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Bien se ha dicho que el fandom mexicano es uno de los que mejor demuestra su emoción y la contagian a la banda o al artista, cuando este (os) se encuentran sobre el escenario. Si tu artista favorito ha dicho ¡Los amo, México! Créanle cada palabra.
Este sábado, House Of Vans recibió una vez más, a talento de diferentes partes del mundo como parte de la culminación de la entrega del Vans Musicians Wanted. En este segundo llamado la marca de calzado abrió registro para disfrutar de Yungblud, Lemonade Shoelace y Joy Sales.
La cita tuvo lugar en punto de las 19:00 H en el recinto ubicado en la Benito Juárez de la CDMX. Los jóvenes asistentes llegaron puntuales para colocarse lo más adelante del escenario y disfrutar así del cantante británico. La espera para que esto sucediera fue ligeramente larga, pero amena a la vez.
Antes de las 21:00 H, el músico Lemonade Shoelace y su banda hicieron su aparición en el escenario; guiando al publico entre un desorbitado y melancólico rock pop intergaláctico. A lo largo de esta presentación resonaron temas como "Autopilot Paradise", envolviendo a los presentes en una atmósfera de tranquilidad y esperanza.
Brevemente sucedió el cambio de stage para recibir a Joy Sales, quien con una energía seductora, logró cautivar a los presentes con un poco de su propuesta musical. Canciones de su EP B.A.M. (2019) se escucharon a lo largo de esta calurosa velada dentro del House Of Vans.
Finalmente y después de esta larga espera, Yungblud fue recibido entre aplausos, gritos y porras por su público mexicano. La calidez de la euforia que se vivía dentro de la audiencia era poco común. Nadie sabía lo que estaba por vivir. Dejando a un lado el aspecto literal de la palabra, el cantante encendió el escenario con su energía. Las luces brillaban al compás de sus movimientos y la gente se agitaba a su paso. Los empujones se presentaban cada que Dominic se acercaba a saludar a los presentes; acto que pronto desencadenó que la gente empezara a sentir una ausencia de aire, la respuesta del también compositor fue ayudar a sus fanáticas e impulsar la leyenda "somos una familia".
Éxitos como "Strawberry Lipstick", "The Funeral", "Parents", "Loner" y "Weird!" resonaron a lo largo de su participación. Siendo un sujeto de pocas palabras y más acciones, demostró ser un maestro en el dominio de los escenarios. Cuando pedía silencio lo obtenía al instante y cuando quería gritos punzantes los obtenía al segundo; un acto que pronto le llenó de lágrimas los ojos.
El show de Yungblud fue particularmente alocado. Los gritos daban vida a este espacio que fue testigo de cómo el artista se bañó en cerveza y destrozó cada uno de los espacios que componían a este stage. A lo largo de esta noche corrió la adrenalina y la emoción por alzar la voz en pro de la libertad.