Ventilader en el Lunario

10 años en familia con Ventilader.

Antes de que empezara el show, una pequeña jugaba entre el público. La niña, de unos 6 años de edad y cabello rubio, traía puesta una diadema luminosa del moñito de Minnie. Ella iba acompañando a su familia y acompañando a Ventilader.

El Lunario del Auditorio Nacional parecía salón de fiestas. Estaban los padres, hijos, abuelitas, esposas, novias, tíos, suegras, amigos, primitos, compadres, fanáticos y probablemente hasta los cuates de la infancia. Ventilader festejó, en familia, su cumpleaños número diez.

Su show comenzó, como en graduación o fiesta de XV años, con un video nostálgico. Ahí los vimos tocando en bares pequeños, grabando en un estudio, mostrando su camerino en el Corona Capital 2012, jugando futbol y hasta falseando una grabación para cuando cumplan 20 años de carrera.

Una vez que terminó la proyección y ellos salieron al escenario, la familia se unió. “¡Familia (apellido), presente!”, gritaron en coro a manera de porra. Y sobre la tarima: 1, 2, 3, 4 y comenzó el show.

El recuento de Ventilader fue del final al inicio, comenzando con su último disco e intercalando canciones de los últimos 10 años de carrera y 5 con la alineación actual. Del álbum “No es un Adiós” sonaron todas, además de sencillos como “A final” y “Uno”.  Como invitados especiales tuvieron a Vanessa Zamora (supliendo a Natalia Lafourcade) en “Abrir y Cerrar” y a Leonel García en “No es un Adiós”.

La banda sonó precisa, particularmente en las canciones de su última producción, que promocionan actualmente. El trabajo de los últimos meses se nota. Van pegados a la grabación, casi con metrónomo en mano. Además, la voz de Jorge Marrón da los mismos tonos sobre un escenario, que a través de unos audífonos.

Las canciones más coreadas de la noche fueron tres: El cover a “Vamos a darnos tiempo” del maestro José José; “Astromelia”, dedicada a los fans que los siguen desde el inicio y que ahora también forman parte de la familia Ventilader; y “Uno de esos días”, uno de sus últimos sencillos y su composición más popular.

Los músicos se despidieron con “Sobreexpuesta”. Al terminar la canción, se abrazaron y ofrecieron una reverencia al público, su gran familia.

Pese a los aplausos, al final, la pequeña Minie ya estaba dormida.