hablar sobre los alcances que visualiza para su música. "No se trata sólo de garage; es rock and roll y todo lo que implica el género. Si bien existen numerosas vertientes, para mi es principalmente eso", afirmó.
Pero, ¿qué hace tan especial al rock and roll? "Los sentimientos que provoca, como suena y… ¡todo! Ya sea político o anti-político; sobre tomar drogas o no; ridículo o completamente serio. ¿Sabes?", confesó el joven músico.
Si partimos de ello, ¿por qué la predilección por el fuzz? Tiene una banda que incluso se llama así. "Se trata de poder y volumen, además de cómo te hace sentir. Si estás encerrado en una habitación en la que el volumen y una distorsión poderosa te golpean sin descanso, de cierto modo, reaccionas de manera emocional; físico-emocional, mejor dicho", aseguró.
Segall es un chico hogareño que sólo puede escribir canciones en su casa, pero cuando se trata de salir al mundo real vierte sus extrañas ideas sobre una tabla de surf o un escenario, deshaciéndose en emocionantes oleadas de riffs distorsionados. En cuanto a sus influencias, el primer disco que compró fue Led Zeppelin y es admirador confeso de David Bowie: "Admiro su tenacidad, además del hecho de que era muy abierto y no se tomaba en serio. Es un actor; un gran artista. Es capaz de confundir a las personas y meterse con ellas".
Inmediatamente pensé en Burroughs, quien decía que el trabajo del artista es expandir la conciencia colectiva a través de una obra que signifique una ruptura con lo establecido, lo cual me llevó a preguntar su concepto del arte. "Es la reacción física. Cuando vas a un concierto, reaccionas físicamente ante el arte, ya sea solo o de .manera colectiva. En si mismo, ese cambio es muy poderoso, incluso más poderoso que especular acerca de un concepto elevado o sentarse a leer un libro".
"Simplemente me gusta grabar discos, dar conciertos y soy fan del rock and roll; no tengo la intención de cambiar al mundo. Con la música no necesitas ser excesivamente conceptual para provocar un cambio en alguien, por eso mi única meta es afectar tanto a la gente que, con suerte, quieran hacer música ellos mismos y crear arte por su cuenta", declaró.
Ty es humilde, pero sus gustos van desde la filosofía de Camus hasta la ciencia ficción de Philip K. Dick, pasando por 1984, el show británico The Prisoner y las películas de Cronenberg, hasta llegar a los comediantes Michael Ian Black, Patton Oswalt y Stella.
Antes de despedirse, se dijo muy emocionado por su próxima visita y prometió que Manipulator, su nuevo álbum, será mucho más ruidoso y eléctrico que Sleeper, además de que ya trabaja en el segundo material de Fuzz