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"¡Zahara, no sabes las veces que nos has salvado!", grita una chica entre el público que ha llegado desde muy temprano para ubicarse en las primeras filas. La cantante española, conmovida y al borde del llanto, abraza con fuerza su guitarra y agradece el amor y la calidez con la que es recibida.
Aproximadamente dos horas antes, un modesto, pero entusiasta grupo de personas se reúne afuera del Foro Indie Rocks!. Glitter en los párpados, playeras serigrafiadas con la portada del álbum y bandas azules que llevan escrita la palabra 'PUTA' con hilos dorados resignifican un concepto que por mucho tiempo solo ha causado dolor y pena. Hasta ahora.
La noche del 21 de abril será recordada como una partícula de tiempo en la que los "demonios" salieron para gritar libertad, recuperar la confianza arrebatada y limpiar las heridas con la lluvia de la Ciudad de México.
"Te amamos, Zahara", no deja de escucharse a lo largo de las dos horas que dura su concierto. Al mismo tiempo, las muestras de cariño para Martí, productor y amigo incondicional de la artista, hacen eco en el venue. No podría haber un ambiente más amigable, reconfortante, seguro y amoroso. Sin embargo, se percibe un aura triste, de desahogo.
Por supuesto, el público ha venido a bailar al ritmo del rave que la artista ha preparado con motivo de su más reciente álbum, sin embargo, también se ha reunido para llorar un poco (o mucho) con canciones de sus primeros discos. “Olor a mandarinas”, “Guerra y Paz” y “Con las ganas” son de las más coreadas. Catarsis total, vómito sentimental, las palabras no alcanzan a expresar el dolor, pero la música les brinda soporte, ayuda. Al igual que el público lo hace con Zahara.
La cantante hace varias pausas entre canción y canción para interactuar con la gente. Dice que el show “es único, ni en España lo hemos tocado así”. Allá sus presentaciones conllevan un mayor número de músicos e instrumentos en el escenario. Aquí no. Aquí es solo ella, una guitarra, un par de sintetizadores analógicos y su gran amigo. “Zahara, México es tu casa”, gritan.
Para la segunda parte del concierto: fiesta total. Sobre advertencia no hay engaño. Zahara mencionó que perdía el control una vez tomados los sintetizadores y “MARICHANE” lo confirmó. Quien estuvo ahí sabrá que hubo una conexión poderosa entre la artista, los versos y la audiencia. Demasiadas personas alzando la voz para expresar lo que han guardado por años.
“Hoy la bestia cena en casa” y “berlín U5” cierran una presentación memorable que se destacó por la fuerza de las interpretaciones vocales, la mezcla de ritmos y el desborde de energía que llegó a su punto máximo cuando Zahara bajó del escenario para bailar con sus fans.
Una vez terminado el evento, la lluvia acarició a quienes se dirigían a sus destinos aún entonando “llévame a bailar…”.
Setlist: