VA/RH Música experimental y de vanguardia en el Foro Indie Rocks!

El Foro Indie Rocks! cambió por completo para la primera edición de VA/RH Música experimental y de vanguardia.

Para VA/RH se olvidó el escenario y se montaron todos los instrumentos en el centro de la pista, lo que permitió un ambiente más íntimo donde todos los espectadores rodeaban a los músicos, dejando a su elección permanecer de pie o sentarse y así tener el mejor ángulo para observarlos.

Camille Mandoki, acompañada de la chelista Maria Lipkau, llenó el lugar de un ambient líquido que fluía con los efectos vocales de Mandoki, a la par que tocaba algunos acordes en el teclado y Lipkau dejaba el sentimiento en cada nota. Sin despuntes sonoros, manteniendo la linealidad en el ritmo, ambas crearon un universo delicado para todos los que gustan de este género.

El conectar tantas máquinas requiere de tiempo. Cada dos presentaciones se realizaba un descanso de 15 minutos para reacomodar, tiempo que era utilizado para que los asistentes se relacionaran entre sí y comentaran cada show. Crujidos provenientes del alma de las máquinas sonaban con Vegan Cannibal y Eduardo Jiménez. Sonidos punzantes, sin refinar y saturados, llenaron todo el Foro y despertaron los sentidos con un sentimiento industrial, provocando el movimiento exhaustivo de un par de personas en el público.

Relajando las pulsaciones y endulzando al oído, Aimée Theriot y Arthur Henry Fork, demostraron que los instrumentos acústicos, modificados en su ejecución, pueden fundar un nuevo alfabeto sonoro. Una mezcla de elegancia y experimentación que parecía nadar a través de las ondas sonoras, manteniendo la atención de todos aquellos que gustan por descubrir nuevos sonidos. La expectativa de ver un par de figuras se rompió por completo al escuchar los metales alborotadores y rabiosos gritos de (SIC). Un sentimiento de terror recorrió los cuerpos, la sincronía de ambos se manifestaba entre la estridencia y el silencio. La voz iracunda, acompañada de las percusiones, crearon una ecuación sonora donde el caos se disfrutaba.

Carmina Escobar se escondía entre las sombras de la luz estática, volviendo a su cuerpo parte de la presentación. Armada con una bocina, a través de la fuerza de su boca reprodujo un infinito feedback para dar paso a los últimos dos actos.

Timbres inconcebibles salían de las mesas llenas de sintetizadores y cajas de ritmos que tenían Heraldos Negros y Juan José Rivas, creando una caldera atmosférica de clics y beats. Sin dejar de lado el noise, por un momento Rivas musicalizó el ambiente con algunos viniles para después mezclar discos de diferentes tamaños y sonidos en la tornamesa. Para cerrar Le Trash, de la mano de Gabriel Lauber, mostraron una agresión sonora parecida a la de un concierto de metal en su inicio, al golpear poderosamente la batería, continuando con un burdel creativo lleno de matices intolerantes y explosivos.