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Junio no pudo empezar de la mejor manera, especialmente entorno a la celebración que engalana al mes de la diversidad, pues una de las artistas más queridas dentro de la comunidad LGBT+ hizo el concierto más grande de su carrera y se trató de un evento sonoro portentoso. Por supuesto hablamos de Vanessa Zamora, quien tras su paso por el Vive Latino 2022, regresó a la capital mexicana con un espectáculo que celebra su más reciente álbum de estudio: Damaleona.
La noche del pasado sábado 3 de junio uno de los venues más importantes de la CDMX cobró vida entre un ligero aroma a petricor que había desatado una ingrávida lluvia; fue así que todo listo, el Auditorio BB abrió sus puertas a las 20:00 horas y transcurridos 50 minutos, el interior de este recinto cobró vida; las luces se encendieron y las bocinas comenzaron a emitir vibraciones al ritmo de “Lento”, canción que fungió como disparo de salida para lo que se viviría en las siguientes casi dos horas.
Fiel a su estilo original y sin voltear a ver las imposiciones de la moda convencional femenina, la cantante originaria de Tijuana, Baja California apareció enfundada en una ajustada blusa de manga larga color rojo lava, cubierta por una camisa satinada en color azul klein y un pantalón negro de vestir, al tiempo que lo más llamativo de su look eran unos lentes de sol con marco blanco y una mascada de seda de morera que le cubría la cabeza, look con el que procedió a tocar el tema “Ayer” a todas las mujeres que se atreven a amar libremente a otras mujeres.
En algún momento al comenzar su carrera Vanessa Zamora se auto-describió como una persona tímida, sin embargo, decidió tomar poder de sí misma para convertirse en una artista totalmente dueña de su camino y fue así que creó su alter ego “Damaleona”, el cual ahora le dio nombre a este álbum homónimo que fungió como hilo conductor para una noche llena de sorpresas.
En la primera hora del show, la joven cantante estremeció a su público al entonar temas icónicos como “Reprogramar”, Ojo de dios”, “Secreto” y “Trascender”, pertenecientes a su último álbum, con los cuales puso el chispazo necesario para encender la dinamita energética de los presentes, quienes no sólo gozaron de la energía y talento de Zamora, sino que también quedaron deleitados por los músicos y coristas que durante toda la velada acompañaron a la tijuanense.
Cuando parecía que los ánimos no podían subir más, la joven músico hizo un anuncio que explotó en gritos a los presentes, se trató del primer invitado de la noche Marco Mares, quien fue recibido con los brazos abiertos por parte del público, quien estremeció cuando momentos después esta sección de invitados se vio engalanada por Alex Ferreira y Daniela Spalla.
La tijuanense aprovechó cada oportunidad posible para agradecer a los presentes el cariño dedicado a su música, arte con el cual reveló ella misma pudo encontrarse, aceptarse y amarse. Fue en este íntimo momento que, enfundada en su guitarra acústica en color blanco, Vanessa Zamora protagonizó el momento más emotivo de todo su show, esto al dedicar a su familia (presente en el recinto) la canción “Colores”, la cual representa un grito de libertad entorno a la diversidad que hay en el mundo, un mensaje claro dentro de la música de la cantante norteña, quien es actualmente una de las mujeres más influyentes en la escena naciente del pop experimental con un velo de R&B.